Barcelona se encuentra cómoda entre libros, se siente querida cuando pasan todas las páginas que le han escrito. Así como hay otras ciudades del mundo identificadas con un solo escritor, Barcelona ha hecho hueco en sus calles a escritores medievales, autores costumbristas, posmodernos y fabricantes de bestsellers.

Tengo un amigo que gasta sus vacaciones en islas. Da igual el continente, el tipo de playa o el clima… pero siempre en una isla. Hace unos años, el retraso en un vuelo de SAS y una ‘rubia cabellera’ que conoció en la caja del Ikea mientras pagaba una una estantería Billy le llevaron a Gotland. Sólo el nombre predispone a un viaje hasta esta isla, que presume de ser el refugio de los suecos ricos en busca de hacer una escapada a la Riviera de los Dioses.

La verdad es que son ganas de marear la perdiz y extasiarse y extrañarse de que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma haya procedido a levantar la imputación, que “queda de momento en suspenso”, de Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia, cuando lo normal en esta democracia nuestra, tan parca, tan pobre, tan puerca, es que una infanta de España se vaya de rositas.

Mientras los estados miembros siguen viendo crecer sus listas de paro y los esfuerzos se centran en la economía, la Comisión Europea recuerda que hace falta una auténtica libre circulación de personas y trabajadores y pide eliminar las trabas existentes para vivir, trabajar y comprar en cualquier lugar de la UE.