El éxito de Volkswagen en su incursión en el Mundial de Rallies con el Polo R WRC va unido al propio éxito comercial del pequeño utilitario alemán, un modelo que además se fabrica en España para toda Europa —también fuera, cubriendo un total de 74 mercados a nivel mundial— en la planta navarra de Landaben, en la que se monta también este nuevo modelo, el más potente Polo en la historia de Volkswagen. Un desarrollo que ha resultado muy complejo, toda vez que además de las 2.500 unidades necesarias para cumplir con el reglamento del Mundial de Rallies, se han tenido que fabricar otras 22.500 plataformas similares a las del WRC con especificaciones ligeramente diferentes a las de cualquier otro Polo de la gama, y que irán montadas de forma aleatoria en los modelos que ya se están fabricando.
Eso sí, no será un modelo precisamente barato, y los casi 35.000 euros que cuesta —12.000 más que el hasta ahora más potente Polo, el GTi— le convierten en todo un capricho, justificado en parte por la exclusividad que supone su limitada producción y en parte también por las sensaciones que transmite a sus mandos, sintiéndonos más piloto que conductor. Con algo menos de cuatro metros de longitud y poco más de 1.300 kilos de peso, el Polo R WRC ofrece un motor con 220 CV de potencia, con unas reacciones vertiginosas cuando pisamos sin contemplaciones el pedal del acelerador. También su alto precio viene dado por un completísimo equipamiento de serie, en el que se incluyen elementos como los faros bi-xenón, el climatizador automático, asientos calefactables o el sistema de navegación entre lo más relevante.
Más que por sus cifras, el Polo WRC cautiva por las sensaciones que transmite
A diferencia del R WRC recién proclamado vencedor del Mundial de Rallies, la versión de calle no es tracción total, sino tracción delantera, aunque está provisto de un diferencial electrónico en el eje delantero para poder asimilar el enorme potencial que genera el motor 2.0 TSi sobrealimentado que, además de 220 CV, desarrolla 350 Nm de par máximo desde muy bajas vueltas, apenas 2.500, casi más propio de un motor Diesel que de uno de gasolina. Unas cifras que le permiten superar los 240 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos.
Pero el Polo R WRC no son cifras lo que cautiva, sino las sensaciones que proporciona a sus mandos fruto de un bastidor que ha sido puesto a punto por Volkswagen Motorsport para lograr unos niveles de eficacia como si del propio Polo de rallies se tratara. Ya en su interior se aprecia que es un Polo muy especial, con asientos muy deportivos y un volante forrado en Alcántara que proporciona un tacto sumamente agradable. Basta meter primera y acelerar con cierta decisión para sentir un brutal empuje en busca de los primeros giros. Rapidísimo de dirección, entra en curva casi sin darnos cuenta, con una precisión milimétrica y una capacidad de aceleración propia de sus 220 CV. Todo pasa muy deprisa a sus mandos, disfrutando de un pilotaje muy efectivo en trazados virados, pero sin caer en una excesiva radicalidad que impida disfrutar del Polo más deportivo a diario.
FICHA
Motor: 4 cilindros en línea
Cilindrada: 1.984 cm3
Potencia máx.: 220 CV a 4.500-6.300 rpm
Par máximo: 350 Nm a 2.500-4.400 rpm
Tracción: Delantera
Caja de cambios: Manual de 6 velocidades
Dimensiones: 3,98 / 1,68 / 1,45 m
Capacidad de maletero: 185 litros
Depósito de combustible: 45 litros
Vel. máxima: 243 km/h
Acel. 0 a 100 km/h.: 6,4 seg
Consumo urbano/carretera/mixto: 10,1/6,0/7,5 l/100 km