Opinión

No seas un 'faquin mileurista'

He visto vídeos de chavales que apenas acaban de superar los 10 años. Cuentan que ganan 30.000 al mes y se quedan tan a gusto

  • Llados, influencer

Se ha puesto de moda en Internet que chavales de 14 años nos expliquen que somos unos miserables porque no somos ricos, con lo fácil que es. Están las redes plagadas de vídeos con críos dispuestos a darte la clave de cómo hacerte millonario, a través de un curso que han creado y por un módico precio. O no tan módico, pero al fin y al cabo, ¿Qué son 500 o 1.000 euros cuando vas a ganar más de 300.000 al año?

La clave que te desvelarán en el grandioso curso, que consta de una serie de vídeos mareando la perdiz, es algo tan sencillo como que hagas un curso explicando cómo hacerte rico y que se lo vendas a otros retrasados como tú, e incluso mientas con lo que estás ganando actualmente, para convencerlos. Es decir: te estafo y te explico que estafes a otros si quieres recuperar tu pasta.

Su público efectivo no somos usted ni yo, sino otros niños que están pasando los ratos muertos viendo vídeos en Internet a lo tonto, en lugar de estar estudiando o jugando con otros críos

Este tipo de prácticas me resultaba gracioso cuando lo veía en los anuncios de Youtube, protagonizados por veinteañeros que nos hablan de la libertad financiera. Y siempre he pensado que si eres tan idiota como para pagar entre 1.500 y 3.000 pavos a un flipadillo con sudadera, para que te enseñe a no dar un palo al agua en la vida y vivir bebiendo mojitos en una playa del Caribe, te mereces que te estafen. Aunque he de reconocer que, al menos, estos se lo curraban un poco, ya fuera vendiendo su método infalible para invertir en criptomonedas, ya fuera con inversiones inmobiliarias o en bolsa, o incluso con negocios mediante e-commerce, todos te vendían un curso con un método mágico que te promete la libertad financiera. Estos expertos en ventas mediante el embudo de marketing, lo que te prometen es libertad, tiempo. Tiempo para disfrutar de tu familia y amigos, de lo que te gusta en la vida. Tiempo para ser feliz. Porque ahora ser millonario es tener tiempo, por lo visto.

Pero lo de los niños me ha impactado. He visto vídeos de chavales que apenas acaban de superar los 10 años. Cuentan que ganan 30.000 al mes y se quedan tan a gusto. Lógicamente, su público efectivo no somos usted ni yo, sino otros niños que están pasando los ratos muertos viendo vídeos en Internet a lo tonto, en lugar de estar estudiando o jugando con otros críos.

No puedo pasar por alto que quizá toda esta moda de hacer vídeos denigrando a quien no lo está pasando bien económicamente o incluso al que tiene un trabajillo normal y decente, porque podría ser millonario y está malgastando su vida siendo un “faquin mileurista”, viene de este tipo de pelo rubio teñido, cuerpo tatuado y músculos ciclados, llamado LLados.

Lo que he encontrado es que con el tiempo acaban desapareciendo de Internet o durmiendo en la calle entre cartones y buscando comida en los contenedores de basura, como el caso de un pobre hombre que sigue subiendo vídeos a sus redes y contando al mundo sus miserias, tras haberlo perdido absolutamente todo

Reconozco que soy muy fan de este personaje y lo he seguido durante mucho tiempo. Repito para quien no lo haya entendido bien: fan del personaje. He visto su contenido como quien ve una serie cómica, esperando el dramático final. Incluso he seguido a algunos de sus más fervorosos alumnos, para ver cómo conseguían ese primer millón prometido por su líder. Sin embargo, lo que he encontrado es que con el tiempo acaban desapareciendo de Internet o durmiendo en la calle entre cartones y buscando comida en los contenedores de basura, como el caso de un pobre hombre que sigue subiendo vídeos a sus redes y contando al mundo sus miserias, tras haberlo perdido absolutamente todo, pero que aún así sigue convencido de que su crecimiento personal ha sido “faquin brutal, bro”. Y, desde luego, ya no es un “faquin mileurista”.

Quién querría que estudien y vayan a la Universidad, donde hoy en día no hay libertad de expresión y los centros universitarios del país están tomados por esperpentos encapuchados que se llaman antifascistas y que llevan 15 años en Políticas o en Filosofía, carreras tan complicadas

Es esta una lección que no van a aprender los gurús de las criptomonedas, la bolsa, las inversiones inmobiliarias o el e-commerce, pues estoy segura de que nos van a seguir taladrando con sus métodos infalibles para poder grabar vídeos con una piscina de fondo, aunque seguramente sí que tendrán más cuidado a la hora de prometer una libertad financiera que ellos mismos desconocen, porque a cuento de qué va a estar alguien, que está forrado y tiene todo el tiempo del mundo para tocarse el ombligo a dos manos, haciendo cursos y vídeos para venderlos. Sí, claro, se me olvidaba que son personas muy altruistas que lo hacen porque les parecería muy egoísta guardar su secreto para ellos solos y lo quieren compartir contigo para que tú también seas feliz. Y yo sigo pensando que te mereces que te estafen. Es una lección muy cara que tienes que pagar, pero a lo mejor así espabilas.

La infancia, cada vez más corta

El problema son los niños. Cómo decían en los Simpson: ¿es que nadie piensa en los niños? ¿Qué va a ser de estas criaturas, que con 12 o 14 años tienen como gran aspiración conseguir grandes cantidades de dinero engañando a otros, como ellos fueron engañados?. Aunque, mirándolo bien, quién querría que estudien y vayan a la Universidad, donde hoy en día no hay libertad de expresión y los centros universitarios del país están tomados por esperpentos encapuchados que se llaman antifascistas y que llevan 15 años en Políticas o en Filosofía, que es que son carreras muy complicadas. La Secretaria General de no sé qué sindicato de estudiantes de no sé cuantitos tiene 30 años. Cuando se quiera licenciar se jubila.

Qué difícil ser niño hoy y qué complicado se lo hemos puesto a los pobres. La infancia cada vez es más corta y menos divertida.

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