"Haremos cuanto sea posible por lograr una solución global para todos los afectados", apunta Michael Hausfeld, en declaraciones al citado semanario alemán. El consorcio ha ofrecido 1.000 dólares a los clientes estadounidenses afectados por el escándalo del fraude de los niveles de emisiones, mientras que para los clientes europeos no se ha formalizado una oferta, recuerda "Der Spegel". De hecho, en España Volkswagen ya se ha puesto en contacto con sus clientes para iniciar el proceso de reparación de los coches afectados, pero en ningún caso se ha ofrecido indemnización alguna.
En las negociaciones con la dirección de VW no debe "ignorarse" a los europeos, prosigue el abogado, según el cual no hay motivo legal para un trato diferente. Las declaraciones se producen ante la visita, la próxima semana, de los representantes legales de los afectados estadounidenses a Wolfsburg, sede central del grupo, para negociar estas indemnizaciones. La Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) de Alemania autorizó esta semana la solución técnica diseñada por Volkswagen para uno de los modelos con los motores diésel manipulados, el Amarok 2.0 TDI, por lo que el grupo ha empezado a llamar a revisión a estos vehículos para repararlos.
La BKA recordó, en un comunicado difundido el jueves, que en octubre del año pasado ordenó a la marca alemana que llamara a todos los vehículos afectados para solucionar el problema y le instó a presentar soluciones técnicas para los distintos motores, de 1,2, 1,6 y 2 litros. Volkswagen reconoció en septiembre del año pasado, tras una denuncia de las autoridades medioambientales de EEUU, que había instalado en modelos de varias de sus marcas un software que permitía manipular el nivel de emisiones sólo cuando el vehículo era testado. Tras destaparse el escándalo, que costó el puesto entre otros al entonces presidente del grupo, Martin Winterkorn, las autoridades alemanas exigieron a Volkswagen un plan para subsanar la manipulación, que afectaba alrededor de 2,4 millones de vehículos en el país.