Medios

Italia quiere absorber Mediaset España por la vía rápida: la consumará en el segundo trimestre

Las juntas de accionistas de España y Países Bajos aprobarán la absorción durante el primer trimestre. Será necesario que el Ministerio de Economía conceda su visto bueno a la transmisión de la titularidad de las licencias audiovisuales

  • El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi en un acto el pasado mes de octubre.

Mucho se ha hablado de Mediaset en los últimos tiempos. Hace unos días, el grupo volvía a generar titulares después de que el mes de enero lo cerrara con el peor resultado de Telecinco en su historia (10,5%). Es cierto que la cadena es líder entre el público joven (25 - 44), pero también que, en cualquier medio de comunicación generalista, a menor audiencia, menos ingresos. Especialmente si los programas de prime time no funcionan como se espera.

En este contexto, su matriz, Media for Europe (MFE) se ha propuesto absorber su negocio en España y, además, quiere que el proceso se resuelva por la vía rápida. Según el folleto de la operación, su intención es cerrarlo durante el segundo trimestre del año.

Esta operación persigue la creación de un gran conglomerado empresarial que permita a los Berlusconi competir con más garantías contra los gigantes del mercado audiovisual europeo y mundial, dentro de un momento de esplendor de las plataformas de contenido de ficción y deportivo bajo demanda.

Por otra parte, la integración también busca una mejora de la eficiencia en el terreno de la gestión, al agrupar los activos de toda Mediaset en una compañía matriz. Así se planteó por primera vez 2019, antes de que Vivendi –accionista minoritario- frenara la integración empresarial en los tribunales, al considerar que estaba planteada de tal forma que sólo beneficiaba al socio mayoritario.

Varios procesos en paralelo

De la documentación enviada por MFE a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se puede deducir que serán semanas de elevada actividad en la compañía. Principalmente, porque antes de que se consume la absorción de su filial española tendrá lugar la segregación de sus activos y pasivos, que se desarrollará en paralelo.

Dentro de este proceso –añade la empresa-, será necesario que el Ministerio de Economía otorgue la autorización –o confirme que no es necesaria- para cambiar el titular de las licencias audiovisuales que explota Mediaset España, con las que emiten Telecinco, Cuatro, FDF, Energy, BeMad, Boing y Divinity.

En este sentido, cabe precisar que la Ley General de Comunicación Audiovisual explica en su artículo 24 que para ser titular de una licencia de emisión en la TDT es necesario “tener la nacionalidad de un Estado miembro de la Unión Europea o la de cualquier Estado que, de acuerdo con su normativa interna, reconozca este derecho a las personas físicas y jurídicas españolas”.

También obliga a “tener un representante domiciliado en España a efectos de notificaciones”.

El gran foco de toma de decisiones estratégicas del grupo se situará en Ámsterdam, pero la compañía mantendrá un consejo de administración en España y cotizará en la Bolsa de Madrid. Asimismo, abonará los impuestos de su actividad a las arcas públicas de este país, según expresaron desde MFE.

Está previsto que las asambleas de accionistas de Mediaset España y MFE aprueben la absorción durante el primer trimestre de 2023 y la consumen antes del 30 de junio.

La tarta accionarial de MFE

A partir de ahí, se calcula que los Berlusconi aglutinarán el 48,27% del capital de Media for Europe, frente al 23,35% que ostentará Vivendi, la multinacional francesa que también está presente en el Grupo Prisa (9,9%).

Hay que tener en cuenta que Silvio Berlusconi posee actualmente el 82,92% de las acciones de Mediaset España, mientras que el otro 17% es capital flotante que está en manos de varios fondos de inversión internacionales.

El expresidente de Italia lanzó la pasada primavera una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre su filial española, de la que previamente poseía la mitad de las participaciones. La operación no salió todo lo bien que se esperaba desde Italia, dado que sólo convenció a una parte de los minoritarios.

En el momento en el que MFE informó de esta operación, dejó claro que su objetivo era mantener la actividad y el empleo dentro de España, si bien dentro del grupo existen varias incógnitas sobre la estrategia que seguirán sus nuevos gestores para recuperar la posición perdida dentro de la TDT española, tras su drástico descenso de audiencia (-2,6 puntos en un año).

Lo que está claro es que tras muchos años de estabilidad accionarial y en el terreno de la gestión –bajo la batuta de Paolo Vasile-, han llegado tiempos de cambio a la dueña de Telecinco.

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