Se entrega todos los 6 de enero. Desde 1945 hasta hoy. Es el más antiguo de los reconocimientos literarios y sin duda el de mayor tradición. Con el Premio Nadal se han hecho desde Carmen Laforet hasta Miguel Delibes. En esta entrega, la número 72, el autor ganador a la mejor novela inédita de 2016 se lo ha llevado el escritor Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) con La víspera de casi todo, tal y como se anunció en la tradicional cena que se celebra el día de Reyes en el Hotel Palace de Barcelona.
Un jurado integrado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Clara Sánchez, Andrés Trapiello y Emili Rosales ha decidido reconocer la novela de Del Árbol, quien concentra lo más destilado de su estilo en esta historia, según él mismo ha contado. Se trata de una novela de "grandes e intensos personajes" que acometen una huida hacia adelante. En la Costa Da Morte, en Galicia, ocurre un encuentro entre seres que son víctimas de un pasado turbulento. Y deciden, sin embargo, resistirse a la imposibilidad de cambiarlo.
Tras La tristeza del samurái (Editorial Alrevés) -ganadora de Le Prix du polar Européen 2012 a la mejor novela negra europea que otorga la prestigiosa publicación francesa Le Point en el festival de Novela Negra de Lyon-, en 2014 publicó Un millón de gotas (editorial Destino) que en pocos meses alcanzó las cinco ediciones y fue inmediatamente publicada en francés. Asociado y consolidado en el registro de la novela negra, Del Árbol no quiso aportar detalles específicos, sino subrayar que en esta ocasión ha decidido "pelar aún más" la cebolla de sus protagonistas. Es ahí donde reside la pulpa de esta novela, asegura.
Creado por Ignacio Agustí, fundador del sello Destino, el Nadal se ha convertido en un premio literario de referencia, casi una pertenencia sentimental. Su obtención, incluso, suele entenderse como el plácet para acceder a otros, incluso en algunos casos como antesala del Planeta. Este año se han presentado al Premio Nadal de Novela un total de 341 obras, procedentes de España y de otros países europeos y americanos, como Alemania, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Francia, Grecia, Inglaterra, Noruega, México, Rumanía y Venezuela.
"Las obras presentadas reflejan la riqueza de registros del género novelístico, que abarca desde el relato intimista hasta el noir"
Tal y como aseguran los organizadores del premio, este año "las obras presentadas reflejan la riqueza de registros del género novelístico, que abarca desde el relato intimista hasta el noir, pasando por las propuestas de corte histórico o con acento social. Siempre con la exigencia literaria característica del premio". La novela ganadora de 2015 fue Cabaret Biarritz, de José C. Vales. En los últimos años, se han hecho con el galardón escritores como Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Francisco Casavella, Maruja Torres, Álvaro Pombo, Sergio Vila-Sanjuán, Carmen Amoraga o José C. Vales.
En la misma velada, que cada año supone la apertura de la temporada literaria, poco antes del Nadal se ha fallado el 48 Premio Josep Pla de Prosa en lengua catalana, ambos convocados por Ediciones Destino, y que ha recaído en el ex director de La Vanguardia, Lluís Foix, por sus memorias periodísticas Aquella porta giratòria, un texto que recoge sus años en la cabecera barcelonesa e intenta exprimir de aquellos años las vivencias periodísticas y personales. "He decidido hacerlo en catalán porque, y no por nada ¿eh? -aclaró- es mi lengua materna. Para quienes aprendimos a escribir catalán con 40 años, como yo, puede que no sea tan claro como el castellano, pero es mi lengua de los recuerdos", dijo.
El jurado lo integran este año Sebastià Alzamora, Rosa Cabré, Antoni Pladevall, Àlex Susanna y Glòria Gasch. Este año se han presentado un total de 24 obras, procedentes de todo el ámbito lingüístico catalán. Entre los originales presentados conviven dietarios y la prosa memorialística con las novelas ambientadas en el presente o con referentes del siglo XX.
Colau, Mas y Creuheras
La dotación económica del Nadal son 18.000 euros, 582.000 euros menos que el Planeta. Sin embargo, el prestigio y la solera del premio Nadal suponen la mayor contraprestación para quien se hace con el reconocimiento.
Ada Colau fue más puntual que Artur Mas, quien llegó apenas unos minutos antes de comenzar el acto.
La cena de entrega, además, goza de un aire más discreto y barcelonés. Como en entregas anteriores, acudió el presidente de la Generalitat Catalana, Artur Mas, quien llegó apenas unos minutos antes de comenzar el acto. Bastante más puntual fue Ada Colau, alcaldesa de la ciudad, quien llegó al Palace de Barcelona veinte minutos antes.
Su discreción económica -que no literaria- tiene una expresión pública distinta a la del tan publicitado Planeta. El matiz político de sus invitados se suaviza y la literatura se permite algo más de protagonismo en la cita de Reyes que en la de Octubre.
En esta ocasión han asistido el presidente en funciones de la Genaralitat, Artur Mas, quien llegó apenas unos minutos antes de comenzar el acto. Bastante más puntual fue Ada Colau, alcaldesa de la ciudad, quien llegó al Palace de Barcelona veinte minutos antes. Ambos fueron recibidos y acompañados por el presidente del Grupo Planeta José Creuheras.
Historia de un galardón
Según el propio Miguel Delibes, la novela española comenzó a recuperarse gracias al premio de Ediciones Destino. La lista de autores ganadores puebla hoy los manuales de literatura española. Sólo en las primeras décadas, ya habían sido distinguidos, además de la citada Carmen Laforet, José María Gironella, Miguel Delibes, Luis Romero, Carmen Martín Gaite, Álvaro Cunqueiro, Rafael Sánchez Ferlosio o Ana María Matute.
Según el propio Miguel Delibes, la novela española comenzó a recuperarse gracias al premio de Ediciones Destino
Desde 1945, se entrega todos los 6 de enero... por aquello de esperar algo bueno. La elección de la festividad de Reyes, según palabras del propio Ignacio Agustí, suponía una forma de reponerse del empacho navideño y de esquivar la férrea censura del franquismo con una fecha amable: al presentarse en sociedad la novela ganadora como un hecho consumado y contar con el eco inmediato de los medios de comunicación, se favorecía su publicación y mermaba las posibilidades de ser prohibida por la censura.