España

Sánchez exprime sus diferencias con Bildu para salvar el pacto con el PNV: "ETA fue una banda terrorista"

Sánchez vuelve a atacar a la actitud del candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, de no reconocer a ETA como una banda terrorista

  • Pedro Sanchez

Y al tercer día, se posicionó. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado este jueves al candidato de EH Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, que se resista a calificar a ETA como banda terrorista. El líder socialista irrumpe en la campaña de las elecciones vascas, que se celebran este domingo, atacando a los abertzales, a quienes ha recordado que "hay que llamar a las cosas por su nombre".

El presidente ha intentando zanjar el asunto así: "ETA no fue una banda armada, ni un movimiento de liberación nacional, como dijo [José María] Aznar. Fue una banda terrorista que fue derrotada por la democracia española". Antes de esta intervención del secretario general de los socialistas, el propio Otxandiano se había disculpado por si su intervención había ofendido a las víctimas de ETA. Eso sí, ha vuelto a evitar tildar a esta organización de terrorista y ha reclamado sacar esta cuestión de la campaña electoral.

Pese a todo, el presidente del Gobierno ha advertido de que la hiriente declaración de Otxandiano, que tanto ha revuelto al PSOE, no implicará una ruptura de sus pactos con Bildu en el Congreso de los Diputados. "Hablamos con todos salvo con Vox", ha dicho Sánchez en Bruselas tras participar en el Consejo Europeo. Los herederos políticos de ETA siguen siendo un gran obstáculo para el PSE. Y eso explica que el PSOE haya redoblado su campaña de ataques a la izquierda abertzale tras detectar, como ha publicado Vozpópuli, la fuga de votos en sus sondeos internos.

En estos momentos, el PSE está volcado en preservar el pacto con el PNV. El problema para Ferraz es que todas las encuestas, incluido el CIS de José Félix Tezanos, sitúan a Bildu como ganador de las elecciones. Y eso es una seria amenaza para la política socialista en el Congreso de los Diputados, donde siguen dependiendo de sus cinco escaños.

A partir de ahí todo son quebraderos de cabeza para el PSOE, porque si rompe la coalición de gobierno con el PNV para apostar por Bildu, los jeltzales se la devolverán en Madrid. Y si el PSOE desaira a Bildu, aún pudiendo conformar un gabinete de izquierdas, no solo se la pueden devolver los de Arnaldo Otegi, también Podemos le puede apretar. Esa es la postura de Pablo Iglesias: un órdago a Pedro Sánchez que le aclare que el precio de su estancia en Moncloa es un País Vasco con Bildu en la lehendakaritza.

Las fuentes consultadas en el núcleo duro del Gobierno explican que no hay confundir realidades. "Ellos sabrán lo que han dicho y por qué lo han dicho. Pero esto es un gobierno de coalición progresista formado por dos partidos. Y luego hay apoyos parlamentarios para sacar adelante las leyes", sintetiza un estrecho colaborador de Pedro Sánchez.

Moncloa no se plantea en modo alguno que las declaraciones "inadmisibles" de Otxandiano, que han sufrido una dura reprobación del candidato socialista, Eneko Andueza, vayan a reventar la conversación entre el PSOE y Bildu en el Congreso o la alcaldía de Pamplona, que el PSN dio a los abertzales apoyando una moción de censura contra UPN, el aliado navarro del PP. "La posición del PSOE no ha cambiado", zanjan en Moncloa, que creen que gracias al candidato a lehendakari de Bildu han podido "clarificar" su postura. Es la segunda vez que ETA arrolla al Gobierno en una campaña electoral. En las elecciones municipales y autonómicas de hace casi uno año, Bildu introdujo en sus listas a varios presos etarras condenados. Moncloa tardó reaccionar y el lío fue tal que los abertzales tuvieron que dar marcha atrás. Faltan tres días para conocer la opinión de los vascos.

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