Por mucho que a los fans de las playas les parezca extraño, no todos los habitantes del planeta Tierra son amantes de la arena, el mar y el sol. De hecho, hay quien no soporta esa combinación. Por eso cuando escuchan frases como “en cuanto pongo un pie en el mar, se me olvida el atasco” o “qué ganas de playa”, se les ponen los pelos como escarpias. Se trata de un odio tan respetable como otro cualquiera, que nadie dijo que las fobias tuvieran algo de lógicas. Y no por padecerla toca encerrarse todo el verano en casa a la espera de que llegue un frente frío y a los amigos se les pasen las ganas de playa. También existen planes, y muy apetecibles, para ‘playafóbicos’. Ahí van cinco de ellos.