Nuevo reordenación del sector de la automoción en Europa. La dirección de la marca automovilística alemana Opel, filial de la estadounidense General Motors, confirma los rumores sobre el fin de la producción de vehículos en su planta de Bochum, al oeste de Alemania, para 2016.
El jefe interino de Opel, Thomas Sedran, confirmó este lunes el cierre de la planta, que actualmente ocupa a unos 3.000 trabajadores y tras medio siglo de funcionamiento, cuando finalice la producción del modelo Zafira.
Sin embargo, subrayó que Opel "seguirá presente en el futuro en Bochum", donde continuará funcionando el centro de logística que ocupa a unas 430 personas y se estudia la apertura de una fábrica de componentes.
Sedran recordó que su empresa se encuentra desde junio en conversaciones con la ciudad de Bochum y el estado de Renania del Norte-Westfalia para buscar alternativas de uso para la planta que dejará de producir automóviles.
"Tenemos ideas que podemos desarrollar", dijo el jefe interino de Opel, empresa que acumula grandes pérdidas económicas y que se ha visto gravemente afectada por el retroceso de las ventas de automóviles en Europa, sobre todo en el sur del continente.
El cierre de la planta supone un nuevo revés para la ciudad, donde en 2008 la empresa Nokia ya clausuró una fábrica y despidió a 2.800 trabajadores.
BOCHUM, EN CIFRAS