La dieta Perricone propone llevar una alimentación saludable durante varios periodos al año. El objetivo de esta dieta no es adelgazar sino mejorar la salud de nuestra piel por dentro y por fuera. Son muchas las dietas que se pueden encontrar en la actualidad, desde la keto a los ayunos intermitentes, por no mencionar otras con más historia, como la Atkins. A veces, pueden ser agresivas en cuanto a los niveles de restricción o, por el contrario, puede ocurrir que apuesten por una elevada repetición de determinados alimentos que, si bien ayudan a perder peso, pueden afectar de una u otra manera a medio o largo plazo al correcto funcionamiento de nuestro organismo y nuestra salud.
La dieta Perricone se diferencia del resto en que es la única que no está diseñada para adelgazar, aunque se suele perder peso, ya que promueve una alimentación altamente equilibrada. Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de Perricone MD en España, nos explica que “no es una dieta diseñada para adelgazar, sino un programa antiinflamatorio que lo que busca es mejorar la condición de nuestra piel a través de un programa de alimentos equilibrado que reduce los procesos de envejecimiento y le da al organismo las herramientas adecuadas para revelar una piel más sana e iluminada”.
Es decir, la primera diferencia con otras dietas está en que no está planteada para perder peso, sino para mejorar el aspecto de nuestro rostro, entre otros beneficios.
De dónde viene la dieta Perricone
La dieta Perricone hizo famoso al doctor del mismo nombre hasta tal punto que se le considera como uno de los tres mejores dermatólogos del mundo. De hecho, Nicholas Perricone, antes de lanzar su línea de productos cosméticos que han conquistado a personajes como Eva Mendes o Gwyneth Paltrow, diseñó esta dieta para tratar la piel de sus pacientes, siendo su primer aporte a la ciencia.
Esto hace que se le conozca como el padre de la teoría antiinflamatoria. Para él, un altísimo porcentaje de nuestros procesos de envejecimiento responden a que nos inflamamos y ello produce consecuencias como, por ejemplo, el proceso de glicación, responsable de las roturas de colágeno de nuestra piel.
De este modo, diseñó la dieta con el fin de ofrecer a sus pacientes una alternativa que apoyara su rutina de skincare y que reforzara la luminosidad y la desinflamación del rostro. Se trata de una dieta que se plantea para realizar durante períodos muy concretos y con vistas a mejorar considerablemente el aspecto de nuestra piel.
¿Se pierde peso?
Dicho esto, sí, se suele perder algo de peso. “Cuando alguien viene de una dieta muy restrictiva, no nota pérdida de peso con la dieta Perricone porque no es ese el objetivo. Sin embargo, si se vienen de rutinas menos saludables, sí se suele notar una cierta bajada, puesto que es un régimen sumamente equilibrado y ello, además de beneficiar a la piel, se suele traducir en una cierta regulación del peso corporal”, añade González.
No hablamos de una dieta pensada para mantenerse en el tiempo. De hecho, el doctor Perricone plantea dos escenarios de dieta: la de tres y la de 28 días. Con ambas, se notan beneficios, aunque la primera está más planteada como tratamiento flash de cara a un evento, y la segunda para mantener el rostro equilibrado durante un período más largo de tiempo. Es una dieta que debemos parar según estipula el doctor y que podremos repetir unas tres o cuatro veces al año.
Beneficios
Cuando se hace cualquiera de las dos dietas, la de tres o 28 días, se aprecia, antes que nada, cómo baja la inflamación del rostro. Esto se traduce en menos rojeces, un tono más saludable y uniforme, mayor luminosidad e, incluso, una piel más jugosa. Además, es una dieta rica en sustancias de efecto 'lifting', como es el caso del DMAE, presente en algunos pescados y responsable de la firmeza muscular que se alcanza tanto con este régimen como con los productos cosméticos de Perricone MD. A nivel de resultados, podría ser como un tratamiento flash de luminosidad, hidratación y firmeza, pero hecho en casa y con algo tan sencillo como la alimentación equilibrada.
Claves de la dieta Perricone
"Uno de mis máximos orgullos como médico e investigador es haber descubierto el papel de ciertos nutrientes clave y su impacto sobre la belleza, salud y longevidad. Cuando hablo de los superalimentos me refiero a aquellos con destacables propiedades antiinflamatorias, saludables y rejuvenecedoras, por desgracia muy olvidadas en el mundo de comida rápida y procesada de hoy”, expone el doctor Perricone. ¿De qué alimentos estamos hablando?
