El SIBO es una enfermedad cuya frecuencia está aumentando de forma alarmante e indica un sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado. Esta patología afecta más a mujeres jóvenes o de mediana edad, y la dieta y el estrés son desencadenantes habituales.
“La piel, la boca, el estómago y el intestino tienen su propio microbioma, una mezcla de microorganismos buenos, malos y regulares que conviven con nosotros en un equilibrio que nuestras defensas corrigen continuamente, impidiendo que los microorganismos patógenos, como bacterias, hongos o virus, sobre crezcan y nos produzcan enfermedades. Si nuestras defensas fallan, podemos tener infecciones o un sobrecrecimiento que altere la armonía”, nos explica Jerónimo Ors, farmacéutico, especialista en salud y belleza de la piel y director de la firma de cosmética botánica Cosméticos Paquita Ors.
“Para combatir el SIBO, contamos con una mezcla de sustancias prebióticas y postbióticas muy eficaces”, añade.
Problemas de piel y SIBO
¿Cuáles son las principales afecciones cutáneas relacionadas con el sobrecrecimiento de microorganismos en la piel? La piel es una barrera natural que nos protege muy bien de infecciones, pero si la sometemos a demasiado estrés o nuestras defensas bajan, pueden aparecer problemas. Estamos rodeados de microorganismos, algunos más agresivos que otros, que buscan entrar en nuestro cuerpo y causarnos daño.
“La piel actúa como nuestra principal defensa. Entre las afecciones más comunes encontramos el acné, causado por bacterias; la dermatitis seborreica y la caspa, relacionadas con hongos; el herpes, que es provocado por un virus; y la rosácea, donde intervienen parásitos. Además, hay otras infecciones como el impétigo, el ántrax, la foliculitis y el molusco, entre otras”, nos explica el farmacéutico.
¿Cuáles son los síntomas de una piel con un microbioma desequilibrado y cómo podemos reconocerlos? “Pueden variar según el tipo de alteración. Algunos de los más comunes son granitos con pus, lo que podría indicar un crecimiento bacteriano; descamación en la piel o cuero cabelludo, que sugiere un hongo; o irritación, enrojecimiento y malestar, lo cual podría señalar la presencia de un parásito. Es importante que cualquier síntoma sea revisado por un especialista”, aconseja.
El SIBO puede provocar brotes de dermatitis. Foto: Pixabay
¿Qué factores pueden alterar el equilibrio del microbioma de la piel y provocar problemas como el acné o la dermatitis? “La epidermis es una barrera protectora, pero también es frágil, por lo que debemos cuidarla bien. A pesar de los grandes avances médicos, la piel sigue siendo esencial para la vida, ya que sin ella estaríamos expuestos a infecciones y deshidratación. Igual que un ecosistema puede desequilibrarse si se introduce una especie invasora, la piel, que nos brinda tantas sensaciones placenteras, también puede perder su equilibrio si se somete a demasiada presión, lo que provoca problemas”, añade Ors.
Entre los factores que pueden afectar el equilibrio de la piel están:
- Exceso de higiene: Limpiar la piel es un acto de balance, ni demasiado ni muy poco. En sociedades modernas, donde la mayoría trabaja en oficinas, tendemos a lavarnos en exceso, eliminando la capa protectora natural de la piel y sus defensas. Esto puede causar picor, irritación y pequeñas infecciones. No siempre es necesario enjabonarse todo el cuerpo diariamente; a veces, basta con concentrarse en áreas específicas. En España, somos los mayores consumidores de geles y jabones del mundo, lo que puede ser excesivo.
- Exposición al sol: La radiación ultravioleta es muy perjudicial para la piel, ya que la quema, envejece, debilita sus defensas y puede causar cáncer, entre otros problemas.
- Estrés: La piel, al estar llena de terminaciones nerviosas, es muy sensible a las hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, lo que disminuye su capacidad de defensa.
- Cosméticos inadecuados: Aunque existen excelentes productos para la piel, no todos son adecuados para cada tipo o situación. Si la piel está irritada o escamosa, no se debe usar retinol. Las cremas muy grasas pueden empeorar los brotes de acné. Es recomendable consultar con un profesional para saber qué es lo mejor para nuestra piel en cada momento, sobre todo en los cambios de estación.
- La dieta: Consumir alcohol, alimentos ultraprocesados, comida rápida o tabaco puede afectar negativamente a la piel.
¿Existen productos cosméticos eficaces para restaurar la ecología de la piel? “No hay una única respuesta a esto, ya que depende del estado de la piel y de las circunstancias de cada persona. Por ejemplo, si estamos pasando por un periodo de estrés, debemos usar cremas calmantes con ingredientes como la avena, la caléndula o la mimosa”, explica el experto.
“Si sufrimos de anemia, lo ideal es utilizar cremas que mejoren la circulación con activos como el ginkgo o la ximenia. En caso de tener cambios hormonales que afecten al sebo de la piel, una crema con regaliz podría ser útil. Para pieles apagadas por exposición al sol, extractos de centella asiática ayudan a activar la regeneración. Hay muchas situaciones donde se puede intervenir con productos específicos para ayudar a restaurar el equilibrio”, asegura el especialista.
El acné puede estar provocado por el SUBO. Foto: Pixabay
Probióticos y piel
¿Cuál es la relación entre los probióticos y posbióticos con la salud de la piel? ¿Cómo actúan estos componentes? El uso de componentes bióticos es fundamental para mantener el delicado equilibrio de la piel. “Aunque los términos pueden no ser idénticos a los que se usan para el tratamiento de problemas intestinales, aportan grandes beneficios. Podemos nutrir la piel con sustancias como los aceites de argán, rosa mosqueta o cacay, cuyos ácidos grasos actúan como un "pegamento" que mantiene unidas las células de la epidermis y ayuda a las defensas gracias a su efecto antioxidante”, dice Ors.
También podemos incluir azúcares y almidones que forman una capa protectora, y hoy en día es común el uso de cosméticos que contienen bacterias beneficiosas para restaurar el equilibrio cutáneo.
Soluciones a problemas por el SIBO
¿Cómo debería adaptarse la rutina de cuidado de la piel para alguien que sufre de afecciones vinculadas al SIBO? “Sabemos cada vez más sobre la conexión entre el intestino, el cerebro y la piel. Por ejemplo, las alteraciones en la microbiota intestinal (disbiosis) pueden provocar brotes de acné, ya que las personas con acné tienden a tener una menor diversidad de bacterias en su intestino”, explica.
Además, el estrés puede afectar tanto al microbioma intestinal como al de la piel, reduciendo las defensas y provocando inflamación. “Una dieta saludable es clave para ambos órganos. La dieta mediterránea es particularmente beneficiosa para la piel y el acné, al igual que el consumo de probióticos como el kéfir o los yogures”, recomienda Ors.