El Congreso de los Diputados, en una jornada completamente inusual, ha aprobado la tercera reforma que experimenta nuestra Constitución desde que entró en vigor, hace ya más de 45 años. El artículo 49 dejará de hablar de “disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos” y a partir de ahora se referirá a “personas con discapacidad”. Es posible que alguien piense que es un retoque puramente semántico, un detallito, una pincelada. No estoy de acuerdo. Una expresión que ofende a unos cuatro millones de conciudadanos es importante.
La primera reforma, que ya tiene 32 años de antigüedad, ponía “en hora” nuestra Carta Magna con las leyes europeas en lo que se refiere al derecho al voto de ciudadanos de otros países. Algo lógico. La segunda, de 2011 (los tiempos de Rodríguez Zapatero), no fue tan amable: aquello de meter en la Constitución la “estabilidad presupuestaria” por encima de muchas otras consideraciones, algo impuesto por los poderes económicos europeos, levantó muchas ampollas, pero salió adelante como es debido: con el apoyo de más de tres quintos de los representantes de los ciudadanos y sin necesidad legal de hacer un referéndum. Como ahora.
Lo que no consigo entender, por más vueltas que le doy, es por qué la extrema derecha ha votado en contra. No es que se hayan abstenido o se hayan ausentado, costumbre esta última a la que parecen haberle encontrado el palo del gusto. Es que dijeron que no. Es decir, que prefieren que la Carta Magna siga insultando a quienes padecen una discapacidad, término este que (trato de imaginarlo) debe de parecerles asquerosamente comunista, sanchista, proetarra o cosa que lo valga.
La argumentación (de alguna manera hay que llamarlo) que expusieron en el pleno que aprobó la reforma sin duda pasará a la historia política española como uno de los más altos ejemplos de sandez que se han visto en nuestro país al menos desde la “crisis del rigodón” de 1856, cuando, en el baile palaciego con que se celebraba el cumpleaños de la reina Isabel II, el presidente del gobierno, Leopoldo O’Donnell, le pidió a la monarca que bailase con él. Y ella le dijo que no, que con él no, que prefería bailar con el general Narváez. El gobierno de O’Donnell dimitió inmediatamente, enfadadísimo, entre el “descongojo” de los ciudadanos, que se pasaron años haciendo chistes sobre aquello.
No han tenido inconveniente alguno en votar a favor. Como todos los demás diputados, sin excepción… salvo esta tropa. Que son como una mosca muerta en un plato de leche
De este voto negativo de la ultraderecha, sin embargo, estoy convencido de que no se reirá nadie. Esta gente ha votado que no, según propia confesión, porque eso significaría “votar con los separatistas” y “blanquear el gobierno ilegal de Sánchez”. Eso es lo único que dicen que les importa. A los discapacitados, que les vayan dando; que hubiesen nacido bien, ¿verdad? Normales, como la gente decente.
Están encasquillados. Otra explicación no le veo, si nos limitamos a escuchar lo que han dicho. Les importa un rábano que el partido conservador democrático y constitucional, el PP, que se lleva con Sánchez como Putin con Zelenski, los chiítas con los sunitas o los atléticos con los madridistas, se haya dado cuenta de que hay cosas más importantes que el navajeo político cotidiano, y una de ellas (no la única, desde luego) era esta de los discapacitados. Y no han tenido inconveniente alguno en votar a favor. Como todos los demás diputados, sin excepción… salvo esta tropa. Que son como una mosca muerta en un plato de leche.
Y yo creo que ahí está la clave del asunto. Cuando hay una mosca en un plato de leche todos nos fijamos en la mosca, no en la leche. Es indiferente que a los ultras les importen poco o mucho los discapacitados. Eso da igual. Por pura estadística, imagino que algunos de ellos lo serán y se tienen que haber sentido fatal al ver lo que hace su partido. Los discapacitados, para las escuadras de Abascal –prietas las filas, recias, marciales–, son nada más que un pretexto.
