Opinión

El estudio de la Reserva Federal que el BCE debería leer

Por favor, absténganse de subir de manera notoria los tipos de interés oficiales porque su impacto en la inflación será marginal, mientras podrían hundir la actividad económica

  • El presidente de la Fed, Jerome Powell. -

Desde principios de año, los precios de determinadas materias primas energéticas vitales para empresas y familias, como el petróleo o el gas, han subido fuertemente debido al empeoramiento de las expectativas sobre la oferta mundial tanto de petróleo como de gas. También se ha producido una aceleración de la inflación en los Estados Unidos y en la Zona del Euro, así como un fuerte aumento de la pendiente de las trayectorias previstas de los tipos de interés oficiales en ambas economías. Estos factores, combinados con la posibilidad de una desaceleración del crecimiento, han hecho que las perspectivas de inflación sean bastante inciertas. La pregunta clave, por lo tanto, es ver cómo podrían afectar las subidas de los precios del petróleo y de los tipos de interés a las perspectivas de inflación a corto plazo. Para responder esta cuestión, nos basaremos en un artículo muy reciente de economistas de la Reserva Federal de New York: “How Could Oil Price and Policy Rate Hikes Affect the Near-Term Inflation Outlook?

En este trabajo, los autores combinan la descomposición de la oferta y la demanda de los precios del petróleo del Informe sobre la Dinámica de los Precios del Petróleo de la Reserva Federal de Nueva York (New York Fed’s Oil Price Dynamics Report) con los datos de la curva de rendimientos de la deuda soberana para cuantificar la probable trayectoria de la inflación en Estados Unidos y la Zona Euro durante los próximos doce meses.

Los tipos de interés de los bancos centrales

A lo largo de este año, la fijación de precios en los mercados financieros se ha visto impulsada en gran medida por los cambios en las expectativas sobre la trayectoria de los tipos de interés oficiales de los principales bancos centrales. Para obtener medidas cuantitativas de estas expectativas cambiantes, los autores utilizan información de las curvas de rendimiento de los bonos del Estado en Estados Unidos y la zona del euro. Concretamente, las estimaciones de la curva de rendimiento de cupón cero para Estados Unidos, procedentes del Consejo de Gobernadores de la Reserva Federal, y para Alemania, procedentes del Bundesbank. Los datos muestran claramente que las trayectorias previstas de los tipos de interés oficiales para los dos bancos centrales han aumentado considerablemente, especialmente desde marzo. También muestra que se espera que la política monetaria estadounidense sea más restrictiva que la de la zona del euro en los próximos dieciocho meses.

A continuación, los autores aprovechan la información contenida en la descomposición del precio del petróleo, los tipos de interés a corto plazo y los diferenciales forward de los tipos de interés a corto plazo para evaluar la trayectoria probable de la inflación en los próximos doce meses. Tanto los precios del petróleo como las expectativas de la senda de la política monetaria pueden comportarse de forma no lineal, donde los periodos de cambios volátiles van seguidos de periodos de cambios poco volátiles y viceversa. Esto podría sugerir que estas variables tienen una importancia diferente para las distintas partes de la distribución de la inflación, por ejemplo, las colas frente a la mediana. Para tener en cuenta todo ello, los autores utilizan regresiones cuantílicas que pueden relacionar por separado las distintas partes de la distribución de la inflación con las variaciones de los componentes del precio del petróleo, los tipos de interés a corto plazo y las expectativas de los tipos de interés oficiales. En concreto, emplean dos conjuntos de regresiones cuantílicas para poder prever la inflación durante el próximo año: el primero modeliza el cambio en los primeros seis meses del horizonte de previsión, y el segundo conjunto modeliza el cambio de la inflación en los seis meses siguientes.

Previsiones de inflación par Estados Unidos y Zona Euro

Los resultados muestran que si en enero, la previsión más probable para la inflación estadounidense de finales de 2022 era de alrededor del 5,8% interanual, en mayo la previsión más probable para la inflación estadounidense de mediados del segundo trimestre de 2023 era de alrededor del 6,5%. El aumento de la inflación del IPC estadounidense desde enero, junto con la serie de perturbaciones adversas de la oferta de petróleo durante el período, hizo subir la trayectoria probable de la inflación estadounidense. La distribución de las previsiones de inflación más recientes parece más sesgada a la baja, lo que sugiere que, aunque las tasas de inflación medias implícitas en las dos distribuciones se han desplazado al alza, la distribución de mayo de 2023 sugiere más riesgo a la baja que en diciembre de 2022.

Para la zona del euro, en comparación con Estados Unidos, hay un cambio mucho más dramático en las distribuciones entre las dos fechas, con las tasas de inflación interanual proyectadas de la zona del euro desplazándose significativamente. Si en enero, la previsión más probable para la inflación europea de finales de 2022 era del 4,3% anual, en mayo la previsión más probable para la inflación europea de mediados del segundo trimestre de 2023 era superior al 7%. La distribución de la inflación de la zona del euro en mayo de 2023 también parece relativamente más simétrica que la de la inflación de Estados Unidos: la probabilidad de que la inflación sea igual o inferior al 5% en la distribución de la zona del euro es de aproximadamente el 5%, mientras que esta probabilidad es de aproximadamente el 22% en la distribución de Estados Unidos.

En ambas regiones, en definitiva, se prevé que la inflación se reduzca ligeramente, pero seguirá siendo elevada en mayo de 2023. Las distribuciones de las previsiones indican, sin embargo, una mayor probabilidad de una relajación de la inflación mayor de la prevista en Estados Unidos en comparación con la zona del euro. La relajación de la inflación prevista en Estados Unidos se debe principalmente a la inversión del impacto inflacionista de las recientes perturbaciones de la oferta de petróleo y al endurecimiento de la política monetaria, mientras que en la zona del euro el endurecimiento de la política monetaria tiene un impacto menos importante. Obvio, la inflación es completamente de oferta. De ello se deriva una lección para el BCE. Por favor, absténganse de subir de manera notoria los tipos de interés oficiales porque su impacto en la inflación será marginal, mientras podrían hundir la actividad económica.

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