Es la otra cara del plan de ayuda del Gobierno a la compra del coche eficiente (PIVE). Para adquirir los 1.000 euros de ayuda pública es obligatorio dar de baja un vehículo de más de 12 años. Y por ahora, en los dos meses de vigencia de este plan de incentivo, las 10.000 operaciones cerradas están achatarrando coches más viejos de lo previsto, de 16,22 años de media, según explican fuentes conocedoras a este periódico.
Aunque las patronales del motor lucharon sin éxito en las negociaciones del PIVE con el Gobierno para achatarrar coches a partir de 10 años de vida (en vez de doce), la práctica está confirmando que los usuarios se están desprendiendo de los coches más viejos para optar a los 1.000 euros de ayuda. La crisis económica está forzando así a mantener con vida los coches aún por debajo de 16 años. A cambio, los usuarios están adquiriendo coches baratos y de pequeño tamaño.
No osbtante, este hecho está permitiendo luchar contra el envejecimiento del parque de turismos. En la actualidad, el volumen de coches con menos de 10 años, donde la tecnología media está actualizada, está menguando. De representar un 74% en 2007, previsiblemente se pasará a un 57% en 2012, según datos que maneja Anfac. Por el contrario los más viejos llegarán a alcanzar en 2012 el 43% de los automóviles de turismo en circulación. Si la tendencia no se frena, la entrada en los próximos años de más de 1 millón de turismos en este colectivo podría hacer que en 2015 su cuota llegara a ser prácticamente la mitad del parque.
La debilidad de la demanda española de vehículos se está trasladando al parque, que está reduciendo su tamaño y calidad. El deterioro del mercado español está siendo mucho más profundo que en el resto de los grandes mercados internacionales. Aunque el contexto económico también está afectando a otros mercados europeos, sus descensos no han sido tan acusados ni tan sostenidos en el tiempo. Estados Unidos o Reino Unido, en cambio, ya están retomando su senda de crecimiento.