Las proteínas de alta calidad destacan en la dieta. Como dice el doctor, “todos los músculos, los órganos, los huesos, los cartílagos, la piel y los anticuerpos que nos protegen contra las enfermedades están hechos de proteínas. Sin embargo nuestro cuerpo no almacena proteínas. Cada día que pasamos sin ingerir proteínas, es un día que envejecemos”.
Por eso, para un óptimo funcionamiento orgánico, nuestro cuerpo necesita diariamente su ración de proteínas de alta calidad entre las que destacan pescados frescos (primando el salmón), pollo de corral y pavo, huevos (mejor orgánicos), el tofu (también orgánico, no de soja modificada genéticamente), kéfir y yogur natural (completamente naturales, sin edulcorantes, ni azúcares, ni bgh -hormona del crecimiento bovino-), quinoa y almendras.
Después, defiende los hidratos de carbono complejos y ricos en fibra, aquellos con bajo contenido glicémico, que permiten una absorción más lenta y no provocan una reacción inflamatoria derivada del incremento de los niveles de azúcar en sangre. Además, este tipo de hidratos, aportan antioxidantes, fitonutrientes y fibras, fundamentales para regular la digestión.
Incluyendo entre cuatro y siete porciones diarias de este tipo de nutrientes (contenidos en moras, cebollas rojas y blancas, frambuesas, aceite de oliva, avena o limones), se aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales que neutralizarán los síntomas de envejecimiento y se suministra la energía esencial al organismo. Aquí es básico tener muy en cuenta el tamaño de las raciones, ya que los hidratos, que en la cantidad correcta son antiinflamatorios, en exceso pueden provocar una respuesta de insulina.
No debemos olvidarnos de las grasas buenas o ácidos grasos esenciales. Conocidos por sus efectos protectores para el corazón, su capacidad de disminuir la presión sanguínea y reducir la formación de coágulos en la sangre, los ácidos grasos esenciales omega-3, (que podemos encontrar en el salmón, el atún, las sardinas, el aceite de lino o las semillas de chía), ayudan a proteger el sistema cardiovascular, a mantener un peso sano y a mejorar el funcionamiento del cerebro. También son necesarios los omega-6 y los omega-9 presentes, entre otros, en las semillas de girasol, los pistachos, el aceite de oliva o el de onagra, ayudan a mantener los niveles correctos de colesterol y triglicéridos.
Añade los alimentos ricos en ácido alfa lipoico y vitaminas antioxidantes. El ácido alfa lipoico, presente en verduras como las espinacas o el brócoli, es una sustancia natural generada por el propio organismo y uno de los elementos clave contra el envejecimiento, ya que contribuye a la producción de energía de la célula, protegiéndolas ante la inflamación provocada por los radicales libres. actúa en sinergia con todos los sistemas antioxidantes y eleva el glutatión (enzima esencial para la eliminación de toxinas generadas por los lípidos).
Por otra parte, las vitaminas A (presente en frutas rojas como las fresas), las del complejo B (en altos niveles, por ejemplo, en las sardinas) y la C (con el limón como máximo representante) son clave en una dieta nutritiva antiaging al ayudarnos a mantener un buen estado de salud y contrarrestar la oxidación celular y los radicales libres desde el interior.
Restricciones de la dieta Perricone
Aunque no es una dieta para adelgazar, sí restringe ciertos alimentos que son proinflamatorios y que sí que deberíamos evitar siempre a toda costa. Entre ellos, destacan los productos o recetas ricas en azúcares. El azúcar hincha y desarrolla procesos de glicación. Es como si caramelizara las fibras de colágeno y, al cristalizarlas, se rompen, provocando cascadas de envejecimiento. Después, los demás principales proinflamatorios son las bebidas alcohólicas, el tabaco, el café y las bebidas procesadas. “Siempre será más saludable una ingesta de té, preferiblemente verde, antes que el café, que aumenta los niveles de cortisol y puede acelerar el declive de la piel”, concluye Raquel González.
¿Es difícil seguir esta dieta?
Un problema asociado a determinadas dietas es lo difícil que es encontrar los alimentos que las componen. Esto no ocurre con la del doctor Perricone. A él le conocen muchos como el doctor salmón, por ejemplo, ya que se hizo famoso porque este pescado se volvió el ingrediente indiscutible y protagonista de su programa, especificando, además, que debía ser salmón salvaje, más rico en DMAE y más bajo en grasas.
Siendo conscientes que el salmón salvaje no siempre es fácil de conseguir, se proponen opciones que también son ricas en omegas, como el boquerón o la caballa, pescados muy habituales en la dieta mediterránea. Más allá de las proteínas fundamentales, el resto de los ingredientes de la dieta Perricone son fáciles de encontrar actualmente en los supermercados, siendo algunos ejemplos el té verde, los huevos o los frutos secos.