Lo que cuenta es la singularización política, que la gente vea que son distintos y que hacen cosas distintas a todos los demás, sean las cosas que sean. Eso está en el manual elemental de populismo para disminuidos políticos. La panda que se inventó ese asco del “que te vote Txapote” y que lleva años repitiendo lo de “pesoe, pepé, la misma mierda é”, necesitan que la gente (no toda, desde luego; solo los atelecincados de sofá y birra, los aburridos) perciba con la mayor claridad posible que ellos son distintos, que no se juntan con los demás, que actúan de otra manera. De una manera diferente a los partidos que participan del “sistema”. Como dice el desquiciado de Javier Milei, de “la casta”: término, curiosamente acuñado por Podemos en sus primeros tiempos. Esta negativa a reformar la Constitución, pues, va dirigida única y exclusivamente a los “antisistema”; a los que preferirían que todo esto reventase para imponer… pues no se sabe qué, porque Franco se murió hace mucho.
Es, una vez más, la prueba fehaciente de que nuestros ultras no forman, en realidad, un partido político: son un partido televisivo, que es lo que Trump –por poner un ejemplo; hay más– pretende hacer con el Partido Republicano en Estados Unidos. Su máxima aspiración política es recoger a aquellos que ya nacieron con todos los derechos y bienestares que les han proporcionado 47 años de democracia pero que están aburridos, hastiados, desinteresados de la acción política tradicional, del “aburrimiento consustancial a la democracia”, que decía Churchill, y prefieren algo que les sorprenda, que les haga gracia por lo menos, que les invite al pasmo o a la risotada. Ese es el modelo de sociedad abúlica y pachanguera que puso en marcha Berlusconi. Ese es Trump. Ese es Milei. Y por ahí seguido hasta Ortega Smith y sus modales de matón parlamentario.
En Alemania se acaban de manifestar decenas de miles de personas indignadas porque un partido legal (la AfD, la extrema derecha de allí) se haya reunido con neonazis declarados
Para esta gente, lo que cuenta no son las leyes, la Constitución, la política propiamente dicha o el debate en el Congreso. Lo que cuenta es X, de soltera Twitter, ese estercolero en el que miles de cobardes insultan anónimamente a quien dice lo que piensan bajo su nombre y apellidos. Esa es la gente que mira con simpatía a los pocos cientos de gamberros que van en nochevieja a la calle de Ferraz… ¿a qué? ¿A protestar por algo? No, a montar gresca y a ver si los sacan por la tele: eso era todo y vaya si lo consiguieron. Es curioso. En Alemania se acaban de manifestar decenas de miles de personas indignadas porque un partido legal (la AfD, la extrema derecha de allí) se haya reunido con neonazis declarados. Aquí, la extrema derecha apoya y ampara a los caralsoleros de Ferraz, muchos de los cuales llevaban también enseñas nazis (otros llevaban banderas cuyo significado auténtico seguramente ignoraban) y nadie sale a la calle por eso. El mentado Ortega Smith fue incluso a hacerles compañía. Muy propio de él.
Así que pobres discapacitados, humillados y ofendidos por una tropa que mantiene una concepción inequívocamente menor, lúdica, a escala reducida o disminuida, de lo que es la política, de lo que es la vida y la dignidad de los demás. Lo espeluznante del asunto es que ni ellos mismos se dan cuenta de lo que en realidad sucedería con la vida de todos, con la vida pública, incluso con su propia vida, si llegasen a tener éxito. Echaríamos de menos la España de la “crisis del rigodón”. Seguro.
mamaSofi
qué asco das, Algorri; te leo por el morbo de ver si te superas
Arcano1964
Algorri, ¿se ha leído la nueva redacción? léasela y nos explica "... Asimismo, fomentarán la participación de sus organizaciones, en los términos que la ley establezca. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y los menores con discapacidad" ¿La ONCE elevada a secretaría de Estado? ¿Porqué los hombres volvemos a ser pateados? (al menos, hasta el momento no era en la Constitución, aunque sí en resoluciones del TC) Acuérdese de esto: cuando el sabio señale la luna, no mire al dedo.
