Una de las cuestiones más paradójicas de nuestro tiempo es la apropiación por parte de una serie de fuerzas políticas, variopintas entre sí, pero sobre todo caracterizadas por su fobia al progreso verdadero que no es otro que el fundamentado en la libe

El martes pasado, durante la Junta Directiva que celebró SGAE para convocar las elecciones anticipadas tras la reprobación de las cuentas de 2013, el presidente José Luis Acosta propuso convocar una Asamblea Extraordinaria para someter de nuevo a votación esas cuentas. Escondió ese día un informe jurídico -y una addenda- al que Vozpópuli ha tenido acceso y confirmaba la ilegalidad de la propuesta.

Natalia Garzón, que llegó a la SGAE durante el mandato de Antón Reixa, coincide con el inicio de las asambleas territoriales de la entidad para aprobar las cuentas correspondientes a 2013, en el que los ingresos sociales de la entidad por la recaudación de derechos de autor por obras de los socios descendieron un 12,1% respecto a 2012 y se situaron en 10,3 millones de euros.