Podemos usó alguna vez la expresión, por ejemplo en septiembre de 2022: "no estamos dispuestos a ser el pagafantas de la unión de las izquierdas". En realidad, tienen todo el derecho a no subordinarse a Yolanda Díaz a cambio de nada. Lo que llama la atención es que no digan lo mismo de su relación con los separatismos, que son quienes le han comido la tostada en los últimos diez años. Pensemos en Iñigo Errejón, que habla catalán en el Parlamento, esconde rojigualdas en la cartelería para no ofender a Compromís y elogia abiertamente a Bildu para que luego Más País reciba cero escaños en esas autonomías. Los separatistas, frustrados por no poder sacar a sus territorios fuera de España, decidieron sacar a España de sus territorios , así que la existencia de una izquierda podemita que odia a nuestro país más que ellos es una bendición política.
A pesar de haber prometido que iban a tejer una alternativa patriótica para hacer frente a la derecha, lo único que han conseguido Podemos y Más Madrid es comprar al por mayor las tesis indepes, sin hacerles nunca ni un solo reproche. ¿Que Cataluña recortó un 8,8% el gasto social durante el Procés? Me callo porque un cuestionamiento les puede sonar a facha. ¿Qué el PNV se dedica a explotar la debilidad de Pedro Sánchez para obtener privilegios? Me escondo porque considero que son la derecha más civilizada de Europa. ¿Qué hay elecciones en Galicia y Podemos no tiene posibilidades? Sale Pablo Iglesias pidiendo el voto para el BNG, ya que cualquier antiespañol es nuestro amigo. Así andamos , entre la comedia y el suicidio político.
Partidos pagafantas
¿Por qué cuesta tanto a la izquierda del PSOE querer a España? La respuesta es dolorosa por su frivolidad. En el año 2017 tuve quince minutos off the record con un alto cargo de Podemos y me lo explicó así de crudo: "Piensa que Iñigo y Pablo se han socializado en ambientes ‘indepes’: novias de izquierda abertzale, de Esquerra Republicana, mucho rock radical vasco, mucho Obrint Pas…renunciar ahora a eso es renunciar a sus biografías y relaciones personales. Nunca van a hacerlo", lamentaba. Por eso pueden posar con ikurriñas, senyeras y banderas independentistas galegas pero no con rojigualdas. Por eso han dejado huérfanos a los votantes de la izquierda del PSOE que se sienten españoles. Y por eso están más cómodos con Enric Juliana (un mayordomo de cualquiera que tenga poder) que con Manolo Monereo (un estratega nacional-popular con un proyecto sólido para la España de abajo).
¿Se puede construir un país con quienes aspiran a desmembrarlo? Casi cualquier votante actual sabe que no
Iglesias, Errejón y Díaz son tan inteligentes y han leído tanto que compran a Xavi Domènech el delirio de un nuevo pacto de San Sebastián, casi un siglo después de aquel agosto de 1930. Hablamos de una alianza de la izquierda y el independentismo para firmar una España confederada, plurinacional y republicana. ¿Se puede construir un país con quienes aspiran a desmembrarlo? Casi cualquier votante actual sabe que no y por eso los tres partidos de la izquierda del PSOE se desploman en apoyo popular con cada nueva cita con las urnas. Estamos ante la auténtica izquierda pagafantas: año tras año elogiando a los ‘indepes’ para que el día de la verdad ellos triunfen en las urnas mientras tú celebras conseguir un diputado o superar en votos al Pacma. Del sorpasso al bajonazo.
Mercurio
No solo son pagafantas de los nacionalismos, sino de la alta burguesía, que es la promotora y beneficiaria de todos los micronacionalismos como los de Cataluña, Euskadi y todos los que vendrán. Esto es algo tan elemental y sabido que solo unos ignorantes como los izquierdistas de España pueden desconocerlo.
Norne Gaest
La extrema izquierda es el tonto útil del nazionalismo, y la derecha socialista el socio oportunista. Sobre las razones de que la extrema izquierda se compinche con los nazionalistas y al final sea devorado por ellos, y más allá de las anécdotas de la Yoli, el Iñido o el Pablo, la cosa tiene más trayectoria. Pensemos, por ejemplo, en el PSUC, poderoso partido que era la sección catalana del comunismo español, con bases obreras numerosas, que se subsumió en Iniciativa por Cataluña, más independentista que otra cosa, y que al final ha quedado en la irrelevancia o cuasi desaparición. El nazionalismo regional, tribal y separatista ha demostrado ser más poderoso que las izquierdas. De hecho, el PSC sobrevive en Cataluña haciendo el juego al soberanismo. Con lo cual la cuestión sería que la izquierda, aparte de venderse o compincharse con los enemigos de la nación, aunque sean nazis, no tiene discurso sólido y ha de apelar a la propaganda, a lo emocional, a falacias que solo los ignorantes creen: la izquierda como representante de los oprimidos, los modestos, la igualdad, la justicia social, el progreso y la libertad, frente a rela derecha representante de los opresores, los poderosos, el capitalismo explotador, el machismo y el oscurantismo moral. Esta es, en mi opinión, la cruda realidad. Buena parte de los políticos viven del cuento, del engaño, en lo que son maestros, y buena parte de los electores son embaucados y no saben lo que votan, aunque, eso sí, están convenientemente fanatizados por los anteriores.
Elnota
Esta gente son líderes de la nada. Oportunistas buscando su bienestar Izquierda unida dejará pronto a Yoli Sólo les queda olisquear en la mesa de los independentistas o adherirse a los vaivenes de la inconsistencia de Zp Sánchez
UnodeTantos
Una cosa es matar al enemigo en combate y otra, muy distinta, ejecutar a un millar de soldados enfermos a machetazos tras mantenerlos cautivos durante un año. A principios de 1814, tropas del bando de los llamados libertadores se afanaron en ejecutar a españoles cautivos en las mazmorras de Caracas. Dado que la pólvora era escasa y cara, también se emplearon sables y picas para asesinarlos, sin importar que estuvieran heridos e inmóviles. Este tipo de matanza desplegada en las Guerras de Emancipación no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia establecida para la eliminación total de «la malvada raza de los españoles», como denuncia el catedrático y escritor Pablo Victoria en su libro «El terror bolivariano» (La Esfera de los Libros). El hombre que ideó aquel plan se llamaba Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar, un descendiente de españoles. Y no acaban en estos hechos el odio de Bolivar a los españoes y a España. Hace muy bien el Rey en rechazar cualquier cosa que venga del asesino de españoles que fue Bolivar. Por eso los comunistas, los golpistas separatistas les molesta que el rey no se humille, porque son tan antiespañoles como Bolivar.