miguelmunca@gmail.com
Lo primero que quiero decirle es que su inquina hacia Vox le delata. En segundo lugar yo creo que lo que de verdad importa es que los discapacitados estén bien atendidos, pero aquí parece que resuelta la disquisición semántica ya está todo, luego que les den si piden ayudas las familias (como los enfermos de ELA...), pero es el problema de esta sociedad enferma de corrección política. Somos muy progres de palabra y luego nos olvidamos de lo que de verdad importa y en eso el Sanchismo es el campeón y el PP con su seguidismo el subcampeón. En mi opinión luchar contra esta hipocresía es honesto y esto pasa por desenmascarar a todos estos farsantes de PP/PSOE
Juan Prim i Prats
Es indiferente si el señor Algorri escribe sobre política, economía, historia o el sexo de los ángeles. Si no sale la palabra "extrema derecha" o cita a Franco o a Abascal, Dios mata a un gatito. Bravo. Uno no sabe si está leyendo un artículo del citado articulista o escuchando a Nieves Concostrina. Qué nivel, Maribel.
k. k.
Este es, con mucho, uno de los artículos más lamentables y ridículos del señor Algorri. Resulta patético verlo rebuscar en Vox a ver qué puede sacar para criticarlo, cuando la basura que esparce la izquierda a su alrededor es de un hedor insoportable. Vamos a ver si nos entendemos, semánticamente minusválido, disminuido y discapacitado es exactamente lo mismo. Aunque usted le llame de formas diferentes, el discapacitado será siempre discapacitado. Y no es ningún insulto. Es una realidad. Cada uno tiene sus dispacacidades. Por ejemplo, yo. O usted, indudablemente. La lengua evoluciona. Por eso el excusado, pasó a taza, luego a retrete, luego a váter, y así hasta el infinito. Se le va cogiendo asco, se le suman connotaciones. Pero mire por donde lo mire, es un váter. Una persona que tiene las capacidades disminuidas era disminuido, ahora es discapacitado, y después tendrá otro nombre. ¿Qué importancia tiene cuando hay etarras en el gobierno y la gente no llega a fin de mes? Cero. Y resulta ridículo su artículo porque critica a Vox, que es el único partido que defiende a los disminuidos, los de ELA, por ejemplo. También el único que evita que se les aborte. Pienso por ejemplo en el síndrome de Down y de gente maravillosa a la que conozco con esta "disminución". Tienen una serie de dificultades que nosotros no tendremos nunca. Y eso no es ningún insulto. Es una realidad. Entonces dígame, qué hacemos con los disminuidos, ¿los matamos a escondidas y así nos evitamos el "insulto"? ¿Les dejamos sin ayudas? ¿Los sacamos de los centros especializados? Qué estómago, señor Algorri, qué estómago.
betibe
Gorrigorri: VATPC HDP.
Petrarca
Tienes, Algorri, una fijación con VOX. Se entiende por la Fe que profesas. Lo que sí te debe parecer bien es que las discapacitadas tengan preeminencia sobre los discapacitados. ¿Y les discapacitades? Esa capacidad que tienes en ahondar sobre las maldades de VOX, puedes trasmitirlas a todos y cada uno de los barones del PP que gobiernan con VOX. ¿Qué les dices a ellos? Sin VOX, habría habido otras elecciones o gobernaría tu amado Feijóo, el que prometió ni agua al socialismo y atacarlo por Tierra, Mar y Aire. ¿Y qué me dices de los afectados por ELA? ¿No son discapacitados? Pero claro, la propuesta vino de VOX. Por ello, tus argumentos no valen.
