Como ya sucedió en el referéndum de Escocia, no hay en la victoria de David Cameron grandes principios o ideales, tampoco ideas propias, solo la habilidad del político profesional para explotar la emergencia de una sociedad que ha decidido evitar el permanente desacuerdo.

El primer ministro británico considera "impensable" emprender una acción militar contra Siria si hubiera una "oposición aplastante" y afirma la intervención militar no supondría, a diferencia de Irak, "una invasión, ni tomar partido".La oposición laborista, por su parte, ya avanzó que votará en contra de una acción militar antes de conocer las conclusiones de los investigadores de la ONU sobre el terreno.

El Gobierno de Fabián Picardo ultima la contratación de nuevos proveedores tras prohibir España el paso de camiones cargados de arena y piedras de escollera. El jefe del Ejecutivo de la colonia británica asegura que las obras de expansión no se van a detener. El grupo Essentium, que ya trabajó en la ampliación del aeropuerto del Peñón, posee canteras en la cornisa del país norteafricano. También se baraja la opción de Portugal.

El Ejecutivo británico guarda silencio sobre el lanzamiento de bloques de hormigón al fondo del mar. El presidente del Gobierno delega el grueso de las decisiones en García-Margallo y éste a su vez en “grupos de trabajo ‘ad hoc’”. Mañana alterará su retiro estival en Pontevedra para despachar con el Rey en Marivent. La prensa de Reino Unido saca pecho de la gestión de su 'premier': España “recula” tras una "llamada de 15 minutos" de Cameron.