Por fin damos la bienvenida a la primavera. Tras un invierno con pocas lluvias y en general temperaturas no muy frías, la nueva temporada llega para ofrecernos más horas de luz y días más cálidos, motivos de ilusión para muchos, aunque no para todos. Y es que, según los expertos, en torno al 40 por ciento de la población sufre astenia primaveral.
Aunque no se trata de una enfermedad, sino de un trastorno adaptativo temporal, y aún genera debate sobre si debe ser considerado como un cuadro con necesidad de tratamiento médico, la astenia primaveral afecta tanto física como psicológicamente a quienes lo padecen, perjudicando su vida diaria.
¿Qué es la astenia primaveral?
La idílica estampa de días soleados y paisajes floreados se ve empañada para muchos con la aparición de los molestos síntomas asociados a la astenia primaveral. Unos síntomas debidos al proceso por el que pasa el organismo para adaptarse al cambio de estación.
Según los expertos, estas molestias se deben fundamentalmente a unos factores ambientales como la subida de temperaturas y de la presión atmosférica, el aumento de las horas de luz en el día y el cambio de hora (este año será la madrugada del 26 al 27 de marzo). Unas causas que, unidas a la posible aparición de las alegrías propias de la primavera, provocan en muchos casos que nuestros biorritmos se resientan.
Síntomas de la astenia primaveral
Aunque la astenia primaveral suele desaparecer por sí sola en poco tiempo, normalmente entre una y tres semanas después, y no precisa ni de consulta ni de tratamiento médico, es importante identificarla y tomar algunas medidas para combatirla y recuperar la vitalidad lo antes posible.
Cada persona es un mundo y la primavera le afecta de una manera diferente, pero encontramos algunos síntomas comunes relacionados:
- Cansancio y somnolencia inexplicable durante el día.
- Falta de energía.
- Problemas para conciliar el sueño o para tener un descanso reparador, algo que aumenta la sensación de somnolencia durante el día.
- Pérdida de apetito.
- Problema para concentrarse y para realizar las actividades habituales durante el día.
- Inexplicables cambios de humor, nerviosismo e irritabilidad.
- Molestias y dolores de cabeza frecuentes y con más intensidad de lo habitual.
- Tristeza y sensación de apatía sin explicación alguna.
- Episodios de ansiedad.
- Falta de deseo sexual.
Cómo combatir la astenia primaveral
Adaptarse a las condiciones de la nueva estación es importante para combatir los molestos síntomas de la astenia primaveral. Para ello, los expertos recomiendan:
Cuidar la alimentación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda hacer cinco comidas al día con una dieta sana y equilibrada. Para esta época, los expertos señalan la importancia de reforzar el sistema inmunitario incluyendo alimentos ricos en vitaminas y minerales como verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, y con aporte energético como plátanos y frutos secos.
Mantenerse bien hidratado
Hidratarse bien es importante durante todo el año, pero con la llegada de la primavera cobra más importancia para combatir la subida de temperaturas. Además de agua, que debe ser el líquido principal que bebamos, podemos optar por infusiones, caldos o zumos naturales.
Practicar deporte de manera regular
Aunque te sientas cansado y con poca energía, hay que vencer la apatía y practicar deporte cada día. Mantenerse activo es la mejor manera de hacer frente a la fatiga ocasionada por la astenia primaveral y además nos ayudará a descansar mejor por las noches.
Cuidar el descanso y las horas de sueño
Para muchos, el aumento de las horas de luz desajusta los ritmos de sueño, por lo que un buen truco es bajar las persianas de casa a la hora considerada para que nuestro cuerpo entre en modo descanso. Para conseguir las recomendadas siete u ocho horas de sueño, acuéstate un poco antes esta época.
Establecer unas rutinas
Tanto para combatir la falta de sueño como la de apetito, es recomendable establecer unas rutinas diarias para adaptar al organismo a unos horarios y ritmos.
Actividad al aire libre
Disfrutar del ocio al aire libre, ya sea practicando deporte, paseando o dedicando tiempo a la vida social, ayuda a generar endorfinas y buen ánimo.