La automovilística Seat cerró 2022 con un beneficio después de impuestos de 68 millones de euros, frente a las pérdidas de 256 millones del año anterior, tras llevar a cabo un plan de reducción de costes y facturar 10.513 millones, su segundo mejor resultado después de 2019. Estos resultados aparecen en el informe elaborado por la compañía siguiendo las reglas contables españolas, que difieren de las internacionales, con las que se confeccionaron los números que hizo públicos la semana pasada desde Alemania el Grupo Volkswagen, al que pertenece Seat, y que apuntaban a un beneficio operativo de 33 millones. La vuelta a los números negros se produce tras la decisión de la firma de priorizar la marca Cupra, de llevar a cabo una gestión más eficaz y de implementar un plan de reducción de costes, que incluye un plan de prejubilaciones y bajas incentivadas.
"En medio de una tormenta perfecta de retos, Seat tomó en 2022 decisiones históricas que definirán nuestra historia en los próximos años", ha asegurado este miércoles el consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, en la conferencia de prensa de presentación de los resultados recogidos por EFE.
El beneficio operativo de Seat se situó en 179 millones, una cifra que Griffiths ha destacado que supone 550 millones más, antes de la provisión de costes extraordinarios de 293 millones que se ha realizado para ejecutar el plan de prejubilaciones.
La filial española de Volkswagen consiguió dejar atrás los números rojos pese a la persistencia de la crisis de los suministros y el encarecimiento de las materias primas, y con Cupra como palanca de crecimiento. De hecho, la compañía cerró el año pasado con una producción de cerca de 480.000 coches, muy similar a la de 2021 y por debajo de las de antes de la pandemia. El cambio de tendencia financiera se ha producido pese a vender un 4% menos, con una facturación que creció un 14% respecto a 2021 y con ingresos por vehículo un 18% más altos.
El EBITDA (beneficio bruto) creció de 278 millones a 798 millones antes de los costes extraordinarios de la reestructuración, lo que supone el nivel más alto de los últimos cinco años.
En los primeros dos meses de 2023 Seat vendió ya 71.500 coches, un 27% más que en el mismo periodo del año pasado, de la mano de la normalización del abastecimiento de semiconductores. Si este escenario se mantiene, Griffiths se ha mostrado seguro de que Seat incrementará sus ventas este 2023. Por marcas, las entregas de la automovilística aumentaron un 12% y las de Cupra, un 75%.