Dejar a tu pareja sin provocar dolor puede ser realmente complicado, pero sí que se pueden ‘minimizar’ los daños psicológicos. Haber vivido una historia de amor no siempre deja un buen sabor de boca, por lo que hay momentos en los que es mejor una ruptura a tiempo que vivir fingiendo que se es feliz cuando en realidad esto no es así.
Terminar una relación no es fácil, para nada. Cuando hay emociones y sentimientos de por medio, no es sencillo cerrar el ciclo y poner un punto y aparte a una parte importante de tu vida. Decir adiós es algo para lo que hay que prepararse y tenemos que estar muy seguros de la decisión porque puede que no haya vuelta atrás. Nadie puede obligarte a estar con otra persona, debes ser libre para saber hasta cuándo quieres estar con esa persona. Puede que sufra, pero una vez pasado el duelo entenderá que ha sido la mejor decisión para los dos.
Seguro que más de una vez has pensado que la relación no funcionaba pero no has cortado en ese momento porque no estabas del todo seguro. No es un paso fácil de llevar a cabo porque en juego hay muchos sentimientos que a veces nos impiden finalizar la relación sentimental. Uno de los motivos de ese ‘miedo’ a romper es que muchas veces pensamos que el amor puede con todo y que si dejamos pasar el tiempo todo volverá a ser de color de rosa.
Esto no pasa siempre y alargar una situación negativa para los dos solo os llevará a más dolor a ambos. El amor o la pasión no vuelven por arte de magia, si ves que tenéis algún problema con posible solución, háblalo con tu pareja para intentar salir de ahí. Si veis que no hay solución, lo mejor es cortar cuanto antes.
El miedo a hacer daño al otro puede ser otro de los motivos, pero piensa que cuanto más alargues una situación que no lleva a nada, mayor será el sufrimiento. Salir de la comodidad de una pareja a la que se tiene cariño o con la que no tienes grandes problemas, o el miedo irracional a quedarse solo puede ser aterrador, pero si no avanzas, nunca serás feliz y vivirás en una mentira. Esa dependencia emocional puede llevarnos a una relación tóxica en la que todo nuestro mundo gire en torno a esa persona.
Pasos para dejar a tu pareja
El momento de una ruptura no es agradable. Es cierto que el que deja suele sufrir menos que el dejado, pero también hay situaciones en las que ver sufrir a la persona que has querido es realmente doloroso. Por eso, hay que tratar de causar el menor dolor posible a esa persona con la que hemos convivido durante un tiempo y ser honestos para no añadir sufrimiento innecesario.
1. Aceptación del final. No siempre el amor dura para siempre y hay ocasiones en las que las personas crecen y evolucionan de formas paralelas que no llegan a un punto de conexión. Lo que pudo ser una relación perfecta, con el paso de los años puede ser todo lo contrario sencillamente porque cada miembro busca una cosa. Incluso cuando la relación va bien, el amor puede terminar.
2. Agradece lo que habéis vivido. Es importante dar gracias a la persona que ha sido tu pareja durante el tiempo que habéis estado juntos. Seguro que habéis vivido grandes momentos, instantes felices, viajes inolvidables… Es la hora de hacerle pensar en todo eso y que entre los dos quede al final un buen sabor de boca de los años que habéis compartido. Además, ese tiempo seguro que os ha servido para crecer y aprender, insiste en ese agradecimiento por el aprendizaje que habéis ido recorriendo juntos.
3. Debes estar preparado. Dejar a la persona que has amado no suele ser sencillo, por lo que debes estar seguro y convencido de lo que vas a hacer. No juegues con los sentimientos de la otra persona, déjale claro que es algo meditado y que estás seguro de la decisión que vas a tomar. Hay que ser maduro también para romper una relación.
4. Sé sincero y claro. Explica a la otra persona que has tomado una decisión y explícale de manera sincera los motivos. La sinceridad es fundamental, ya que entenderá cómo te sientes. Sé siempre respetuoso y honesto, no dejes que las emociones se apoderen de ti en ese momento y trata de buscar un momento tranquilo y en el que no os molesten para poder hablar con calma. Apoya a la otra persona, pero déjale claro que lo vuestro ha terminado, sin dar falsas esperanzas ante un momento de dolor o tensión por su parte.
5. No busques culpables. Cuando dejas a alguien se puede caer en la tentación de echar la culpa al otro. Una pareja se rompe por muchos motivos y seguro que ambos tenéis parte de responsabilidad. Analiza los actos y lo que ha pasado entre vosotros pero no eches toda la basura sobre el otro y mucho menos si entre vosotros no ha pasado nada importante y el motivo principal es que se ha terminado el amor. Según los expertos de Psicología Online, evita los reproches, solo hará que se genere un dolor adicional. Incluso es bueno perdonar si el otro ha cometido algún error, te hará sentir mejor contigo mismo. El rencor no lleva a nada bueno.
6. Cierra el círculo. Si has tomado la decisión, pon un punto y final. Si sabes que la ruptura es dolorosa para la otra persona, no mantengas el contacto, ya que solo harás que su dolor se alargue y que incluso pueda tener falsas esperanzas sobre una posible nueva oportunidad. Pasa tu duelo y deja al otro que pase el suyo. No lo alargues con llamadas o mensajes que no le provocarán más que un dolor adicional. Deja pasar el tiempo hasta ver si ambos podéis seguir manteniendo una relación de amistad o es mejor cortar por lo sano cualquier tipo de contacto.