¿Citas conscientes? Cuando hablamos de citas conscientes “nos referimos a abordar una cita con un sentido y escuchándote a ti misma y al otro, por ejemplo, si tú quieres ser madre y tener hijos y él te dice que él no, sé consciente de la verdad, no deberías volver a quedar con él porque tenéis diferentes objetivos y no sois compatibles. En cambio, si no eres consciente, te saltas tus límites y sigues quedando con él, con la esperanza que cambiará, perderás tu valioso tiempo”, nos explica la psicóloga Lara Ferreiro.
Una cita consciente implica poner en valor tus deseos y tus necesidades, escuchar activamente a la otra persona y saber poner límites. “Es conocernos más, crear relaciones sanas y honestas y comunicar lo que queremos sin miedo. También en una cita consciente hay más probabilidades de conectar emocionalmente con otra persona”, añade. Según datos de una encuesta de la aplicación de citas Badoo, un tercio (33%) de encuestados se queja de que, en lugar de muchas conexiones continuas, preferiría encontrar "conexiones de calidad".
“Vivimos en una sociedad de amor líquido donde las conexiones son cada vez más superficiales e irreales. En general, son más fugaces y no estamos comprometidos. Para conseguir estas citas conscientes debemos marcar unos objetivos realistas y priorizar la calidad frente a la cantidad. Por ejemplo, podemos limitar las citas a una a la semana o abrir un chat solo con personas que de verdad nos interesen. De esta forma, somos sinceros con nosotros y con los demás. Por supuesto, nunca hacer ghosting o técnicas de manipulación emocional. ¡Prohibido!”, enfatiza la psicóloga.
Citas conscientes: qué tienes que obsevar
A la hora de ligar y tener citas conscientes, “tenemos que ‘escuchar’ a nuestro termómetro emocional, observar cómo nos hace sentir la otra persona en la cita. Las emociones nos mandan un mensaje y hay que vigilarlas. Si la otra persona nos hace sentir mal, probablemente es porque no es para ti o algo tiene que ser revisado, en cambio, si te sientes a gusto, eres tú misma y estás tranquila, es una buena señal. Adelante, sigue quedando con esa persona. Y también es importante, hacer sentir bien a la otra persona, siempre hay que aplicar el principio de reciprocidad”, recomienda Ferreiro.
Aparte de escuchar nuestras emociones, debemos estar atentos a las señales. “Abre los ojos a las banderas rojas, las cosas que de ninguna manera vas a permitir, hablamos de señales claras o actitudes tóxicas que pueden afectar de manera negativa a la relación. Por ejemplo, si no quieres una persona que tenga hijos y esa persona los tiene, hay que dejarlo claro y no seguir. Lo más importante es hacer un ‘buen casting del amor’, que es el proceso que empleamos para encontrar a la persona compatible contigo con nosotros”, añade Lara.
En los primeros seis meses, puede durar incluso hasta dos años, cuando alguien te gusta mucho, aunque no sean lo recomendado para ti, ocurre el proceso de enamoramiento, qué es la fase del principio y la más efervescente, “generas en tu cerebro una sobredosis de oxitocina, la hormona del amor, y te vuelves completamente ciega a los defectos de esa persona y lo acabas idealizando. Antes de que te vuelvas ciega, tienes que ser muy racional a la hora de seleccionar a la persona que va a compartir contigo tu vida”, aconseja la psicóloga.
Como afirman datos de la encuesta de Badoo, casi un tercio (29%) de los encuestados considera que las citas son abrumadoras y el mismo número se ha sentido decepcionado por su experiencia. ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? Lo primero de todo que hay que tener en cuenta cuando vamos a una cita “teniendo tus objetivos claros, tus límites y una buena autoestima para saber que no somos billetes de 500 euros que le vamos a gustar a todo el mundo. No sólo eso, sino que debemos estar atentos a cómo nos comunicamos y cómo lo queremos transmitir. Intentar ser lo más auténticos posibles y crear un lugar de confianza”.
No todas las citas nos van a gustar o incluso puede que en algún momento no haya química con esa persona. ¡No pasa nada! “Cuando esto ocurra hay que intentar abordarlo de la mejor manera posible. La persona adecuada llegará de un momento a otro. Tienes que saber que vas a una cita para saber si hay química o no, es algo inconsciente que la hay o no, no te tienes que esforzar. Sencillamente pasa. No te critiques a ti misma, en el caso de que no haya surgido esa química, porque no te puedes forzar a que te guste una persona ni forzar al otro. Es como si yo te digo que tienes que enamorarte, de la primera persona que pase por la calle, me dirás que eso es imposible”, nos dice Lara Ferreiro.
Trucos para vivir al máximo una cita
La decepción en las citas puede desembocar en sentimientos de desesperanza (26%) y en la sensación de que se va a estar soltero para siempre (30%), según la citada encuesta. La clave para salir de esa decepción o esas creencias es la actitud. Si acudes a una cita pensando que va a ser un desastre o que vas a acabar soltera toda tu vida, probablemente no irá bien y no llegará el amor.
Parece algo muy simple, pero ser positivo en estas situaciones puede hacer que las vivencias sean mucho mejores. Vivir al máximo una cita implica disfrutar de la cita, ser uno mismo e interesarse por la otra persona. Por encima de todo ¡diviértete! No hemos venido a este mundo para estar amargados. Apunta estos consejos que nos da Lara Ferreiro:
- Ten pensamientos positivos antes y durante la cita.
- Muéstrate tal y como eres. No tengas miedo de mostrar tus gustos o aficiones. Al final, si no eres sincero tu futura relación tampoco lo será.
- Pregunta a la otra persona. Interésate por su vida, sus gustos. Sé natural.
- Deja claro cuáles son tus intereses, si quieres una relación seria o solo pasar el rato.
- Diviértete todo lo que puedas. Una cita debe ser un encuentro entretenido donde el aburrimiento nunca aparezca.
- Ten imaginación. Si lo ves claro, insinúate con algo divertido. Algo del tipo: “si te digo que tengo algo en el ojo, ¿te acercarías?, y luego te ríes. Pero sobre todo hay que intentar ganar confianza en nosotros mismos. Estar atentos a lo que transmitimos y cómo lo hacemos, a lo que piensa y siente la otra persona e intentar disfrutar de un rato agradable. A partir de aquí estás preparado ¡Lánzate al amor!