El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha convocado este viernes al encargado de negocios de Israel en España para trasladar su protesta por los ataques llevados a cabo en el último día por el Ejército israelí contra posiciones de la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (FINUL), en cuyo contingente hay algo más de 650 soldados españoles.
El encargado de negocios, máximo representante de Israel en España dado que el Gobierno de Benjamin Netanyahu retiró a su embajador el pasado mes de mayo a raíz del reconocimiento de Palestina, ha sido convocado a la sede de Exteriores "para protestar por los ataques injustificados del Ejército israelí a las posiciones de FINUL", han informado fuentes del departamento que encabeza José Manuel Albares.
Precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado esta mañana su condena de estos ataques en declaraciones en Roma tras reunirse con el Papa Francisco. "Nos parece algo absolutamente condenable, rechazable, y que sirve para recordarnos la urgencia de que cese esta espiral de violencia en Líbano, en Gaza y en Cisjordania, y que podamos, de una vez por todas, encontrar la vía diplomática para la resolución de conflictos en términos pacíficos", ha acotado.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ya había emitido este jueves un primer comunicado de condena tras conocerse que dos 'cascos azules' habían resultado heridos por el disparo realizado por un tanque libanés contra un puesto de observación en el cuartel general de FINUL en Naqura, advirtiendo de que "los ataques sobre las operaciones de mantenimiento de la paz son una gravísima violación del Derecho Internacional Humanitario".
Tras un segundo ataque registrado este viernes, en el que también han resultado heridos otros dos efectivos de FINUL, el Gobierno ha hecho público un segundo comunicado en el que "exige a Israel que ponga fin de inmediato a estos ataques, y que cumpla con sus obligaciones derivadas del Derecho Internacional Humanitario y de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad".
Protesta por los comentarios sobre España
La convocatoria también ha servido para trasladar el malestar del Gobierno con "los comentarios recientes sobre España y los españoles" llegados desde Israel, cuyo ministro de Exteriores, Israel Katz, quien el pasado fin de semana dijo que España era un "paraíso" para "demostrar odio e incitar a la destrucción de Israel" por permitir la celebración en Madrid de un acto de la organización palestina Masar Badil, a la que vincula con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), una organización terrorista.
El lunes, Albares ya había sostenido que las declaraciones de Katz estaban "fuera de todo lugar". "España es un país de tolerancia, es un país donde uno puede por supuesto vivir en libertad y tener libertad de expresión y donde cualquier forma de incitación al odio", incluido el antisemitismo, "no solamente es ampliamente rechazado por toda la sociedad española, sino que también está en el Código Penal", sostuvo.
En este sentido, recordó a Israel que "España tiene una Fiscalía y tiene unos jueces", y que si alguien considera que se ha podido cometer cualquier tipo de delito de incitación al odio o de antisemitismo, "puede acudir a la Fiscalía".
Francia también convoca al embajador israelí
El Gobierno de Francia ha convocado al embajador de Israel en París para protestar por los últimos ataques "deliberados" sobre posiciones de la misión de paz de la ONU en el sur de Líbano (FINUL), que han dejado un saldo de cuatro 'cascos azules' heridos en apenas dos días.
"Estos ataques constituyen una violación grave del Derecho Internacional y deben cesar inmediatamente. Las autoridades israelíes tienen que explicarse", ha reclamado un portavoz del Ministerio de Exteriores de Francia que ha recordado que proteger a los miembros de la FINUL es una "obligación" para todas las partes.
En este sentido, ha pedido que las fuerzas de paz puedan cumplir su mandato, lo que pasa entre otras cosas por respetar la libertad de movimiento. Francia, que reconoce las "difíciles" condiciones sobre el terreno, participa en esta misión con algo más de 600 efectivos.
El Gobierno galo ve "urgente" que haya un alto el fuego en la zona, escenario de un cruce constante de ataques entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y los milicianos de Hezbolá.
La FINUL ha informado este viernes de que al menos dos militares han resultado heridos en un nuevo ataque ejecutado por el Ejército de Israel contra el cuartel general de la misión en la ciudad de Naqoura, situada en el sur de Líbano. Uno de los 'cascos azules' ha sido trasladado a un hospital de Tiro y, según las autoridades francesas, se encuentra en estado "crítico".
Israel culpa a Hezbolá
El Ejército israelí expresó este viernes su "profunda preocupación" por los incidentes ocurridos contra la misión de la ONU en el Líbano (FINUL), en un comunicado en el que los calificó de "involuntarios" y en el que volvió a asumir indirectamente su responsabilidad, aunque culpando, en última instancia, a Hezbolá.
En las últimas 48 horas, cuatro cascos azules han resultado heridos en dos diferentes incidentes contra bases de esta misión de paz de Naciones Unidas en el sur del Líbano.
El portavoz del Ejército israelí Nadav Shoshani aseguró que el Ejército había sido "notificado de que dos cascos azules de la ONU resultaron heridos (hoy) de forma involuntaria durante combates del Ejército contra Hezbolá en el sur del Líbano".
Además, insistió en que las tropas "toman todas las precauciones para minimizar el daño tanto a civiles como a cascos azules" y precisó que se está llevando a cabo "una revisión exhaustiva en los más altos niveles de mando para determinar los detalles".
Como ya hiciera ayer en un comunicado similar, aunque mucho más breve, el Ejército volvió a acusar a Hezbolá de operar cerca de las instalaciones de Naciones Unidas.
"Es crucial señalar que el Ejército israelí está operando en el sur del Líbano como parte de un conflicto en curso con Hezbolá, cuyos terroristas e infraestructura están en estrecha proximidad a las posiciones de FINUL, lo que supone un riesgo significativo para la seguridad de los cascos azules", dijo el portavoz.
En este sentido, recalcó que "Hezbolá utiliza instalaciones civiles y de FINUL como escudos" y que el Ejército continuará "haciendo esfuerzos para mitigar el riesgo de que vuelvan a ocurrir incidentes tan desafortunados".
