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Sánchez duda ahora ir contra Lamban, Tudanca y Lobato por temor a perder los congresos regionales del PSOE

No obstante, Ferraz ha ‘tumbado’ la maniobra de Tudanca de adelantar a la semana próxima la entrega de avales para impedir que alguien pudiera disputarle la secretaria general en Castilla y León

  • (i-d) Pedro Sánchez, Javier Ayala, Juan Lobato, J.L.R. Zapatero y Teresa Ribera. -

Pedro Sánchez se está replanteando su idea inicial de sustituir a Juan Lobato y Luis Tudanca al frente de PSOE en Madrid y Castilla y León, así como imponer al frente del socialismo aragonés a la ministra de Educación, Pilar Alegría, para suceder al díscolo ex presidente regional Javier Lambán, según aseguran a Vozpópuli fuentes federales y de esos tres territorios.

Aunque el líder socialista vaya a barrer en el 41 Congreso Federal de diciembre -no se ha presentado rival-, las posteriores guerras en las federaciones siempre son otro cantar, por los equilibrios y dinámicas locales de poder; empezando por la más importante de todas, la de Andalucía -45.000 de los 170.000 militantes-, donde Sánchez no ve claro quién puede suceder a un Juan Espadas cuestionado internamente por lo que se considera de manera generalizada en el PSOE-A sucesión fallida de Susana Díaz.

El nombre más citado es el de la vicesecretaria general y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pero su defensa del concierto fiscal con Cataluña, tras haberlo rechazado hasta hace tres meses, la hace indigerible para bastantes cargos y militantes en esa federación: temen la consolidación definitiva de Juan Manuel Moreno Bonilla al frente de la Junta “por muchos años” tras las cesiones al independentismo.

La debilidad parlamentaria del presidente y, sobre todo, el temor a empañar esa victoria en el 41 Congreso con derrotas en esos congresos regionales posteriores, porque “no le dan los números”, ironiza uno de los barones más señalados por el sanchismo, es lo que le está obligando a hacer llamamientos a la unidad tras un verano de movimientos subterráneos contra los críticos.

A partir de la crítica de Sánchez contra Lobato y Tudanca ante la plana mayor del PSOE tras la derrota europea, empezaron a sucederse los avisos de que iban a mover la silla a ambos, Especialmente significativo fue el almuerzo del secretario de Organización y número tres, Santos Cerdán, con las cabezas visibles de la oposición interna en el PSM

El pistoletazo de salida para esos movimientos lo dio el propio Sánchez en la reunión de la Ejecutiva en Ferraz al día siguiente de su derrota en las elecciones europeas el 10 de junio frente a Alberto Núñez Feijóo. Insinuó que la culpa no era suya por la controvertida Ley de Amnistía, sino de “liderazgos débiles” como los de Tudanca y Lobato.

Curiosamente, ahí ya intentó el presidente salvar a Espadas de la quema. Su argumento: En Castilla y León el PSOE perdió frente al PP por 150.000 votos (un 14% menos), y en Madrid 350.000 sufragios menos que los populares (28,15% frente al 40,69), mientras que en Andalucía el PSOE solo perdió por 75.000 votos y recuperó en relación a la debacle municipal y de diputaciones andaluzas un año antes.

La comida con Cerdán

A partir de ese señalamiento a Lobato y Tudanca ante la plana mayor del PSOE, empezaron los movimientos de segundos niveles para moverles la silla. No obstante, meses antes, en febrero, ya se había celebrado un almuerzo secreto del secretario de Organización y número tres, Santos Cerdán, con las cabezas visibles de la oposición interna en el PSM, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, y el alcalde de Fuenlabrada y rival de Juan Lobato hace tres años, Javier Ayala; de ahí trascendió el malestar tanto de la Dirección Federal como de los críticos en el PSM con el secretario general por su beligerancia contra la Ley de Amnistía y por su “tibieza” en la oposición a Isabel Díaz Ayuso, impropia de un partido de izquierda.

Y desde entonces no han dejado de salir a palestra nombres de posibles sustitutos, entre quienes destaca sobremanera el delegado del Gobierno, Francisco Martín, hombre de la máxima confianza del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, auténtico poder en la sombra del PSM por decisión de Pedro Sánchez. A Martín últimamente se le ha añadido la concejala en Madrid Emma López, muy mediática, a quien Sánchez ha colocado en el Comité Organizador del 41 Congreso Federal; un gesto que no ha pasado desapercibido en el socialismo capitalino a futuro.

Lobato está decidido a dar la batalla en primarias “con quien sea” (sic), a diferencia de lo ocurrido en febrero en el Congreso del PSPV valenciano, cuando Sánchez puso toda la carne en el asador para que quienes iban rivales de la hoy secretaria general, Diana Morant, el alcalde de Elche, Alejandro Soler, y Carlos Fernández Bielsa, se retirarán

Pero Lobato no se ha quedado quieto. Su entorno y él mismo sostienen que está decidido a dar la batalla en primarias “con quien sea” (sic), a diferencia de lo ocurrido en febrero en el Congreso del PSPV valenciano, en el que La Moncloa y la Dirección Federal pusieron toda la carne en el asador para que quienes iban rivales de la hoy secretaria general, Diana Morant, el alcalde de Elche, Alejandro Soler, y Carlos Fernández Bielsa, se retirarán de las primarias como finalmente hicieron.

Aquel Pedro Sánchez recién reelegido presidente, que impuso la victoria de Morant sin primarias en Valencia como sucesora de Ximo Puig, no el mismo hoy, menos de un año después: sin presupuestos, ve la legislatura en el aire por la falta de apoyos de Junts per Catalunya y un Carles Puigdemont decidido a salirse de la “mayoría de progreso” que le revalidó en La Moncloa.

