La gente está asustada y es que, no es para menos. Cuando escuchamos “fiesta multitudinaria” se disparan las alarmas y cualquier precaución y prevención sabe a poco, en una actualidad llena de sucesos repentinos que trastocan el bienestar de los ciudadanos.
Los cambios más llamativos de La Fiesta de Interés Turístico Nacional en el 2016 se traduce en 40 toneladas en una hora de vertido de tomate por todas las calles de Buñol que no dejará limpio a nadie y 100 dispositivos policiales más de los habituales para controlar, con detalle, cualquier incidencia que se presente. Además, se pretende seguir recaudando dinero derivado de la privatización de la fiesta (10 euros la entrada) o paquetes de entradas y autobús (38 euros).
Para aquellos que no puedan estar de cuerpo presente en la fiesta, este año podrán disfrutar de la fiesta desde el sillón de su casa con la iniciativa de poder ver en video la fiesta en directo desde la página oficial del evento.
Para ir preparándonos para el baño de tomates, os dejamos un video adelanto de lo que podemos encontrar en esta fiesta popular. Este reportaje de ‘Informe Semanal’ con el que Javier Basilio dió a conocer La Tomatina de Buñol a toda España en 1983. Gracias a esta exposición en televisión, esta fiesta pasó a ser parte fundamental de la lista de viajeros de todo el mundo.