Bienestar

El "efecto llamada" y la importancia de hablar y prevenir las problemáticas de la salud pública

El suicidio es uno de los grandes problemas de la salud pública actuales. Sin embargo, no recibe la misma atención que han recibido otras causas de muerte como los accidentes de tráfico o el alcoholismo

  • La salud mental es una de las grandes preocupaciones de la salud pública -

El suicidio representa una de las principales preocupaciones y problemáticas de la salud pública. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de casos ha ido aumentando progresivamente. El primer semestre del 2023, "el suicidio se mantuvo como primera causa de muerte externa, con 1.967 fallecimientos", según el INE.

Asimismo, desde hace unos años, hay más muertes por suicidios que por accidentes de tráfico. En 2022 también fue la primera causa de muerte externa, creciendo un 5,6% respecto a 2021. A pesar de estas alarmantes cifras, tal y como demuestran los datos, no se está realizando una correcta campaña de prevención que ayude a reducir los casos y a evitar el 'efecto llamada'.

El denominado como 'efecto llamada o de contagio', o 'efecto werther' por su origen, -término que hace referencia al fenómeno de imitación de la conducta suicida en la sociedad al compartirse un suceso de este tipo en los medios- es una preocupación entre psicólogos y psiquiatras. Es por esto que solicitaron que se visibilizase más este problema, así como que se comunicase adecuadamente para evitar influenciar erróneamente a alguien.

Considerado un tema tabú durante varias décadas, el aumento de suicidios en los últimos años ha creado la urgente necesidad de hablar de ello y ayudar a prevenir. Cada vez son más los medios de comunicación que informan de estos sucesos y hacen eco del problema que supone en la sociedad.

Las redes sociales no son un buen amigo de los trastornos mentales. Por ello, juegan un papel clave para ayudar a prevenirlos. Plataformas como Instagram, Facebook o X (antes Twitter) disponen en su sistema de una interfaz que, al detectar en el buscador palabras relacionadas con enfermedades mentales, hace saltar un banner con diferentes maneras de conseguir ayuda. Desde una línea telefónica de ayuda a contactar con un amigo.

Interfaz de Instagram, en la que anima a los usuarios a consultar fuentes y profesionales especializados en ciertos temasEP

El lenguaje que se utilice para comunicar un suicidio o un intento de suicidio es esencial. Es importante informar de diversos sucesos y, sobre todo, es importante visibilizar y sensibilizar a la sociedad sobre ciertas problemáticas, pero hay que tener cuidado de cómo se hace. Para prevenir cualquier intento de imitación, hay que tener en cuenta una serie de elementos. Además, la persona que comete el suicidio (o lo intenta) no es la única involucrada. Hay que tener en mente también a los familiares y personas cercanas al sujeto de la noticia que se pueden ver afectados.

El peligro del 'efecto llamada' y la importancia de comunicar bien

A la hora de informar un suicidio es importante el lenguaje que empleamos. El objetivo es transmitir prevención y sensibilización, no generar un 'efecto llamada' y que aumenten los casos. El Ministerio de Sanidad compartía en el 2020 un documento de recomendaciones a los medios de comunicación para las informaciones sobre las conductas suicidas realizado entre profesionales de la información y la psicología.

Este documento pretende enseñar a los medios a comunicar este tipo de sucesos sin acudir al sensacionalismo e informar con responsabilidad. Sanidad también dispone de un documento sobre el tratamiento adecuado de las enfermedades y trastornos mentales en el ámbito de la información.

Es esencial tener en cuenta la depresión y otros trastornos mentales debido a que existe una posible asociación con estos y la conducta suicida. Ha de considerarse porque, como expresa el documento de Sanidad, son "trastornos tratables para los que hay tratamiento", por lo que se ayudaría a prevenir y sensibilizar de posibles casos.

Evitar utilizar imágenes explícitas o no informar sobre detalles específicos del método empleado en el suicidio o intento de suicidio, además de no reflejar como un logro la muerte por suicidio o la labor que hayan ejercido los cuerpos sanitarios o de emergencias, son algunas de las recomendaciones del documento. Asimismo, debe informarse de alternativas al suicidio, "ya sea mediante información genérica o mediante historias de personas, que ilustren cómo afrontar las circunstancias adversas, las ideas de suicidio, y cómo pedir ayuda."

Para ayudar a la prevención del 'efecto llamada', en el caso de suicidios de celebridades es especialmente clave tener cuidado en cómo se comunica la noticia. Dado que muchas personas toman como ejemplo a seguir a los famosos, es más probable que se pueda dar este efecto de imitación de la conducta.

"Aunque la mejora en el trato recibido por la salud mental en los últimos años es reconocida, se sigue transmitiendo de forma sutil y algunas veces explícita, una imagen errónea y negativa de la enfermedad mental, que sin duda no es un buen reflejo de la realidad, ayuda a perpetuar estereotipos, prejuicios y falsas creencias, y que perjudica de manera directa a los derechos de las personas con problemas de salud mental y a su entorno", dicta el Manual de comunicación de trastornos mentales facilitado por Sanidad.

La necesidad de prevenir

Pese a que la prevención y la sensibilización es cada vez más presente tanto en los medios de comunicación como en las campañas del Gobierno, aún queda mucho camino por recorrer. En el pasado, hemos visto como se han llevado efectivas campañas publicitarias de prevención que han ayudado a reducir las muertes por alguna causa externa que supusiese un problema en la sociedad.

Cada año no falta el anuncio de la DGT y el Ministerio de Transporte y Movilidad Urbana que te incita a conducir con cuidado o a no coger el coche ebrio. Que te recuerda que en la carretera "no estás solo". En la década de los ochenta, los accidentes de tráfico era una de las principales causas de muerte externas, según revelan datos del INE. A lo largo de las décadas, gracias a estas campañas y la labor de los medios de comunicación de prevenir y sensibilizar sobre el problema, las muertes por accidentes han ido reduciéndose.

De los 6.146 fallecimientos por accidente de tráfico que cifra el INE en 1980, se ha pasado a 1.815 en 2022. El primer semestre del pasado 2023 las muertes por accidentes en las carreteras fueron 760, una cifra muy lejos de 1.967 suicidios que se produjeron en el mismo periodo de tiempo.

Un gráfico muy duro: en 40 años en España hemos conseguido reducir a menos de la mitad el porcentaje de fallecimientos por accidentes de tráfico pero, en cambio, se ha más que triplicado la importancia de los suicidios.

El peor cambio, en los jóvenes.https://t.co/SBjN2NMWEj pic.twitter.com/Y9I3So4Wby

— Juan Luis Jiménez (@JuanLuis_JG) January 9, 2024

Esto significa que una buena campaña de prevención -la cual continúa haciéndose- tiene efecto en la sociedad. En el 2022, 4.227 personas se quitaron la vida y, aunque aún no haya cifras oficiales de 2023, teniendo en cuenta que el primer semestre del año pasado supone casi la mitad del total de 2022, es probable que el total haya aumentado, un año más.

024, la línea telefónica de ayuda a la conducta suicida

El Gobierno puso en marcha en 2022 una línea telefónica dedicada exclusivamente a ayudar a personas con tendencias suicidas. El 024 ha recibido más de 150.000 llamadas desde que empezó a funcionar.

El teléfono 024 es un servicio nacional, gratuito, confidencial y disponible durante todo el año las 24 horas del día. Recientemente, el Gobierno ha puesto en marcha un chat del 024, enfocado a un acceso universal y a un perfil más joven.

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