Y en la organización todos huelen la debilidad, no sólo los críticos al sanchismo; No solo ese Lobato decidido a plantar cara porque “ni a Sánchez ni a nadie beneficiaría un congreso del PSM a cara de perro que divida al partido en dos”, como señalan sus fieles. De momento, Lobato no ha variado esa frialdad en la defensa de Begoña Gómez, que le reprochan sus críticos, ni su rechazo al concierto fiscal para Cataluña, aunque en las últimas semanas le haya puesto sordina para tener congraciarse con Ferraz.

Tudanca ha intentado ‘revolverse’: Adelantó a la próxima semana la presentación de avales y candidaturas para disputarle el liderazgo en Castilla y León, pero la Comisión Federal de Garantías lo anuló este viernes por la noche para hacer posible que la ministra Ana Redondo o la portavoz del PSOE, Esther Peña, al menos se enfrenten a él en primarias

Tampoco el líder en Castilla y León, Luis Tudanca, quiere dejar el liderazgo del PSCyL y lo acaba de demostrar: No se fía de la supuesta tregua de Pedro Sánchez. Así que éste jueves anunció por sorpresa ante el Comité Autonómico un calendario de celebración del congreso regional que se salta las órdenes de la Dirección Federal. Pedro Sánchez y Santos Cerdán habían ordenado que la organización de los regionales no empezara hasta pasado el 41 Congreso Federal, el uno de diciembre, pero Tudanca se ha revuelto.

Sorprendió a todos limitando a la próxima semana la presentación de avales y candidaturas para optar a la elección del secretario general autonómico, 25 y 26 de enero, en el congreso que el PSCyL celebrará esos días en Palencia; una jugada que Ferraz, representada en esa federación por el secretario de Acción Electoral y mano derecha de Cerdán, el vallisoletano Javier Izquierdo, y el secretario general leonés, el sanchista Javier Alfonso Cendón, afearon a Tudanca porque boicotea cualquier cambio de liderazgo.

Por eso, el Comité Federal de Ética ha tumbado el calendario anunciado por sorpresa por Tudanca para pillar a sus potenciales rivales con el pie cambiado. En su resolución argumentan que “todo el Congreso” del PSCyL debe celebrarse tras el 41 Congreso Federal, a partir del uno de diciembre, y que no ha lugar a adelantar tanto -semana próxima- el límite para presentar avales.

Contra Peña o Redondo

Luis Tudanca sabe de los movimientos para desbancarle desde las palabras contra los “liderazgos débiles” que pronunció Sánchez ante la Ejecutiva el 11 de junio, con el argumento de que lleva ya diez años y su oportunidad para desbancar electoralmente al popular Alfonso Fernández Mañueco pasó en las elecciones de 2022. Ferraz poner a la portavoz de la Ejecutiva Federal, la secretaria provincial de Buenos, Esther Peña, o la ministra de Igualdad, Ana Redondo; esta última, fiel al verdadero poder en la sobra del PSCyL en estos momentos, que no es otro que el ministro de Fomento y ex alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

Y si en Andalucía, Madrid y Castilla y León está difícil el cambio, qué decir del PSOE aragonés, donde su todavía secretario general, el ex presidente Javier Lambán, ha convertido en leit-motiv de sus últimos meses al frente del socialismo aragonés que la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, no sea su sucesora, como intenta desde hace meses La Moncloa y Ferraz.

El patinazo de Alegría comparando un ‘concierto catalán’ con las exenciones que reciben áreas despobladas como Teruel o Soria, ha puesto a la provincia más pequeña de Aragón en armas contra ella; Lambán lo está aprovechando para cortocircuitar la candidatura a la secretaria general de la ministra que, hoy por hoy, solo tiene claro apoyo en la ‘sanchista’ Huesca.

El patinazo de Alegría comparando un posible concierto catalán con las exenciones fiscales que reciben provincias despobladas como Teruel, Soria o Cuenca, ha puesto a la provincia más pequeña de Aragón en armas contra ella; lo cual está aprovechando Lambán para cortocircuitar internamente su candidatura a la secretaria general.

La candidatura de la ministra, hoy por hoy, solo tiene claros apoyos en la sanchista Huesca y no tantos en la determinante Zaragoza. De hecho, el ex presidente regional, que controla ésta con mano de hierro se queja de que el llamado PSOE oscense defienda algo tan perjudicial para la comunidad como el cupo catalán y que lleve “siete años intentando acabar” con su liderazgo en el socialismo aragonés.

Aunque Lambán mantiene una mutua animadversión con Pedro Sánchez desde hace años, la incomunicación al punto de que no va a asistir al 41 congreso Federal en Sevilla y va a dejar que encabece la delegación del PSOE Aragonés el secretario provincial de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, a quien desea como sucesor en el congreso regional de enero, no a Pilar Alegría.

’Guerra’ en los congresillos

A diferencia de lo que ocurre en otras federaciones, donde sí se han formado listas unitarias entre sanchistas y críticos para elegir los delegados al 41 Congreso Federal, en Aragón no va a ser así: A Quero en Zaragoza le disputará Paz Jiménez el voto militante en el llamado congresillo, que sirve también para medir cómo están las fuerzas orgánicamente en cada federación; al sanchista oscense Fernando Sabes le va a disputar el congresillo para elegir delegados por Huesca José María Orús, de la confianza de Lambán.

Teruel es la única provincia que mandará lista única de delegados encabezada por la ex consejera y mano derecha de Lambán en el que fue su último gobierno, Mayte Pérez.

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