Es cierto que la mayoría lo rehuimos como podemos, pero al mismo tiempo nos gusta estar cerca de él, atraídos irresistiblemente por algo. Es como cuando se nos ponían los pelos de punta al ver a las gemelas de El Resplandor al final de un pasillo eterno y aun así, a nadie se le pasaba por la cabeza levantarse antes del final. Algo parecido ocurre con las casas encantadas, que son temidas, respetadas y admiradas a partes iguales. Además, sirven como excusa perfecta para probar el que llaman “turismo espectral”. Para los atrevidos, os dejamos con cinco casas encantadas que cuentan historias de terror.
La casa de las caras de Bélmez de la Moraleda (Jaén)
Todo país tiene su particular gran misterio sin resolver, y si hubiera que votar por uno español, seguramente las caras que aparecían y desaparecían en la casa situada en el número 5 de la calle Real en la localidad de Belmez de la Moraleda estarían entre las primeras de la lista. Se hicieron famosas hace ya 44 años, cuando la familia Pereira hizo públicas las extrañas manchas con rostros humanos que aparecían en el suelo de su casa. Después de limpiarlas y hacerlas desaparecer, el fenómeno volvía a suceder. Hasta se llegó a excavar el suelo, donde aparecieron huesos que indicaban que la casa se había construido sobre un antiguo cementerio. Cuenta la leyenda que esos restos forman parte del misterio. Según algunos investigadores, pertenecen a un cementerio musulmán del siglo XII y al parecer, algunas de sus almas no quedaron en paz. Ahora hay incluso un centro de interpretación para los turistas que quieran saber más sobre el fenómeno.
El cortijo Jurado (Málaga)
Una gran casa situada en Campanillas atrajo la atención de los ciudadanos de todo el país cuando empezaron a correr rumores de ritos satánicos, asesinatos y fantasmas vengativos. La rica familia Heredia había mandado construir el cortijo Jurado a mediados del siglo XIX. Se trataba de un gran caserón de estilo neogótico, con muchas habitaciones, decenas de ventanas y unos sótanos que tienen mucho que decir en la leyenda. Cuentan que por las noches aparecen sombras y se escuchan extraños ruidos que asocian a las cinco jóvenes desaparecidas entre 1890 y 1920, cuyos cuerpos se encontraron torturados cerca del cortijo. La misma historia asegura que los sótanos del cortijo cobijaban instrumentos de tortura, y que allí se llevaron a cabo prácticas satánicas que acabaron con la vida de las chicas que ahora aparecen en forma de sombra tras las ventanas.
El edificio del duende (Zaragoza)
En la capital zaragozana, concretamente en el segundo piso del número 2 de la calle Gascón de Gotor, se armó un gran revuelo un día de diciembre de 1934. Los inquilinos de la casa escuchaban claramente unas carcajadas que parecían provenir de la chimenea. Como aquel suceso les pareció muy extraño, la familia llamó a la Policía, que fue testigo de esas extrañas voces y risas. Acabaron acudiendo al inmueble arquitectos, médicos e incluso autoridades judiciales, cuyo veredicto final no era del todo tranquilizador: aseguraban que había sido imposible resolver el misterio y que no encontraban ningún culpable al que poder reconocer. En 1977, el edificio fue derribado. El que ocupa ahora su lugar se bautizó precisamente como Edificio Duende.
Palacio de Linares (Madrid)
La actual Casa de América es también uno de los edificios emblemáticos para los fans de las psicofonías. Dicen que ellas cuentan la historia de Raimunda, supuesta hija de los marqueses de Linares, aunque nunca fue reconocida por ellos. Según la leyenda, el marqués de Linares, que había mandado construir este palacio, se casó con Raimunda Osorio y Ortega, que en realidad era hija del mismo padre. Ambos se enteran de que son hermanos cuando el padre del marqués fallece y confiesa en una carta por qué se oponía al casamiento. El matrimonio empieza a vivir entonces un calvario por su condición de hermanos pero consigue una bula del Papa León XIII, que les permite vivir bajo el mismo techo aunque en castidad. Se cree que el matrimonio no cumplió con esta última orden papal, y que fueron padres de Raimunda, una niña para la que construyeron una casa de muñecas en el jardín. A partir de ahí, las leyendas se multiplican. Para unos, esa niña fue asesinada para evitar el escándalo y por eso sigue vagando por la casa, buscando a sus padres. Para otros, los padres dieron a la niña en adopción pero no pudieron soportar la situación y acabaron suicidándose, dejando a su hija huérfana. En lo que sí coinciden es en que las voces que se siguen escuchando en palacio son de la pequeña, y en que nunca cesarán.
La casa del pánico de Las Mercedes (Tenerife)
Hay casas que parecen malditas desde que sus cimientos se levantan, y una de ellas es la que se conoce como casa del pánico o casa de Dámaso, El brujo. Se encuentra en la ladera del monte tinerfeño de Las Mercedes, junto a un precipicio, y está completamente abandonada. Cuentan que en ella se oyen pasos, disparos, risas terroríficas... Y que además se siente la presencia de algo, o de alguien que nadie es capaz de ver. Sus muros acumulan varias historias dramáticas relacionadas con temas que van desde rituales relacionados con la brujería hasta sacrificios de animales pasando por torturas contra los cautivos durante la Guerra Civil. Pero quizá la historia por la que es más conocida es la de Dámaso Rodríguez, conocido como El brujo, un asesino fugado durante su permiso penitenciario. Se atrincheró en el monte de Las Mercedes, que conocía a la perfección, sembrando el pánico entre los vecinos durante semanas. En ese tiempo aparecieron los cuerpos de dos senderistas alemanes cuyos cadáveres, sodomizados, encontró la Guardia Civil mientras intentaba capturar a Dámaso. Finalmente fue acorralado y se suicidó en la casa del pánico. Cuentan que por allí vaga aún su espíritu.