Gritos, amenazas, golpes y disparos. Una reyerta entre clanes familiares se saldó este miércoles con un herido por arma de fuego en el barrio de Almanjáyar del Distrito Norte de Granada. A plena luz del día, decenas de personas de dos familias de etnia gitana enfrentadas participaron en una sonora pelea que pudo acabar en tragedia. La Policía Nacional investiga el caso y analiza las imágenes a las que ha tenido acceso Vozpópuli, ya que por el momento no se han producido detenciones.
Según las primeras informaciones, la riña comenzó por una discusión entre miembros de estos clanes familiares, que son conocidos en la zona. Era mediodía y a la reyerta se fueron uniendo cada vez más personas. Todo ocurrió en la plaza Rey Badis. El caos se desató mientras varias mujeres que participaban en la pelea se revolcaban y golpeaban en unos jardines. Pero en un momento dado, el suceso fue a más cuando al menos un varón sacó un arma de fuego y comenzó a realizar disparos.
En las imágenes a las que ha tenido acceso este periódico, se contabilizan al menos tres detonaciones. Al menos una de ellas alcanzó a una persona que resultó herida por arma de fuego y que tuvo que ser trasladado al Hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación de Granada, donde se vivieron también momentos de tensión al acudir numerosos familiares de la víctima en estado de nerviosismo. No obstante, la vida del herido no corre peligro.
Tras la reyerta, agentes de la Policía Nacional, entre ellos de la Policía Científica, se desplazaron al lugar de los hechos para recabar vestigios sobre lo ocurrido, especialmente en lo relativo a los disparos. En el vídeo se observa cómo el tirador encañona a varias personas con un arma corta que detona y recarga en varias ocasiones. También se utilizaron en el enfrentamiento otras armas como un espray de pimienta, que causó un herido leve, según confirman fuentes de la Policía Nacional.
Sin víctimas mortales
"¿Pero quién está pegando tiros?" Hasta algunos de los participantes en la riña se sorprendían por el grado de violencia que había alcanzado el enfrentamiento. Otras mujeres protestaban por no haber dado respuesta a sus adversarios: "Han matado a todos y no os habéis metido ninguno". Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas mortales en la reyerta, aunque la sangre estuvo muy cerca de llegar al río.