La firme decisión del Banco Central Europeo (BCE) y los miembros del Eurogrupo por facilitar ayuda financiera a los países periféricos ha reabierto los mercados, que permanecían cerrados para las empresas privadas desde el pasado mes de abril. Telefónica abrió fuego la semana pasada y detrás han ido muchas más corporaciones. Ya van más de 8.000 millones, unas cifras similares de las de EE UU, donde se esperan 10.000 millones en nuevo papel al mercado en los próximos días.
La operadora que preside César Alierta lanzó la semana pasada 750 millones de euros al 6%. Una vez que en la compañía comprobaron la elevadísima demanda y que Mario Draghi confirmaba la voluntad de facilitar las compras de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) y los mecanismos de rescate, los inversores abrieron la mano, al calor del estrechamiento de la prima de riesgo.
Santander colocó otros 2.500 millones de euros y Telefónica retornó al mercado con otros 250 millones, con tipos esta vez más baratos.
Le siguieron Iberdrola, Banesto, Enagas, BBVA, el propio ICO y ayer Sabadell. En total, algo más de 8.000 millones lanzados al mercado en tres sesiones de Bolsa. Y vendrán más.
Los expertos confirman que esto es una muy buena señal. Los mercados están descontando una evolución positiva de las economías, pese a que todavía no hay evidencias macroeconómicas que inviten al optimismo.
Indicadores mal, mercados bien
Ni siquiera los indicadores adelantados de confianza. Tal como destacaba ayer UBS, los índices PMI (encuestas realizadas entre directivos de las empresas que sirven para medir el grado de confianza en una economía) arrojan una tendencia bajista (valores por debajo de 50, que anuncian contracción económica. Cuando el valor está por encima, anuncia expansión) en EE UU, China, Reino Unido y toda la Eurozona.
Sin embargo, “los mercados históricamente han rebotado cuando los PMI han sufrido fuertes caídas”. Ahora mismo, los inversores están descontando “nuevas acciones de los bancos centrales, que serán una especie de indicador de indicadores”.
Si los bancos centrales mantienen su línea de actuaciones, “encaminadas a reducir los riesgos de ruptura del euro o mejorar el crecimiento económico en EE UU y China (…) los mercados tendrán buen tono los próximos meses”.
Las compañías españolas siguen pensando en emitir en los próximos días. El tiempo que durará esta ventana de liquidez lo decidirán los bancos centrales y, a su vez, los Gobiernos. Si decepcionan a los organismos emisores con sus tímidas reformas, cerrarán el grifo, pero en estos días ha quedado demostrado que los inversores tienen ganas de tomar posiciones. Los precios han corregido mucho y hay apetito por retornar al mercado. Pero con red.
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