Israel, Emiratos Árabes Unidos, Chile, Estados Unidos... Son los países que se encuentran en los primeros puestos de la carrera por la vacunación, según la clasificación de la plataforma Our World in Data. Sin embargo, hay un país del que apenas se está hablando y que está obteniendo muy buenos resultados en la estrategia de inoculación: Serbia.
El país balcánico es el sexto del mundo, por detrás de Estados Unidos, y el segundo del continente europeo, solo superado por Reino Unido, que más vacunas contra la covid-19 ha administrado por cada 100 personas, con un 32% de la población vacunada —1.356.000 ciudadanos han recibido al menos una dosis y 904.000 ya han recibido la segunda—.
El éxito de Serbia radica en que a diferencia de otros países inocula a sus ciudadanos con diferentes fármacos actualmente disponibles para combatir la covid-19 y no se limita únicamente a los de una o dos compañías. De este modo, disponen de dosis de las estadounidenses Pfizer y Moderna y de la anglo-sueco AstraZeneca, pero también de la china Sinopharm y de la rusa Sputnik V. Estas dos últimas aún no han sido aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento.
Los buenos resultados de la campaña de vacunación en el país candidato a entrar en la Unión Europea también se deben a la preparación anticipada de la misma, a la centralización de datos y a la digitalización: han desarrollado un software específico para llevar a cabo todo el proceso. Con él atienden a ciudadanos, sanitarios, voluntarios y trabajadores de la cadena de suministro y de gestión.
El software que desarrollamos permite acelerar cada fase del proceso tres veces, teniendo en cuenta al mismo tiempo las preferencias de nuestros ciudadanos”
“Dado que la cadencia de la inmunización era crítica, decidimos rediseñar todo el proceso y depender en gran medida de la tecnología. El software que desarrollamos permite acelerar cada fase del proceso tres veces, teniendo en cuenta al mismo tiempo las preferencias de nuestros ciudadanos”, explicó Vukašin Grozdić, asesor del primer ministro. Con esto último, se refiere a la posibilidad que tienen los serbios de elegir en un formulario digital qué vacuna desean recibir. A partir de ahí su cita se programa automáticamente con días de anticipación.
De la variedad de vacunas y de la posibilidad de elección han presumido desde el propio Gobierno: la primera ministra, Ana Brnabic, se inoculó con la vacuna de Pfizer-BioNTech; el titular de Asuntos Internos, Aleksandar Vulin, con la Sputnik V y el de Sanidad, Zlatibor Loncar, con Sinopharm.
Fabricación de Sputnik V en Serbia
Además de vacunar a su población con la vacuna rusa Sputnik V, Serbia comenzará a fabricarla previsiblemente en el mes de mayo después de que el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR) y el Instituto serbio de Virología Torlak llegasen a un acuerdo.
Rusia suministró la primera partida de su preparado anticovid a Serbia a finales del mes de diciembre y el 6 de enero el país inició la vacunación de su población con este fármaco. Hasta el momento, la Sputnik V ha sido registrada en 56 países con una población total de 1.500 millones de personas.
Desde el inicio de la pandemia, en Serbia han fallecido 5.075 personas por coronavirus y se han registrado 571.895 casos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Pese al buen resultado de la campaña de vacunación, el avance del virus no cesa en el país, que se vio obligado recientemente a endurecer las restricciones para tratar de frenar los contagios.
Carabino
Cualquier intento de comparación y homologación de Serbia con el resto de la Europa occidental es pura entelequia.