La Academia de Cine ha anunciado este martes el fallecimiento a los 78 años de Marisa Paredes (Madrid, 1946), una de las grandes actrices de las últimas décadas, rostro icónico en el cine español y carácter pasional, con el que ha contaminado cada uno de los papeles que ha protagonizado en una basta filmografía, que alcanza las 75 películas, entre ellas, varios títulos dirigidos por algunos de los directores más emblemáticos de la filmografía nacional, como es el caso de Pedro Almodóvar y Agustí Villaronga, así como internacional, como es el caso de Roberto Benigni o Guillermo del Toro.
Inmensa, icónica, transgresora y con un halo de misterio difícil de emular, la actriz protagonizó en el cine de Almodóvar algunas de las escenas más inolvidables del cine rodado en España en la segunda mitad del siglo XX, como es el caso de la película Tacones lejanos (1991), un drama en el que se mete en la piel de una diva que, en un momento del filme, interpreta sobre el escenario la canción Piensa en mí, con la voz real de Luz Casal. Suyo es también el icónico papel de Huma Rojo en Todo sobre mi madre (1999), y su contribución al universo del director manchego se completó con otras cintas como Entre tinieblas (1983), La flor de mi secreto (1995), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011).
Su trabajo no se circunscribe únicamente a la filmografía del cineasta manchegos y su trayectoria está trufada de trabajos junto a los grandes directores españoles. Su carrera arrancó en 1960 con un pequeño papel en blanco y negro y a las órdenes de Pedro Lazaga, y continuó con Jesús Fernández Santos, Jaime de Armiñán, Antoni Ribas, Josefina Molina, Mario Camus, Emilio Martínez-Lázaro, Fernando Trueba, José Luis Borau o José Sacristán.
Además, destaca en su trayectoria trabajo en Tras el cristal (1986), una de las obras más relevantes en la filmografía de Agustí Villaronga, considerada una de las películas más escalofriantes del cine español y, sin duda, es una de las más transgresoras en la carrera de Paredes. En esta película de terror psicológico interpreta a la esposa de Alex, un ex militar que torturó, abusó y asesinó a cientos de niños deportados a los campos de concentración nazis, en uno de los mejores papeles de su carrera.
En el terreno internacional, Marisa Paredes ha trabajado también en Italia, Portugal y México. A las órdenes del mexicano Arturo Ripstein ha aparecido en Profundo carmesí (1996) y El coronel no tiene quien le escriba (1999). Con Roberto Benigni trabajó en la oscarizada La vida es bella (1997) y Manoel de Oliveira la dirigió en Espejo mágico (2005).
Su huella en el cine en mayúsculas es tal que al poco de conocerse la noticia, el Festival de Cannes no dudó en rendir homenaje a esta actriz española desde su perfil de X. "Eterna Marisa Paredes. Por este momento sublime e inolvidable del cine y todos los demás. Por la emoción, gracias", destacó el certamen francés. Del mismo modo, Libération, el diario francés que con tanto mimo y admiración rinde homenaje a las grandes figuras de la cultura, también se hizo eco en esta ocasión con una imagen que captura el enigma, la sensualidad y la atracción de la que siempre hizo gala, casi sin esfuerzo, en un gesto que pasará a la historia del cine.
Próximo estreno
Su pulsión artística no se ha detenido en sus más de setenta décadas de trabajo y hoy, cuando todos los medios nacionales e internacionales se han hecho eco de su pérdida, su biografía cuenta con un trabajo rodado que tiene pendiente su estreno. Se trata de Emergency exit, escrita y dirigida por Luis Miñarro, una road movie coral en la que la actriz ha trabajado acompañada de Emma Suárez, Oriol Pla, Albert Pla o Aida Folch.
La trayectoria cinematográfica de Marisa Paredes fue muy fructífera, pero también cabe destacar su camino sobre las tablas, donde subió a escena obras como El apagón, de Peter Shaffer; La estrella de Sevilla, de Lope de Vega; Las criadas, de Jean Genet o Hamlet, de Shakespeare. Marisa Paredes, que pisó un escenario por primera vez con la compañía de Conchita Montes en Esta noche tampoco (1961), sumó también a estas experiencias un trabajo en televisión que incluye Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador, o Los camioneros, de Mario Camus, así como los espacios teatrales de Estudio 1 con Las doce caras de Juan, El mercader de Venecia, Los físicos y El comprador de horas.
Si bien el reconocimiento entre la profesión es de sobra conocido, tampoco le faltan méritos acreditados. En 2018 recibió el Goya de Honor por parte de la Academia de Cine, institución que presidió entre 2000 y 2003. Además, en 1996 recibió el Premio Nacional de Cinematografía y en 2007 la Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes.
fede_merino
17/12/2024 16:53
Qué menos que le pongan su nombre a una estación de cercanías, ¿no?
dededavi
17/12/2024 16:56
Pues adiós. Tanta paz lleves como descanso dejas.
dinamitebar
17/12/2024 17:41
Menos lobos caperucita. Como son los periolistos de bobos.