El canal de vídeos de Google, YouTube, presentó este viernes su oferta de canales por suscripción de pago. De momento sólo son 30, cinco de ellos en español, por una cuota de 99 centavos de dólar (76 céntimos de euro) al mes para cada canal. El servicio, que aún se encuentra en fase piloto e irá ampliando próximamente su oferta, permite a los suscriptores alquilar y descargar los vídeos, que podrán verse en el ordenador, en dispositivos móviles (tabletas y teléfonos inteligentes) y en televisores que tengan conexión a Internet.
La plataforma de vídeo se suma así a una lista cada vez más larga de servicios de pago por Internet en la que también podemos encontrar prensa (el británico The Times, por ejemplo, ofrece todos sus contenidos digitales únicamente a los suscriptores), música (Spotify), películas y series (Netflix en Estados Unidos y Youzee o Wuaki TV en España) o libros electrónicos (Amazon tiene una zona de descargas específica para su dispositivo Kindle).
La oferta en la red de contenidos de pago es cada vez mayor pero, ¿se están habituando los usuarios al mismo ritmo que crecen estos servicios? En España, la tendencia a pagar por los contenidos en Internet es bastante baja: según datos del Ministerio de Cultura facilitados a Vozpópuli, sólo un 0,5% de los españoles descargan música pagando, mientras que el porcentaje de los que optan por hacerlo gratis es del 17,7%. Los porcentajes son similares en las descargas de vídeo (películas y series de televisión), con un 0,4% de pago y un 17,4% para las descargas gratuitas.
Los datos del último Anuario de Estadísticas Culturales revelan que sólo preferimos pagar en el caso de los libros electrónicos, con un 1,1% frente al 0,6% que los descargan sin 'pasar por caja', aunque el 35,9% de los españoles afirman que leen libros, prensa y revistas on line.
Pagar por un contenido de calidad
¿Significa esto que los contenidos de pago en Internet no han entrado bien en el mercado español? Antonio Rodríguez Ruibal, doctor en periodismo y profesor del Máster en Educación y Nuevas Tecnologías de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), cree que sí hay mercado para los contenidos de pago en Internet pero sólo cuando se trata de “contenidos de calidad o muy especializados”.
“Una de las consecuencias de la web 2.0 es que todo el mundo da su opinión y se pone todo tipo de información a disposición del consumidor, pero la calidad hay que pagarla”. En un ámbito como el periodismo, donde los medios digitales ofrecen algunos contenidos sólo a suscriptores, Rodríguez Ruibal no cree que lleguemos a ver en España periódicos digitales "100% de pago", como ocurre en el Reino Unido o en Estados Unidos, pero reconoce que el aumento de ingresos por esta vía permite ofrecer una mayor calidad “tanto a nivel redaccional como de foto y vídeo”.
Entre los servicios de pago que han tenido éxito pone como ejemplo la plataforma de música Spotify , que “es rentable y ofrece contenido de calidad y un catálogo muy amplio al usuario”. Aún no hay un equivalente a este producto en el mundo del cine “porque nadie ha sabido dar aún con la fórmula”. Para ello, a su juicio, habría que “bajar el precio y ofrecer más calidad de imagen, porque aún no están en situación de competir con las salas de cine”.
Rodríguez Ruibal insiste en que, cada vez más, “la tendencia es a pagar por los contenidos”, aunque aún “está muy sectorizado”. “Con las nuevas tecnologías estamos continuamente en un proceso de aprendizaje y debemos adaptarnos constantemente a lo que nos ofrecen”.