Trimegisto
A la extrema izquierda hay que explicarle todo con manzanas. O no saben leer o no quieren entender lo que leen. O no quieren siquiera quieren leer para informarse y se contentan con difamar. Cosas de la izquierda. La ley discrimina al varón discapacitado frente a la mujer discapacitado ¿no es suficiente, Algorri? Hay que ver la izquierda cómo dice defender a los discapacitados, pero solo a aquellos que consiguen nacer. Como es causa para abortar, pues muchos de ellos directamente no nacen. Señores de la extrema izquierda: por favor, no me protejan.
mariem
Cambiar disminuidos por discapacitados son florituras del léxico que nada de provecho quitan o aportan a las personas afectadas. En la práctica ambos vocablos vienen a tener un significado similar. Quien por capricho de la madre naturaleza nace ciego o sordo tiene una discapacidad para ser por ejemplo piloto de aviones, o sea, tiene disminuido su abanico de posibilidades para toda clase de trabajo. Ni bien ni mal me parece que se haya cambiado el vocablo en la Constitución, pero lo importante es ¿les aportará a los afectados algún beneficio el cambio de denominación? Me lo expliquen.
KVLT
Pues mire usted. La ultraderecha, que somos todos menos ustedes, está un poco harta de esta obsesión de los estados por tutelar el lenguaje. Algunos hasta hemos leído a Orwell, y no nos quitamos de la cabeza muchas de sus advertencias.
Davidoff
Aunque en el fondo coincido con usted, señor Algorri, en la forma he podido percibir otra cosa que inmediatamente me ha hecho reafirmar una antigua decisión: la de no leer sus diatribas. Y, en contra de lo que escribe, yo no veo en el plato la leche (como no sea la mala), o la mosca... Lo que veo, es la abundante bilis. Eso no puede ser bueno; debería hacérselo mirar.
Wesly
Aquí tenemos una vez más al Sr. Algorri mintiendo y manipulando, como corresponde a todo aquel que está al servicio del departamento de agitación y propaganda del PSOE de Pedro Sánchez. A efectos prácticos, cambiar disminuidos por discapacitados en la Constitución no aporta cambio alguno. Es un tema semántico Pero el cambio al artículo 49 de la Constitución no se ha limitado a eso. Ha incluido un párrafo que indica: "Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y niñas con discapacidad". Este cambio no lo cita el Sr. Algorri porque supone privilegiar a las mujeres frente a los hombres, lo que está prohibido por el artículo 14 de la Constitución. Es un añadido inconstitucional. Por eso VOX se ha negado a aceptarlo. Por otra parte, quienes se manifiestan frente a la sede del PSOE lo hacen para protestar contra la impunidad selectiva (prohibida por el artículo 14 de la Constitución) que supone la ley de amnistía, cuyo único fin es comprar los votos de los delincuentes para que Pedro Sánchez pueda seguir disfrutando de su estancia en La Moncloa. Sr. Algorri, es Ud. un mentiroso y un manipulador.
Lenora
Cambian la palabrita porque se sienten aludidos, punto. Y tienen motivos de sobra para ello.
Setre
Gentuza como este burdo y manipulador periodista son los que inoculan odio y enfrentamiento a la sociedad. Mentir de esa manera para desprestigiar al q odias pq piensa distinto es muy miserable. Da vergüenza q un medio serio como Vozpopuli mantenga , no a alguien que puede pensar lo q quiera, sino a un manipulador y mentiroso tan grosero. https://www.google.com/amp/s/www.infobae.com/espana/2024/01/18/los-5-motivos-de-vox-para-votar-no-a-eliminar-el-termino-disminuidos-de-la-constitucion/%3foutputType=amp-type
vallecas
Ustedes los de extrema izquierda, D. Luis, los que apoyan a asesinos terroristas, a golpistas, a los que atentan contra la Constitución y contra los derechos de todos los Españoles, ustedes extrema-izquierda cercanos a las narco-dictaduras y a al comunismo totalitario, necesitan algo, cualquier cosa, algo que les permitan dormir, algo para poder mirar a sus vecinos a la cara. El término disminuido no tiene ningún sentido peyorativo, es un sinónimo de discapacitado. Incluso alguien podría sentirse ofendido ¡¡-Oiga, que es eso de que yo no estoy capacitado¡¡ Usted mismo D. Luis ha reconocido ser una persona disminuida, "Que ha perdido fuerzas o aptitudes (RAE) Todo esto es una farsa que sirve para escribidores extremistas como usted sigan dividiendo a la sociedad . Son creadores de Odio.