Sociedad

Mónica Lalanda, la doctora cuyo puesto está en juego por hablar contra el sistema

¿Qué debe de prevalecer, la denuncia de un sistema sanitario plagado de contratos precarios a los médicos? o ¿El código ético y deontológico entre colegiados? El caso de la doctora Mónica Lalanda ha abierto un interesante debate en la comunidad médica que podría costarle un año de inhabilitación profesional. 

  • Ilustración de la doctora Mónica Lalanda extraída de su blog.

Lo que se inició en el blog personal de la doctora Mónica Lalanda, Medicoacuadros, como “una abstracción” personal de su propia experiencia en el servicio de Urgencias del hospital General de Segovia ha acabado con la apertura de un expediente disciplinario que le puede suponer un año de inhabilitación profesional y el auge de una auténtica cruzada en redes sociales sobre la libertad de expresión bajo el hashtag #ExpedienteMonica

Para entender todos los hechos hay que remontarse a junio de 2016, cuando la doctora, desanimada por la situación laboral en la que se encontraba, decidió renunciar a su puesto de trabajo y escribir una entrada en su blog contando su experiencia. En el escrito, titulado ‘Querida explotación laboral: te dejo, no cuentes ya conmigo’, Lalanda delataba públicamente la “precaria situación laboral del servicio sanitario” y personalizó algunas de sus quejas en el jefe del servicio de Urgencias de Segovia. Sus críticas no cayeron en saco roto y, de forma totalmente inesperada para ella, dicha entrada generó un aluvión de visitas y mensajes de apoyo por parte de colegas de profesión, convirtiendo su reflexión en viral.

Pero, no todo fueron apoyos. El jefe del servicio de Urgencias, junto con 12 compañeros de Mónica, decidieron denunciarla por sentirse ofendidos ante sus críticas. Comenzó entonces una seguida de denuncias entre colegiados y el resultado le llegó a Lalanda como les llega el carbón a los niños que se han portado mal: el día de Reyes de 2017. El 5 de enero, Lalanda recibió la notificación mediante la que se le comunicaba que se había iniciado la apertura de un expediente disciplinario contra ella por parte del Colegio de Médicos de Segovia que podría costarle un año de inhabilitación profesional y una mancha en su expediente para toda la vida. 

¿Un ataque a la libertad de expresión?

Semanas más tarde, la doctora volvió 'al ataque' bloguero y nuevamente Internet se volcó con ella. Médicos, enfermeros, abogados... no dudaron en dejarle un mensaje. En 48 horas se mencionó su perfil en Twitter @mlalanda más de 10.000 veces y fue trending topic en España y en Madrid al día siguiente de colgarlo. La revolución ese día se debió al debate generado entre los usuarios: ¿Lalanda recibía la posible sanción por haberse denunciado la precariedad laboral en la red? ¿Era un ataque a la libertad de expresión? Internet entero condenó este hecho pero lo cierto es que, según explica el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, "el expediente no se ha abierto por coaccionar a la doctora y evitar que se exprese libremente. De ninguna manera. De hecho, el Colegio de Médicos está de acuerdo en todo lo que Mónica viene a denunciar sobre la precariedad del sistema sanitario- recalca-. Se abre porque nos llegaron unas denuncias entre colegiados y al escuchar a ambas partes la Comisión Deontológica entiende que la doctora Lalanda ha podido incurrir en la vulneración de los artículos 37.3 y 38.3 del Código Dontológico de la Organización Médica Colegial (OMC) al utilizar ciertos adjetivos en contra de su jefe".

El Colegio de Médicos está de acuerdo en todo lo que Mónica viene a denunciar sobre la precariedad del sistema sanitario

Estos artículos hablan de los deberes de los médicos, en concreto, apuntan que las discrepancias entre ellos no han de propiciar su desprestigio público. "El agravante para ella es que hace unas manifestaciones en la persona de su jefe, que es conocido en Segovia y en Segovia solo hay uno en el servicio de Urgencias público, por tanto, se le identifica plenamente", explica.

Sin embargo, Guilabert ha querido aclarar que el deber del Colegio de Médicos es amparar a los dos colegiados por igual y que, antes de enviar el expediente, se trató de llegar a un acuerdo entre ambas partes denunciantes (el jefe de servicio y la doctora Lalanda) pero finalmente "no salió adelante". Por ello, no hubo más remedio que iniciar un proceso sancionador para que el caso se investigase en profundidad. "Lo que está en juego es averiguar si Mónica ha vulnerado los artículos y con sus palabras ha difamado la imagen profesional de su jefe de Urgencias", comenta.

Las pruebas

Por el momento, pruebas contra el jefe "no se encuentran. "El acoso al que se refiere Lalanda no se ha podido demostrar todavía", confirma. Sin embargo, contra Lalanda sí existen pruebas. Están sus propias denuncias en papel. No obstante, asegura: "todavía está por esclarecerse el veredicto final y si resultara culpable de los hechos tampoco significa que vaya a obtener una sanción de un año de inhabilitación. Esa es solo una posibilidad, al igual que podría ser que todo se esclareciera con un apercibimiento", manifiesta Guilabert. 

Por su parte, Lalanda niega que su entrada en el blog haya difamado a personal del hospital de Segovia. “Mis compañeros del servicio de Segovia son unos excelentes profesionales, fantásticos médicos, abnegados, generosos y dedicados. La entrada al blog nunca trató de ellos”, asegura. Pero lamentablemente “yo repondo de lo que escribo no de cómo se lea”, indica.

Expuestas ambas partes, la decisión final está en manos del instructor y secretario, quienes decidirán si hubiera sanción para Lalanda.

Los contratos precarios ¿son reales?

Mientras espera 'sentencia', para Lalanda lo más grave de toda esta situación es que el Colegio de Médicos se haya centrado en estos detalles ‘nimios’ para ponerle la denuncia en vez de en el mensaje que quiso transmitir con su blog: reflejar una situación precaria laboral que es generalizada en todo el sistema sanitario español. “El objetivo de mi entrada fue generar un debate en aras de converger en sinergias que mejoraran la situación de los médicos y por extensión una mejor atención en los pacientes y usuarios de la sanidad pública. Para los médicos, por encima de los derechos de los pacientes, no debe haber nada”, lamenta.

Una reflexión que viene avalada por los datos que arroja el último estudio de la OMC de España en el que se refleja que en 2015 la mitad de los trabajadores que se encuentran prestando servicios en el Sistema Público lo realizan en una situación de inestabilidad y/o irregularidad y el 41% de los médicos sin plaza trabajan con contratos precarios.

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