Enero 2024. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acomete una reforma de su Ejecutivo tras la salida de la primera ministra, Élisabeth Borne. Por aquel entonces nombra al jefe de Gobierno más joven de la historia del país, Gabriel Attal, y con él refresca el Consejo de Ministros. Entre sus nombramientos destaca el "fichaje" de Rachida Dati, a quien le asignó la cartera de Cultura francesa.
Rachida Dati ya fue ministra de Justicia entre 2007 y 2009, bajo el mandato de Nicolas Sarkozy y también llegó al Parlamento Europeo, mintiéndose como diputada entre 2009 y 2019. La fama que en estos años adquirió la catalogaban bajo la imagen de una mujer dura y polémica que no tenía problema alguno en debatir cada uno de sus juicios. Tras haber desempeñado el papel de líder de la oposición en París durante los últimos años, Macron ha apostado por una figura que, dos meses después de tomar posesión de su cargo, se ha visto envuelta en una polémica en Francia, según ha publicado Le Monde.
Este periódico galo recoge dos supuestos mensajes amenazantes y ofensivos por parte de Rachida Dati a otros diputados franceses que comparten con la política nacida en Saint-Remy un hueco en el Gobierno. Los destinatarios de estos "insultantes" mensajes de texto eran el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, y el primer ministro Gabriel Attal; ambos citados e involucrados por separado.
Los comprometedores SMS de Rachida Dati a otros diputados franceses
Uno de los motivos por los que habría saltado la ministra de Cultura sería el anuncio de las medidas de austeridad que Bruno Le Maire exigió para ahorrar 10.000 millones de euros, lo cual afectaría al presupuesto del ministerio de Cultura, que tendría que recortar sus gastos e inversiones. En este sentido, la ministra elegida en enero por Macron habría mandado un mensaje de texto al titular de Economía reprochándole ser "un gran pedazo de mierda", algo que la propia Rachida Dati desmintió después. Pero ese no es el único detonante.
El primer ministro francés también habría recibido un SMS en el que Rachida Dati lo amenaza con "convertir su perro en un kebab". Al contrario que en el caso anterior, Dati no ha desmentido el mensaje, algo que en Le Monde se considera como una "broma de mal gusto".
En el contexto de este último se inserta una publicación de Instagram de Attal en el que revela tener una mascota, una perra llamada Volta, a la que posteriormente presentó en una sesión de la Asamblea Nacional. En dicho post, el primer ministro confiesa que la adoptó después de asumir el cargo y que eligió ese nombre por su "energía desbordante" y en honor al inventor de la pila eléctrica.
Rachida Dati ya era conocida por utilizar palabras fuertes para dirigirse a anteriores compañeros de partido, cuando militaba entre los Republicanos, grupo fundado por Sarkozy. Ahí, llegó a definir al que fuera líder de dicha formación, François Fillon, como un personaje "zumbado, egocéntrico, frustrado y celoso". También mandó un recado amenazante al eurodiputado y ex ministro Brice Hortefeux, catalogándole como "fascista" y "matón" en respuesta a otra controversia política. Pero sus antecedentes no terminan ahí.
Por otro lado, esta polémica es, en realidad, un aperitivo en comparación con los verdaderos problemas que "esconde" la ministra. Hace poco tiempo, el semanario L'Obs revelaba más sospechas de negocios turbos con Qatar y Azerbaiyán. Además, Dati está siendo procesada por presunta corrupción pasiva y por tráfico de influencias tras un cobro de 900.000 euros del consorcio automovilístico Renault-Nissan. En cualquier caso, ella niega las irregularidades que caen en su contra y, de hecho, nada de esto fue impedimento alguno para que Macron le ofreciera su actual puesto.
