El Animal Flow es una tendencia deportiva que está conquistando el mundo. Incluso algunos rostros conocidos como el actor Chris Hemsworth ya se han apuntado a este programa de entrenamiento de ejercicio físico en el que se usa el propio peso corporal imitando en cierta manera los gestos y movimientos característicos de los animales.
Eso sí, debemos saber que el Animal Flow no consiste en actuar como animales, sino en mejorar la conexión con el animal humano que todos llevamos dentro. Al mover nuestro cuerpo, sentir nuestros pies en el suelo, se produce esa conexión entre el exterior y el interior que lleva a sentirnos mucho más libres y mejor por dentro y por fuera. Una de las ventajas del Animal Flow es que lo puede practicar cualquier persona siempre que siga un entrenamiento guiado y en muchas ocasiones personalizado. La intensidad y el grado de dificultad irá incrementando en función del estado físico de cada persona.
Es buena si tenemos dolores de espalda derivados del día a día, ya que hace que aumente la movilidad en esa parte del cuerpo, y si se hace con paciencia y con un instructor que nos vaya guiando evitaremos también posibles lesiones que limiten la práctica o los rangos de movimiento y la coordinación.
Esta disciplina fue creada por Mike Fitch, un estadounidense profesional del ámbito del fitness con varias décadas de experiencia en el sector y creador también de otras disciplinas relacionadas con el uso del propio peso corporal. Después de años creando entrenamientos con elementos como kettlebells, barras olímpicas y discos, Fitch apostó un día por centrarse solo en los movimientos con su propio peso para entrenar su musculatura. De esta forma dio lugar a su propia marca y disciplina.
A través de diferentes movimientos se llega a este tipo de entrenamiento que combina elementos de la calistenia, el yoga, el Pilates y la capoeira. Los movimientos inspirados en los que hacen algunos animales ayudan a mejorar con el tiempo nuestra agilidad, a recuperar o mejorar la movilidad y la flexibilidad y también la potencia y resistencia de nuestro organismo, algo que podemos ‘aprovechar’ también para combinar el Animal Flow con otras disciplinas de fuerza y cardiovasculares.
Animales y Animal Flow
Como decíamos, no se trata de actuar como animales sino de movernos cómo ellos en algunas situaciones. Algunos de los animales en los que se fija el Animal Flow son la rana, el cocodrilo, el escorpión, el cangrejo y el gorila y sus movimientos primarios se combinan de manera conjunta como si uno llevara al otro.
Entre estos movimientos que imitan a los de los citados animales nos encontramos con algunos propios de cualquier entrenamiento físico, como las sentadillas, los saltos, los empujes o los estiramientos, movimientos también funcionales propios del ser humano.
Cómo se practica
Una de las ventajas del Animal Flow es que se puede practicar en cualquier sitio (ya sea en casa, en un parque, en una sala de un gimnasio, en la playa…) y no necesita ningún tipo de material específico (como mucho una esterilla), por lo que es además muy económico. Para empezar a practicarlo debemos tener en cuenta que se trata de movimientos fluidos, dinámicos y naturales, lo que nos lleva a un grado máximo de concentración que nos hará ir mejorando con el tiempo.
Los ejercicios que se llevan a cabo en esta disciplina se hacen siempre muy cerca del suelo aunque el cuerpo va moviéndose con ligereza en diferentes planos. Es una disciplina muy estética y da lugar casi a una danza visualmente preciosa para el que lo practica o para el que la disfruta contemplándola.
Beneficios del animal flow
Los beneficios de esta disciplina son numerosos tanto para nuestra salud física como para la salud mental. Estos beneficios son:
- Mejora la potencia, la resistencia física (fundamental para el día a día y para la práctica de otros deportes) y el control corporal.
- Fortalece articulaciones y músculos, los hombros, las muñecas, abdominales, espalda, brazos, cuello y piernas.
- Une una serie de ejercicios muy completos con los que se trabaja toda la musculatura corporal y que no tienen impacto, por lo que puede practicarse a cualquier edad.
- Trabaja aspectos como la flexibilidad y la estabilidad corporal.
- La movilidad se ve incrementada y de la misma manera mejora la coordinación ya que exige una concentración máxima.
- Ayuda a disminuir el estrés, cuando estés practicando Animal Flow desconectarás del resto del mundo. Requiere concentración para ser practicado de manera correcta. Cuando terminas la clase, te sientes en calma y con un bienestar interior muy positivo.
- Favore dormir mejor y conciliar mejor el sueño.
- Reduce de manera notoria los dolores vinculados a malas posturas, el sedentarismo o la rigidez lumbar. Esto lleva también a optimizar la higiene postural.
- Moldea nuestra figura y ayuda a sentirnos mejor por dentro y por fuera con el paso de las sesiones.
- Permite trabajar a nivel cardiovascular y tonifica la musculatura.
Cuatro ejercicios de Animal Flow
-Crab reach (movimiento del cangrejo). Es el calentamiento para luego practicar el resto de ejercicios. Ayuda a aumentar la temperatura corporal y a preparar la estructura muscular para continuar con el entrenamiento. El movimiento consiste en mover la columna en diferentes planos y se suelen hacer dos series de unas 15 repeticiones por cada lado.
-Alligator walk (paseo del cocodrilo). Este ejercicio necesita control del cuerpo porque conlleva disociar el movimiento de las extremidades superiores e inferiores. Mantenemos el core activado y nos quedamos cerca del suelo para hacerlo correctamente en dos series de 12 movimientos.
-Bear Walking (paseo del oso). Nos ponemos a cuatro patas y levantamos las rodillas en un ángulo de 90 grados y a pocos centímetros del suelo. Vamos andando hacia adelante coordinando la mano con el pie opuesto.
-Side-traveling ape (movimiento lateral del mono). Está inspirado en el desplazamiento lateral de los monos. Colócate en posición de sentadilla profunda apoyando las manos en el suelo. Presiona, levanta las caderas y balancea las piernas hacia un lado, imitando de esta forma a un simio. Haremos dos series de 12 desplazamientos a cada lado.