La operación bikini sigue en boca de muchos en este mes pero como siempre decimos, deberíamos llevar un estilo de vida saludable no solo durante los meses previos al verano sino durante todo el año. Una alimentación saludable y equilibrada y practicar ejercicio varios días a la semana te hará sentir mejor por dentro y por fuera, pero es cierto que con la llegada del calor es menos apetecible y cuesta más seguir manteniendo el ritmo.
Aunque a todos nos gusta cuidarnos durante todo el año, cuando se acerca el verano nos entra una urgencia mayor por poner nuestro cuerpo a punto. Queremos vernos bien y sentirnos bien, y en los meses previos a las vacaciones vigilamos más a fondo nuestra alimentación y procuramos adoptar hábitos más saludables.
Los días más largos y las vacaciones nos llevan a estar más en la calle y a descuidar nuestra alimentación con mayor frecuencia y a olvidarnos de la operación bikini con rapidez. Queremos salir más, compartir más momentos con amigos y es complicado para muchos mantener la dieta equilibrada y seguir practicando ejercicio cuando el calor aprieta. Pero no es imposible y con unos sencillos trucos te puedes seguir sintiendo bien antes, durante y después del verano.
Operación bikini… más saludable
La cuenta atrás para el verano ya ha comenzado. La nutricionista Elisa Blázquez nos da estos consejos básicos que te ayudarán a preparar tu cuerpo para que esté sano por dentro… y que se note por fuera. Con estas sencillas claves, tu preparación para las vacaciones hará que la operación bikini sea, sin duda, un éxito.
-Depura tu interior consumiendo más vegetales. Empieza el día poniendo fruta fresca en tu desayuno (puede ser de manera natural o en un zumo o smoothie); luego acompaña tu comida con una ensalada y algo de proteína e incorpora verduras al vapor o cremas por la noche para cenar.
La verdura es la gran aliada en estas fechas, pues además de aportar prebióticos para tener un intestino sano, nos hidrata. Es preferible consumir los vegetales enteros, con toda su fibra, y evitar los zumos.
-Intenta cenar más pronto y algo ligero. Sabemos que las altas temperaturas y las horas de luz del verano nos llevan a retrasar las cenas y por lo tanto también la hora e irnos a dormir. Pero sería bueno si adelantases el horario de las cenas y lo hicieras al menos tres horas antes de irte a la cama. La cena perfecta es un plato único que contenga una guarnición de verdura y una proteína de fácil digestión, como el huevo y el pescado.
Prepáralos de manera ligera: al horno, al vapor, a la plancha o en papillote. Evita los fritos, el pan, los postres y picoteos en torno a la cena y trata de dejar 12 horas de ayuno entre tu cena y tu desayuno. Te sentirás con más energía al despertarte para afrontar una calurosa jornada.
-Incorpora prebióticos y probióticos. Nuestro intestino está poblado por millones de bacterias que hay que cuidar. El consumo de alimentos fermentados con efecto probiótico, como la Kombucha, el miso, el yogur o el kéfir, es fundamental para fortalecer la diversidad intestinal. Una forma perfecta de comenzar el día es añadir cada mañana a tu café o té alguna mezcla como el Microbiotic Creamer de Baïa Food, una mezcla con prebióticos y probióticos formulada con evidencia científica para favorecer una microbiota sana.
Se presenta en un formato similar a la leche en polvo y le aporta cremosidad a tu desayuno, sin azúcares ni edulcorantes añadidos. Su consumo diario te ayudará a mejorar tu salud intestinal y a estar menos hinchado.
-Bebe más agua que en otras temporadas. En esta época es bueno que bebas más agua. La operación bikini no es solo vernos mejor por fuera sino estar más sanos por dentro. No se trata de beber por beber sino de mantener un nivel de hidratación óptima. Toma un par de vasos grandes con cada comida y si hace mucho calor lleva siempre contigo una botellita de agua para beber cuando sea necesario.
Otra buena idea es preparar una limonada casera, un termo de infusión o té rooibos para ir tomándolo durante el día. Pero ojo, las infusiones no sustituyen al agua. La hidratación nos ayuda a sentirnos más ligeros y vitales. Lo ideal es tomar entre seis y ocho vasos de agua al día.
-Evita el azúcar y los productos ultraprocesados. Ahora y siempre, no solo en verano o durante la operación bikini, trata de eliminar el azúcar refinado de la dieta. El azúcar blanco es inflamatorio, y los ultraprocesados son pobres en nutrientes y con gran cantidad de aditivos, grasas trans y azúcar. Todo ello va desequilibrando poco a poco nuestra microbiota y nuestro ecosistema intestinal.
-Deporte también en verano. Para conseguir los resultados buscados, además de seguir estos consejos es esencial que mantengas una rutina de actividad física. Busca el ejercicio que más te guste y saca al menos tres horas a la semana para mantenerte activo, ejercitar tu fuerza y poner tu corazón a funcionar. Con la operación bikini seguro que has empezado a coger la rutina de hacer ejercicio, así que no lo dejes ahora. Sabemos que en verano cuesta más, pero no es imposible continuar con tu rutina, solo tienes que proponértelo y te sentirás mucho mejor.
Como recomendación, no hagas ejercicio en las horas de más calor para evitar mareos y golpes de calor; haz al menos dos días de entrenamiento de fuerza y otros dos de actividad cardiovascular aunque sean entrenamientos más cortos. Llegarás a septiembre en forma para continuar con tus rutinas. Recuerda, la operación bikini es todo el año.
-No olvides tu piel. Aunque aún no te hayas marchado de vacaciones, la piel debe estar entre tus prioridades en esta época y debería formar parte de la llamada operación bikini. Aplica siempre protección solar antes de salir de casa en la cara, brazos y piernas y cúbrete con un sombrero o gorra para evitar los rayos en las horas centrales del día.
-Escucha a tu cuerpo, es muy sabio. Por último, es importante que escuches a tu cuerpo. “Si con frecuencia te sientes hinchado, con malestar gástrico o con alteraciones del tránsito intestinal, es recomendable acudir a un nutricionista, que estudiará tu microbiota intestinal y te dará las pautas para ayudarte a fortalecerla. El tubo digestivo tiene una fantástica capacidad de modularse en función de cómo le cuidemos, y si le tratamos bien, se mantendrá sano y fuerte”, explica Elisa Blázquez.