Será la tercera generación de un modelo que llegó al mercado por primera vez en 1996 como berlina destinada a triunfar en base a un precio muy ajustado. En estos útimos años, y después de la última actualización que Skoda efectuó en 2009, el Octavia ya apuntaba algo más alto que en sus inicios, con mayores niveles de calidad, equipamientos mucho más completos y mecánicas de elevado rendimiento, que lógicamente llevó a unos precios no precisamente «low cost», que arrancaban en casi 17.000 euros y llegaban en las versiones más potentes y equipadas a superar los 30.000 euros.
Con la llegada a los concesionarios este mismo mes de diciembre del Rapid, una berlina de menores dimensiones al Octavia y cuyos precios deberían empezar por debajo incluso de los 14.000 euros, Skoda tenía que reposicionar al Octavia y, para ello, nada mejor que desarrollar una nueva generación que saldrá a la venta en marzo de 2013 cargada de mayores pretensiones y con la que rivalizará directamente con las mejores berlinas medias del segmento, Volkswagen Passat incluido.
Más grande, mejor equipada y con más personalidad estética, el nuevo Octavia es ahora más coche que antes
De entrada, las dimensiones del nuevo Octavia crecen en casi 10 centímetros de longitud y 5 de anchura, que le llevan hasta los 4,66 y 1,81 metros respectivamente. Dimensiones próximas ya a modelos como el Toyota Avensis y similar al Seat Exeo, dos de los muchos rivales a los que se va a enfrentar. Además, la distancia entre ejes se alarga de forma notable hasta los 2,69 metros, casi 11 centímetros más. Un aumento que, según la marca, se va a reflejar directamente en un mayor espacio en las plazas traseras, muy mejorado respecto al modelo actual. También el maletero gana volumen, 30 litros, llegando hasta los 590 para convertirse en uno de los más amplios del segmento.
Un mayor confort interior fruto de esas mayores dimensiones y reforzado por unos niveles de equipamiento más completos en todos los frentes. Así, entre los elementos novedosos disponibles destaca el programador de velocidad activo, el sistema de cambio automático de luces largas a cortas y viceversa, la alerta por cambio involuntario de carril, el asistente de aparcamiento, el sistema de detección de fatiga y un capó activo que minimiza los daños sobre los peatones en caso de atropello. También podrá tener un sistema automático de frenado para evitar alcances a baja velocidad y un sistema de reconocimiento de señales, aunque estos elementos llegarán meses después del lanzamiento.
Entre la gama de motores, que comprenderá al menos cuatro variantes de gasolina y otras tantas Diesel, será novedad entre los primeros el 1.8 TSI de 180 CV, mientras que en Diesel, estrena un 1.6 TDI de 110 CV que, en su versión Greenline de bajas emisiones, arroja un consumo medio de apenas 3,4 l/100 km, el más bajo a día de hoy entre las berlinas de su segmento.