Pedro Sánchez lanzó un mensaje a la oposición hace unas horas que puede ser tomado como una declaración de intenciones o como un 'recordatorio interesado', según se mire: es necesario designar al nuevo Consejo de Administración de Radiotelevisión Española. Lo hizo durante una comparecencia en la que enumeró una serie de asuntos pendientes de resolver, de los que forma parte la sustitución de Rosa María Mateo, cuya gestión ha sido muy cuestionada dentro y fuera de la corporación.
Fuentes de la Comisión Mixta de RTVE han llamado la atención sobre la actitud de Sánchez, toda vez que el PSOE ha demorado durante varios meses la elección del próximo presidente de la corporación, pese a tener todas las herramientas a su alcance para acelerar el proceso.
Hay que recordar que Mateo fue designada para su puesto en verano de 2018 con la idea de que permaneciera como administradora única provisional de la radio-televisión pública durante un período aproximado de tres meses. La idea es que fuera relevada en cuanto se resolviera el concurso público que se había convocado un año antes. Sin embargo, las dificultades legales que acompañaron al procedimiento y la falta de voluntad política demoraron ostensiblemente el desenlace, recuerdan estos informantes.
Antes del verano, los letrados de las Cortes Generales emitieron un informe en el que ofrecían a los diputados y senadores algunas soluciones para desbloquear el concurso. Principalmente, despejaban los recursos que habían presentado 30 de los participantes y proponían solucionar la 'desigualdad' entre hombres y mujeres en la lista de 20 finalistas (4 mujeres y 16 hombres) con la inclusión en esa relación de nombres de los casi 100 candidatos que participaron en el proceso.
Pese a tener estas herramientas en su mano, los socialistas -que presiden la Comisión Mixta- no aceleraron el proceso de sustitución de Mateo, lo que mantendrá al actual equipo directivo más allá del verano. La candidata favorita de los socialistas es Isabel Raventós, sin embargo, su nombre genera reticencias en algunos sindicatos de la corporación.
En una casa en la que la política y el activismo sindical invaden cada uno de sus pasillos, cada facción tiene su candidato favorito.
Sus horas más bajas
La situación en Torrespaña y Prado del Rey no es precisamente buena. Más bien, al contrario. La audiencia del grupo se encuentra en sus peores registros históricos y, de hecho, el pasado julio La 1 cosechó el peor mes, con un 8,6% de cuota de pantalla.
En agosto, los resultados no serán mucho mejores, pues en sus 25 primeros días ha marcado un share de 8,7 puntos.
Las discutidas decisiones del equipo directivo no han ayudado a aupar la audiencia. Más bien, todo lo contrario. Hace unas semanas, se anunció la adquisición de un concurso que se emitiría antes del noticiario de las 15.00 horas y algunos sindicatos montaron en cólera ante la posibilidad de que se recortara el tiempo dedicado a la información regional, que se ofrece a esa hora.
El concurso -Bloqueados por el muro- finalmente salió adelante, se ofrece cada día a las 14.10 horas y registra una audiencia muy inferior a la media de la cadena, lo que lastra el resultado del Telediario 1, que es un espacio de interés estratégico dentro del canal.
Sin ir más lejos, el citado concurso cosechó el lunes una cuota de pantalla de 4,7 puntos, mientras que el noticiario, de 10,1. De hecho, el TD-1 no sólo fue superado claramente por el de Antena 3 (20%) y por el de Telecinco (15,5%), sino también por el de La Sexta (11,3%).
Es sólo un ejemplo del resultado que han deparado las decisiones del actual equipo directivo, que han sido fuertemente criticadas por la oposición parlamentaria en todas las comparecencias de Rosa María Mateo.
Situación patrimonial
Quien asuma la presidencia de RTVE deberá lidiar con estos problemas de audiencia, pero también con una situación económica que no es precisamente positiva. Esto se debe, principalmente, a que la corporación ha tenido que afrontar los dos últimos ejercicios con el presupuesto prorrogado de 2018, que no tenía en cuenta factores como el crecimiento vegetativo de su plantilla, lo que ha aumentado considerablemente el gasto en personal.
Cabe incidir en que la corporación gasta anualmente alrededor de 400 millones de euros en pagar a su plantilla, compuesta por 6.500 empleados. Es decir, invierte una mayor parte de su presupuesto (43%) que en cualquier otro gasto.
El ejercicio 2019 se cerró con un déficit estimado de 30 millones de euros, tal y como reconoció Rosa María Mateo en el Congreso. Fuentes parlamentarias apuntan a que en 2020 las pérdidas podrían ser mayores. Entre otras cosas, por el previsible encarecimiento de su plantilla y porque los grupos privados -que financian la televisión pública con un porcentaje de sus ingresos- han sufrido una importante caída de negocio como consecuencia de la crisis del coronavirus.