“Sobre el vídeo no podemos hablar. No, no –insisten-... Que no podemos”, esa fue la respuesta que uno de los responsables de la librería barcelonesa Calders dio este miércoles a Vozpópuli tras la llamada para confirmar, si en efecto, el vídeo de un alunizaje en su esteblecimiento era cierto o se trataba de un performance. Y no, en efecto, el vídeo no era cierto pero ni falta que le hizo. En apenas un días ha recorrido la red convirtiéndose en un fenómeno viral: más de 90.000 visitas.
El vídeo muestra lo siguiente: un coche irrumpe de madrugada en el interior de la librería Calders, ubicada en una antigua fábrica de botones, en el barrio de Sant Antoni. Las cámaras de seguridad muestran el alunizaje –ocurrido el día 8-. Un mini rojo se estampa contra la vitrina y de él bajan tres encapuchados quienes, a toda carrera, llenan sus bolsas con el botín. Que hoy en día alguien robe libros puede que sea el mayor guiño para detectar que esto, de real, tenía poco. Y sin embargo de allí se agarraron el filósofo e historiador Abel Cutillas y la periodista Isabel Sucunza –dueños de la librería- para poner en el tapete algo más que el nombre de la librería.
Aunque ninguno de los dos se ha pronunciado, lo que sí han hecho es aprovechar la cuenta de la librería para inyectar todavía más ironía a todo este asunto: no "acaban de entender", dicen, por qué se está prestando más atención "a no sé que vídeo, que al de las lecturas de Pynchon". Aludían a otra grabación protagonizada por el escritor norteamericano, que hicieron pública hace unos días.
Parece que a los de Calders la ironía se les da bien, pero muy bien. Su lema, "una librería especializada en libros", puede que explique buena parte del chiste, que algunos sin embargo, no les ha parecido tal cosa. Dónde comienza el activismo y dónde la publicidad. La respuesta puede que esté justamente en la inverosimiliitud del robo, justamente, de libros. Sin duda, lo es: España está por debajo de la media europea en índice de lectura.
