Tengo una amiga que desde hace unas semanas siempre viste kimono para estar en casa. Dada mi ingenuidad pensaba que era una moda pasajera o alguna técnica de seducción producto de las excesivas lecturas eróticas de comic manga… Sin embargo, la realidad es muy cruel y ella me ha confesado que es producto del exceso de sushi insípido que está invadiendo Madrid y mucho langostino peleón que se encuentra uno nadando en penoso aceite de soja.