La falta de autoestima es un mal compañero de vida, pero muchas veces, las circunstancias nos pueden hacer pasar por periodos en los que se nos hace cuesta arriba confiar en nosotros mismos. Vivir constantemente en nuestra zona de confort puede llevarnos a sentir miedos, inseguridades e incluso puede paralizarnos ante situaciones en las que necesitamos ser fuertes y reaccionar de manera certera.
Aunque autoestima y confianza en uno mismo no son exactamente lo mismo, están íntimamente relacionadas. La segunda es la apreciación de las capacidades que poseemos y se centra en las creencias que uno mismo tiene de la habilidad para triunfar en un contexto determinado. Por otra parte, la autoestima es el sentimiento general de cómo de valioso es uno como todo y se refiere a la apreciación que tenemos de nosotros mismos.
Ambas están muy relacionadas con poder lograr metas, llevar a cabo proyectos profesionales y personales y tomar decisiones complicadas en momentos de tensión.
La autoconfianza es una de las bases de la autoestima y ambas son clave para una salud mental equilibrada. Además, las dos se construyen poco a poco y se fortalecen durante los años de la infancia, pero también pueden trabajarse en la edad adulta. El miedo al fracaso o a tomar decisiones equivocadas, solo nos puede paralizar y en muchas ocasiones nos hará perder oportunidades en todos los niveles de nuestra vida, ya sea a nivel laboral, profesional o en todo aquello que tiene que ver con las relaciones personales.
Cuando sentimos que nuestra autoestima no está en su mejor momento, debemos tener paciencia y saber que no hay un pack de reglas o un decálogo que funcione al cien por cien, sino que es algo que hay que ir reconstruyendo a partir de un estado mental que pasa por empezar a tener pensamientos positivos, conocerse mejor a uno mismo y tener la capacidad de comunicarse y hablar con personas de confianza o con un experto en Psicología que nos ayude con pautas concretas y adaptadas a nuestras circunstancias y personalidad.
También hay libros que pueden ayudarnos a mejorar, como 'Los seis pilares de la autoestima', de Nathaniel Branden, o 'Tus zonas erróneas', de Wayne Dyer, que aporta herramientas para la superación personal. Aquí queremos darte algunas claves para iniciar a mejorar esa confianza en ti mismo que hará que superes todo lo que se ponga por delante.
Sal de la zona de confort
No es fácil arriesgar, afrontar retos y ponernos incluso al límite, pero salir de la zona de confort es necesario aunque de primeras nos da mucho miedo. Cuando lo hagas verás como amplías tus horizontes y descubrirás que ahí fuera hay miles de oportunidades. Ojo, no todas saldrán bien. Pero para subir más alto muchas veces hay que caer a lo más hondo. No tengas miedo al fracaso, no serás la primera ni la última persona que lo haga.
Pero trata de perseguir lo que quieres y así te conocerás mejor y verás cuáles son tus fortalezas y esas debilidades que hay que ir superando. Muchas veces, el miedo está en nuestra cabeza y nos paraliza, pero no es real. Hasta que no te lanzas y ves que esos temores no tenían ninguna base verdadera y práctica, no sabrás que puedes con todo. Te sentirás más poderoso y con ganas de comerte el mundo.
No mires atrás
El pasado nos marca. Hay situaciones que nos provocan dolor, personas que quizá no nos han tratado como merecemos e incluso algunas que nos han hecho sufrir por una traición o una deslealtad. Todo eso afecta a nuestra autoestima de manera muy rotunda. Por eso, si queremos superarnos a nosotros mismos y nuestros miedos, hay que dejar el pasado atrás y no querer volver ahí. Perdona a quien te hizo daño y perdónate a ti mismo si es necesario.
Aprovecha esa experiencia dolorosa para sacar algo positivo, te aseguramos que te hará ser más fuerte. Las heridas del pasado nos marcan y nos hacen ser lo que somos. Digerir una situación dolorosa muchas veces requiere de la ayuda de un profesional. No sientas vergüenza por pedirla y dejarte ayudar. Vive el presente y mira hacia adelante, pero antes deshazte de esa mochila que no te deja caminar con ligereza.
Piensa en positivo
Puede resultar un consejo banal, pero probablemente es uno de los más importantes para sentar las bases de la autoconfianza. Cambia tu forma de ver los pequeños detalles de la vida. No te infravalores mentalmente y, aunque seas realista, no veas todo desde un lado negativo. Para mejorar nuestra autoestima es clave desterrar los pensamientos negativos y dejar entrar a los positivos.
Analiza lo que tengas en la cabeza y míralo desde la positividad, verás que muchas veces esas ideas que pensabas que no funcionan o que te llevarían a cosas negativas, solo forman parte de tu cabeza y no tienen fundamentos racionales.
No eres un superhéroe
Todos tenemos momentos malos, días en los que el mundo se nos viene encima y temporadas en las que cuesta más ser optimista y tener la fuerza necesaria para luchar contra todo y contra todos. No pasa nada. Nadie es perfecto y buscar siempre la perfección solo te llevará a la frustración. Valora tus pequeños logros y siéntete orgulloso de todo lo que haces. Felicítate por lo que has conseguido, no esperes a que lo hagan los demás.
Cuando te sientas más vulnerable, tómate tu tiempo, pide ayuda y apóyate en las personas que tengas a tu lado y que seguro que podrán comprender lo que estás pasando si se lo explicas y te comunicas sin miedos ni vergüenza.
Deja de perseguir la autoestima
No hay que forzar nada. Hay que trabajar poco a poco nuestra autoestima para poder ir dando pequeños pasos de gigante que nos ayudarán en el futuro. Tampoco debemos compararnos con nadie. Quizá esa persona que aparenta ser la más segura del mundo, luego en su interior no se siente así o no es así el cien por cien de sus días. Emplea ese tiempo en ti, en tus habilidades y fortalezas, en conocer también tus debilidades y en perseguir los objetivos que quieres lograr a nivel personal y profesional.