Es una de las citas ineludibles del invierno madrileño. Desde su creación, en febrero de 1982, la Feria ARCO se ha afianzado como el punto de encuentro de galeristas, coleccionistas y artistas, que este año repiten convocatoria del 13 al 17 de febrero, en Ifema. Sin embargo, ésta es una edición marcada por las dificultades.
La edición número 32 cuenta con un total de 202 galerías de 30 países, de las cuales 147 participan en su Programa General y 55 galerías en sus distintos Programas Comisariados. De estas galerías, casi el 80 por ciento son las mismas que en la última edición. "Se han desestimado 200 solicitudes", ha dicho Carlos Urroz, director de la Feria, quien ha insistido en que se ha tratado de mantener un alto nivel de calidad.
Sin embargo, las cifras no han acompañado del todo los propósitos de este año. En esta oportunidad, cuando Turquía es el país invitado , los organizadores han tenido que enfrentarse a una reducción importante de su presupuesto en un millón de euros, al pasar en un año de 4 a 3 millones.
La aplicación del 21% del IVA cultural durante la próxima edición de ARCO es otro factor que también preocupa a los organizadores de esta feria internacional de arte contemporáneo, lo que les llevó a intentar conseguir, sin éxito, el gravamen anterior. La aspiración de los organizadores era conseguir que durante los días que dure la feria se pudiese regresar al IVA del 18%, el cual, con la reducción que se aplicaba quedaba en un 11%. Sin embargo, los intentos fueron inútiles.
El anterior IVA "situaba a las galerías españolas en un nivel muy puntero en el que este año no podrán estar", según explica Carlos Urroz. Además, también hay que tener en cuenta que las galerías extracomunitarias pasarán de la aplicación de un 7% también a un 21%, mientras que en las europeas se aplicará lo estipulado en cada uno de sus países.
Novedad importante que se pondrá en marcha del 1 al 17 de febrero es el funcionamiento de una página web a través de la cual se podrá comprar en línea obras de galeristas presentes en la feria y que tengan un valor inferior a los 5.000 euros.
El capítulo catalán
Dos meses antes de la inauguración, ocho de las once galerías catalanas que habían anunciado su presencia en ARCOmadrid feria española, anunciaron que no participarían en esta edición. Con un brevísimo comunicado Àngels Barcelona, Estrany-de la Mota, Polígrafa obra gráfica, Joan Prats, ProjecteSD, Raíña Lupa, Senda y Carles Taché hicieron partícipes a los organizadores de su decisión. Quedan en pie ADN, Oriol y NoguerasBlanchard.
Según las ocho galerías que se retiran, tras semanas de negociaciones, Ifema, la entidad que dirige la feria, no hizo nada para facilitarles la participación en esta difícil coyuntura económica. “Hemos solicitado a IFEMA, institución organizadora de la feria, una serie de ajustes económicos que facilitaran la participación de las galerías en unos tiempos tan difíciles como los actuales, la falta de acuerdo nos ha llevado a tomar, muy a pesar nuestro, esta decisión”. En el documento, las galerías aclararon que sus requerimientos eran en beneficio de todas las galerías y no solo las catalanas y que cualquier avance en las negociaciones “habría de beneficiar a todos los expositores”.
Los galeristas firmantes reclamaron en el documento que algunas peticiones incluían el pago del stand a 90 días y ampliar hasta final de año el descuento del 10% sobre el precio, que venció a finales de noviembre. “Pedimos que no se especule buscando argumentos o explicaciones que no están presentes en estas líneas”, completa el comunicado, pues, según los propios galeristas, existe resquemor, y más concretamente "miedo a que se politice su decisión, cuando es simplemente un problema de dinero”.
Las galerías catalanas que permanecieron en Arco explicaron su presencia por diversos motivos. NoguerasBlanchard tiene también una sede en Madrid y además Rebeca Blanchard forma parte del comité de selección de ARCO. Marc Domènech director de la Galería Oriol manifestó su sorpresa al conocer a través de la prensa hace unos días que la presencia catalana en ARCO estaba peligrando. Finalmente ADN estaba al corriente de las reuniones de las galerías catalanas, pero las abandonó cuando vio que Ifema tenía poco margen de negociación.