La Policía de Haití ha informado este jueves de que ha arrestado a 15 colombianos y a dos estadounidenses sospechosos de asesinar al presidente Jovenel Moise, mientras que ha identificado a un total de 28 supuestos perpetradores del magnicidio, ocho de los cuales son prófugos y siete han sido abatidos.
En una rueda de prensa, el jefe de la Policía, León Charles, ha detallado que 15 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano fueron interceptados tras una operación policial de dos días.
"Era un comando de 28 atacantes, incluidos 26 colombianos, mientras que interceptamos a 15 colombianos y a dos estadounidenses de origen haitiano. Tres colombianos murieron y otros ocho están prófugos, ha dicho según indica el diario 'Le Nouvelliste'.
Horas más tarde, la Policía de Haití ha comunicado en su cuenta de Twitter que está buscando activamente a 9 personas "que participaron en el atroz asesinato" y que 15 personas, entre ellas 13 colombianos, fueron detenidas en relación con el caso. El primer ministro interino, Claude Joseph, ha declarado que se ha "arrestado a la mayoría de los atacantes" y que está "encantado con el apoyo de la población". "Seguimos buscando la ayuda de la población para interceptar a los ocho atacantes que se encuentran en fuga", ha añadido.
Por su parte, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, ha informado de que los colombianos capturados son miembros retirados del Ejército del país y ha confirmado que la Interpol ha solicitado información a la Policía colombiana, según recoge 'Caracol Radio'.
Horas antes, Pierre ha informado a la CNN de que uno de los estadounidenses se identifica como James Solages, algo sobre lo que se ha preguntado al portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, quien ha indicado que no está "en condiciones de confirmar eso, principalmente porque las autoridades haitianas, por supuesto, están liderando esta investigación".
"Estamos al tanto de los informes de los arrestos que han tenido lugar, pero tendría que consultar a las autoridades haitianas para obtener más detalles", ha aportado.
Asimismo, la embajada de Taiwán en Haití ha informado en un comunicado que este jueves la Policía haitiana ha comunicado su intención de ingresar a la Embajada para perseguir a 11 sospechosos.
"Taiwán, como miembro responsable de la comunidad internacional, amigo leal desde hace mucho tiempo y socio creíble de Haití, accedió de inmediato y autorizó a la Policía haitiana a realizar una búsqueda para buscar justicia y determinar la verdad detrás del incidente tan pronto como sea posible", se lee en el comunicado.
"La Policía inició una operación alrededor de las 16.00 horas (hora local) y arrestó con éxito a 11 sospechosos. El proceso transcurrió sin problemas y la Policía llevó a interrogarlos", ha añadido.
La Policía haitiana ha pedido a la población que los ayuden a "esclarecer el crimen", por lo que ha pedido que se comparta cualquier información disponible. Asimismo, también ha solicitado ayuda internacional en la investigación.
Charles ha indicado que "ya se tienen a los autores físicos del asesinato, y que ahora buscan identificar a los autores intelectuales". En este sentido, ha anunciado el inicio de una investigación administrativa y judicial sobre el magnicidio.
En este sentido, el comisionado de Gobierno del Tribunal de primera instancia de Puerto Príncipe, Me Bedford Claude, ha pedido al inspector general jefe, Frantz Jean François, que ponga a altos funcionarios y agentes de seguridad del presidente Jovenel Moise a disposición de la Justicia, según recoge 'Juno 7'.
Por su parte, el primer ministro interino ha compartido a la BBC que Moise pudo haber sido asesinado porque estaba luchando contra los "oligarcas" en Haití. "Moise estaba luchando contra algunos oligarcas en el país y no sabemos si existe un vínculo entre esos oligarcas y los asesinos extranjeros del presidente", ha dicho.
Moise fue asesinado en un ataque perpetrado el miércoles de madrugada contra su residencia privada, recibiendo hasta 12 disparos. Posteriormente, el embajador del país caribeño en Estados Unidos, Bocchit Edmond, ha asegurado que los asaltantes estaban "muy bien entrenados" y que se hicieron pasar por agentes de la DEA. Tras el magnicidio, Joseph declaró el estado de sitio.