El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, ya tiene a su favorito para asumir uno de los cargos más relevantes del país -y que más influirán en su propio futuro-. El magnate ha nominado al congresista de Florida calificado como de ultraderecha e investigado por acusaciones de tráfico sexual de una menor Matt Gaetz para ser el próximo fiscal general.
Hasta ahora, Trump ha ido desgranando nombres de su futura Administración. Empresarios, magnates, multimillonarios, militares y el primer hispano al frente de la diplomacia estadounidense. Sin embargo, casi todos estaban en las quinielas y no han sorprendido. No ha sido hasta la elección de fiscal general cuando se ha producido el anuncio más controvertido.
Pese a que es cierto que en este segundo mandato se han cerrado filas en torno al líder republicano, sus elegidos son fieles trumpistas y el próximo mandatario no se topará con tanta discrepancia interna como hace cuatro años, Gaetz pertenece al ala dura del partido y su nombramiento no está tan claro. El estupor ha llegado, incluso, a los miembros del Partido Republicano.
De nuevo, el magnate utilizó su red social, Truth, para emitir un comunicado sobre la nominación (como ha estado haciendo con todos los nombramientos). "Es un gran honor para mí anunciar que el congresista Matt Gaetz, de Florida, queda nominado para ser el fiscal general. Matt es un abogado tenaz y profundamente talentoso", dice Trump que, afirma que le elige para "poner fin a la instrumentalización" del sistema judicial, una de las cuestiones más "importantes".
La decisión es de trascendental importancia, ya que según el propio republicano, el presidente debe poder interferir en las decisiones del Departamento de Justicia y buscar represalias contra sus rivales políticos. Además, cerraría los casos penales que le rodean.
Según el líder republicano, Gaetz "desmantelará las organizaciones criminales y restaurará la fe y la confianza de los estadounidenses en el Departamento de Justicia, gravemente destrozada".
El fiscal especial planea dimitir antes de su inminente cese
Trump está en pleno diseño de su nueva Administración de cara a la toma de posesión del próximo mes de enero. Poco a poco se van desvelando nombres que formarán parte de su gobierno, como la estratega Susie Wiles, que será su jefa de gabinete; Tom Homan, que se encargará del control de las fronteras; o Pete Hegseth para la Secretaría de Defensa.
La decisión en la Fiscalía es de trascendental importancia, ya que según el propio republicano, el presidente debe poder interferir en las decisiones del Departamento de Justicia y buscar represalias contra sus rivales políticos. Además, después de la experiencia de su primer mandato, en el que hubo notbales tensiones, el exmandatario ha elegido a una persona muy leal para remar siempre a su favor y cerrar los dos casos penales que le rodean.
El republicano planea ordenar, cuando asuma el poder, el cierre de las investigaciones que la Fiscalía abrió en su contra por el asalto al Capitolio y por haber ocultado documentos clasificados de la Casa Blanca en su mansión de Mar-a-Lago. En relación al primer caso, el actual fiscal especial Jack Smith -y todo su equipo-, planea dimitir antes de que Trump asuma la presidencia el próximo 20 de enero.
Respecto a Mar-a-Lago, Smith también pidió este miércoles a una corte federal detener la apelación que presentó en el caso contra la decisión de la magistrada federal Aileen Canon, quien había desestimado la acusación contra el ahora presidente electo. Este pedido de suspensión se suma al que el fiscal hizo la semana pasada en una tribunal en Washington en la acusación de interferencia electoral.
La dimisión de Smith se adelantaría a su más que evidente cese, ya que el presidente electo ha dicho públicamente que lo despediría "en dos segundos" nada más asumir la presidencia e, incluso, ha llegado a decir que "habría que echarlo del país".
La propuesta de fiscal general, investigado por tráfico sexual de una menor
Gaetz se ubica en el lado más férreo de la derecha republicana, habiendo liderado, incluso, la revuelta interna que tumbó en octubre de 2023 al entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, porque este había llegado a acuerdos legislativos con los demócratas.
Así, se desconoce si su nombramiento saldrá adelante, ya que necesita la mayoría en el Senado y, aun habiendo logrado el control, la diferencia es ligera -53 republicanos, a día de hoy, frente a 47 demócratas- y no está claro que todos los senadores del partido respalden esta decisión.
Además, está siendo investigado por el Comité de Ética del Congreso por acusaciones de que formó parte de un plan de tráfico sexual de una menor de 17 años. El año pasado, el Departamento de Justicia puso fin a otra investigación de tráfico sexual sobre Gaetz sin presentar cargos en su contra.
El elegido por Trump ha negado todos los hechos pero, no obstante, aunque hay que esperar, no parece haber calado en las filas republicanas.
Así, se desconoce si su nombramiento saldrá adelante, ya que necesita la mayoría en el Senado y, aun habiendo logrado el control, la diferencia es ligera -53 republicanos, a día de hoy, frente a 47 demócratas- y no está claro que todos los senadores del partido respalden esta decisión.
IMAGEN: Matt Gaetz en un mitin de Donald Trump. EFE