El éxito de las motos BMW viene de lejos y, ya antes del inicio de la II Guerra Mundial había fabricado más de 100.000 unidades de sus diferentes modelos, siempre con el motor bóxer de cilindros opuestos como seña de identidad y que ha mantenido hasta el día de hoy. Por ello, para celebrar estos 90 años de vida nada mejor que volver a los orígenes y ofrecer a los clientes un modelo diferente, con el que conmemorar la larga tradición de la marca en el mundo de las dos ruedas.
Siempre con una apuesta firme por la más alta calidad —luego reflejada en el precio, 15.950 euros, casi un 20% más cara que la naked deportiva S1000 R—, evidente a primera vista con llamativos componentes como el grueso faro de soporte o el gran depósito de aluminio cepillado a mano y detalles menos visibles pero apreciables como las costuras de color del asiento.
Pero lo más evidente en su diseño, un inequívoco carácter roadster que le hacen un modelo único dentro de la gama BMW, un modelo que ante todo destaca por la fuerte personalidad de su estética pero también por su innovador sistema modular que permite al cliente personalizar al máximo la nineT en el momento de su compra. Y es que conjuga elementos estilísticos clásicos con motores y chasis de avanzada tecnología, ofreciendo así una doble personalidad, para disfrutar simplemente de la conducción de forma relajada o de una conducción de marcada aptitud deportiva en carreteras sinuosas.
El alto grado de personalización posible se debe al chasis de la nineT, un bastidor de tubos desarrollado específicamente para la nineT, y que cuenta con un subchasis trasero desmontable que permite elegir entre una configuración para dos personas o monoplaza. En este último caso, la estética ofrece una apariencia aún más clásica al más puro estilo de las legendarias «café racer».
A diferencia de otras bóxer de la gama, la nueva nineT cuenta con dos tubos de escape superpuestos en el lado izquierdo de la moto, que acentúan el carácter clásico. En la gama de accesorios se incluyen varias posibilidades de modificar el sistema de escape, desde uno de titanio firmado por Akrapović a otro que, utilizando un tubo de unión más corto o más largo, permite modificar la posición de los tubos de escape, montándolos más abajo o más arriba. En ambos casos, cambia radicalmente el carácter de la nineT. Resulta también diferente la suspensión delantera que, en lugar del sistema Telelever del resto de modelos con motor bóxer, monta una horquilla telescópica invertida convencional directamente heredada de la deportiva S1000 RR.
El resultado, un comportamiento a sus mandos realmente agradable, con la finura necesaria para disfrutar de jornadas de simples paseos pero con la suficiente eficacia para hacerlo a ritmo mucho más elevado del que da a entender su diseño. Fácil de conducir y muy eficaz en carreteras de curvas, el motor acompaña además con una respuesta muy viva cuando queremos rápidas aceleraciones y movernos a elevadas velocidades.