No son pocos los estudios que la Universidad de Harvard publica a diario. Sin ningún régimen específico, dando cabida a todo tipo de temáticas e investigaciones factibles que alcanzan la línea de importantes editoriales y periódicos, quienes presumen a su vez de estos ensayos en sus portadas. La popularidad de esta histórica institución académica se debe, en gran medida, a ello: Harvard destaca por ser una universidad pionera en materias científicas y, sobre todo, en los estudios relacionados con la salud humana.
En esta ocasión, la prestigiosa universidad estadounidense ha hecho eco de un nuevo estudio realizado y dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. Este estudio se centra en la longevidad y la calidad de vida duradera, analizando cuáles son los hábitos diarios saludables con mayor efectividad.
Casi todo el mundo tiende a pensar que es suficiente con comer bien y de forma equilibrada y hacer algo de ejercicio rutinario. Pero la Universidad de Harvard va más allá. Dicha investigación identifica y fundamenta otros cinco hábitos diarios que pueden ayudar a las personas a aumentar su esperanza de vida y evitar algunas de las enfermedades más graves como las cardiovasculares o la diabetes.
Harvard: los hábitos que construyen una vida más saludable y duradera
La Universidad de Harvard analizó datos de más de 73.000 mujeres inscritas en el Estudio de Salud de Enfermeras (NHS), quienes fueron seguidas durante 34 años, así como más de 38.000 hombres inscritos en el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (HPFS), controlados durante 28 años. El estudio encontró que cumplir al menos cuatro de los cinco hábitos saludables siguientes brindaba a las personas una mayor protección contra el desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2 o daños cardiovasculares; así como una cierta mejora duradera en la esperanza de vida.
De esta manera, los cinco hábitos propuestos por Harvard son:
- Comer principalmente plantas la mayor parte del tiempo. Eso significa frutas, verduras, frijoles y lentejas, nueces y semillas, cereales integrales, etc. Evitar en la medida de lo posible la ingesta, por lo tanto, de comidas rápidas o fritas, dulces y bebidas azucaradas o carnes rojas y procesadas (como embutidos).
- Mover el cuerpo todos los días tanto como puedas. Desde Harvard se recomienda caminar durante 30 minutos al día que, por ejemplo, brinda los beneficios enumerados. Pero se ha demostrado que incluso tan solo 10 minutos de movimiento por semana tienen beneficios importantes y eficaces para la salud.
- Hacer tanto cuanto se pueda para lograr un peso saludable. Además, el ensayo recuerda incluso que una pequeña pérdida de peso se asocia con resultados de salud positivos, como un menor riesgo de diabetes en aquellas personas de riesgo.
- Dejar de fumar y de vapear. Este estudio en particular analizó la variable "no haber fumado nunca", también apunta que dejar de fumar y de utilizar cigarros electrónicos en cualquier momento tiene importantes beneficios para la salud en general.
- Tener en cuenta los límites recomendados en la ingesta de alcohol. Tomar bebidas alcohólicas no es algo saludable, pero en caso contrario, la Universidad de Harvard aconseja hacerlo dentro de los límites estipulados, es decir: "un trago por día como máximo para las mujeres y dos tragos para los hombres".
Los precedentes de esta investigación: hasta una década de vida extra
En un estudio anterior, donde se utilizaron los mismos datos, estos investigadores descubrieron ya que cinco hábitos de vida de bajo riesgo son fundamentales para una esperanza de vida más larga. Cuanto más de estos hábitos tenía la gente, más vivía. En cambio, en este nuevo estudio los investigadores querían saber si esos años adicionales también eran años saludables.
A los participantes se les preguntó en cuestionarios de seguimiento si habían desarrollado problemas médicos como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares (enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares) o diferentes tipos de cáncer, entre otros. Las respuestas fueron verificadas mediante una revisión de registros médicos oficiales que concluyeron a favor del ensayo.
Incluso si tenían sólo uno de estos hábitos, los participantes vivieron dos años más que si no tuvieran ninguno. Y si a los 50 años practicaban regularmente los cinco, las mujeres vivían 14 años más y los hombres 12 más, es decir, más de una década de vida extra.