No es un mercado todavía de grandes volúmenes, pero los scooters de tres ruedas van poco a poco haciéndose un hueco en el tráfico urbano, atrayendo a usuarios sobre todo de las cuatro ruedas y que nunca antes se habían planteado dar el salto a las dos ruedas. Pero con la llegada de estas versiones de tres ruedas, encontraron una solución basada en una conducción que transmite de entrada mayor confianza con la superior estabilidad que supone disfrutar de dos ruedas en el eje delantero. Un concepto que inauguró Peugeot allá por 2008 con el lanzamiento del MP3 y al que han ido siguiendo con el paso de los años algunas otras marcas, la última de ellas Yamaha, especialista en el segmento del scooter tradicional y que ha visto un posible potencial en un tipo de modelos aún por desarrollar.
Su incursión en el mercado de las tres ruedas llega a través del nuevo Tricity, y lo hace muy alejado de uno de los últimos modelos en llegar como es el Peugeot Metropolis. Porque en lugar de un motor de alta cilindrada y unas dimensiones generosas, el Tricity se conforma con un motor de 4 tiempos y 125 centímetros cúbicos que puede, por tanto, ser conducido con el carné A1. Para una mayor seguridad en la conducción, cuenta con un sistema de frenos combinados que, cuando sólo se usa la maneta delantera izquierda la frenada se aplica tanto a la rueda trasera como a las dos delanteras.
Si sólo se acciona la maneta derecha se activan entonces los frenos delanteros y si se usan las dos manetas, el sistema distribuye la presión de frenado a las ruedas delanteras y a la trasera, una especie de control de estabilidad durante la frenada que permitirá a conductores poco habituados a rodar en un scooter disfrutar de una sensación de seguridad sin duda superior. En cuanto a las llantas, son de 14 pulgadas en la parte delantera, —con neumáticos 90/80-14— y de 12 pulgadas la trasera con un neumático 110/90-12.
Con su motor de 125 centímetros cúbicos y unas dimensiones compactas, el Tricity anuncia un peso contenido, 152 kilos para convertirse en uno de los modelos más ligeros del segmento. En el eje delantero monta un sistema de suspensión formado por horquillas telescópicas de tipo cantilever con dos barras independientes para cada rueda. Las barras traseras funcionan como guías mientras que las delanteras se encargan de la amortiguación y proporcionan una gran absorción gracias a su recorrido de 90 milímetros. El sistema de suspensión de cada rueda funciona de un modo completamente independiente, para ofrecer así un tacto estable al rodar por asfaltos bacheados.
En el panel de instrumentos de tipo LCD ofrece como información un cuentakilómetros central acompañado de un reloj, un indicador de la temperatura del aire y un parcial de distancias recorridas. El diseño exterior, además de por su sistema de doble rueda delantera, está marcado por las dobles luces de posición LED, piloto trasero LED e iluminación LED para la matrícula. Estará disponible hacia el mes de julio con un precio no superior a los 4.000 euros.