Los últimos meses han discurrido en Prisa con un hilo conductor: el de la ruptura con lo establecido. No tanto en materia editorial como de gestión. El grupo de medios de comunicación sigue condicionado por sus acreedores e influenciado por los vientos que se desatan en el panorama político y empresarial, pero desde el punto de vista interno se han producido varios cambios que han deparado la salida de 'históricos' de la casa y el fichaje de nuevos perfiles. Uno de los órganos que ha resultado 'afectado' por este fenómeno es el Comité Editorial.
Fuentes del grupo han explicado a Vozpópuli que la actividad de esta 'comisión' ha quedado paralizada hasta que el Consejo de Administración decida la forma que adoptará en un futuro, así como su función concreta dentro de la casa.
El presidente de la compañía, Joseph Oughourlian, había sido crítico en el pasado con el coste de este órgano, que en algunos ejercicios ha llegado a ser de 1 millón de euros. Esta cantidad se repartía entre los asistentes a las reuniones semanales, entre los que se encontraron a lo largo de su historia expolíticos como Felipe González, Alfredo Pérez-Rubalcaba o Gabriel Elorriaga.
También había miembros del mundo de la universidad y de diferentes instituciones académicas. En los encuentros, se planteaban diferentes temas de actualidad y se organizaba un debate al respecto en el que había uno o más ponentes, explican fuentes conocedoras de este órgano, que afirman que, pese a que hubo representantes de derecha e izquierda, siempre existieron más voces cercanas al PSOE.
Prisa y Delkáder
Prisa nunca ha ofrecido información con respecto a los miembros de este Comité, ni sobre su coste, ni sobre sus debates; pero su último 'coordinador' fue Augusto Delkáder, el cual abandonó oficialmente esta semana todos sus puestos ejecutivos en la compañía tras varias décadas en diferentes posiciones de responsabilidad.
Fuentes cercanas al Consejo de Administración inciden en que todavía no hay una decisión tomada con respecto a este órgano, pero que existen diferentes proyectos sobre la mesa que podrían suponer su modificación, su sustitución por un órgano diferente o incluso su desaparición.
Sea como fuere, el debate sobre la supervivencia de estos órganos también se ha tenido en el pasado reciente en otros grupos, como Unidad Editorial. Entre otras cosas, porque se ha cuestionado su coste, toda vez que la orientación de los editoriales ya se debaten a diario en el seno de los periódicos.
Oughourlian -presidente y máximo accionista de Prisa- no ha sido especialmente partidario de estas estructuras internas desde que comenzó a tomar un papel activo en la gestión de Prisa, en 2017. De hecho, su voto fue decisivo para rechazar la propuesta de Juan Luis Cebrián de crear una fundación que 'velara' por la línea editorial de El País y la Cadena SER; y opinara sobre el nombramiento de sus directores.
Cambios en Prisa
Cabe recordar que Prisa afrontará en los próximos meses un proceso clave en su historia, como será el de dividir sus negocios en dos grandes áreas: la primera aglutinará los activos de Santillana en Latinoamérica; y la segunda, sus medios de comunicación.
Previamente a la consumación de este plan, se ha realizado una reestructuración en la empresa que ha implicado una considerable modificación de su organigrama. A partir de ahora, Manuel Mirat será el consejero delegado de Santillana; mientras que Carlos Núñez, de Prisa Radio y Prisa Noticias.
Dentro de su Consejo, se han producido diferentes incorporaciones desde principios de 2020. Son las de Rosauro Varo -vicepresidente-, Javier Santiso, Miguel Barroso y Pepita Marín. Próximamente, está previsto que se ratifique a Carmen Fernández de Alarcón, a propuesta de Vivendi.