El pro-aging es un estilo de vida que tiene como objetivo promover el envejecimiento activo a través de hábitos saludables. Buscar una mejor calidad de vida cuando se van cumpliendo años a través de una alimentación saludable y equilibrada, del ejercicio físico y de rutinas que nos permitan vivir más y mejor es clave para cumplir años de una manera más feliz y sin demasiados problemas de salud.
A esto deberíamos añadir una buena higiene del sueño, es decir, dormir las horas que se recomiendan a cada edad y seguir una rutina a la hora de irnos a la cama (no cenar antes de dos horas de acostarnos, evitar los móviles o tablets en la cama, acostarse siempre a la misma hora). Se debe también tener una buena hidratación tanto por dentro, bebiendo la suficiente agua a diario, como por fuera, hidratando nuestra piel de rostro y cuerpo, así como evitar productos dañinos como el tabaco y el alcohol.
El proaging apuesta por una aceptación de la edad y por no enfrentarse a ella, y cuidarse tanto por dentro como por fuera, para vernos bien y sentirnos aún mejor. Es una filosofía que insta a las personas a cumplir años sin perder la vitalidad y las ganas de vivir. El uso del prefijo ‘pro’ significa ‘a favor de’. Esto significa que este término está a favor de la edad y de aprovechar cada etapa de la vida y sobre todo la madurez, etapa en la que se tiene más experiencia y sabiduría.
Porque el pro-aging no solo quiere decir cuidar de nuestro organismo sino también cuidar nuestra salud mental y nuestras relaciones sociales y la actividad intelectual, es decir, todos y cada uno de los aspectos que hacen de nuestra vida una vida más completa y feliz. Por supuesto, todo esto no está reñido con cuidarse también por fuera.
Hidratar nuestra piel, usar factor de protección solar elevado durante todo el año (sí, también en invierno y aunque esté nublado) y aplicar cremas que nos ayuden a vernos mejor es ideal y no hay por qué dejar de hacerlo. Este estilo de vida quiere que nos aceptemos y nos sintamos bien con nuestra edad sin obligaciones estéticas ni cánones que han quedado ya anticuados.
Diferencias entre antiaging y pro-aging
Debemos saber que hay grandes diferencias entre el antiaging y el pro-aging. El primer término se refiere a hacer frente a los signos de la edad. Es un enfoque más tradicional y que se suele adoptar con mayor frecuencia a medida que se van cumpliendo años. A través del antiaging tratamos de frenar las evidencias del paso del tiempo o al menos hacer que sean menos visibles. Es decir, el objetivo sería en este caso mantener un aspecto más joven y una mejor salud durante el mayor tiempo que sea posible.
Si hablamos del pro-aging, lo hacemos desde un enfoque más natural y positivo a la hora de afrontar el envejecimiento o el paso de los años. El pro-aging no se focaliza en evitar o retrasar los signos que todos tenemos a la vida al ir cumpliendo años, sino que los defensores de este estilo de vida ven el envejecimiento como una parte natural del ciclo de la vida y buscan aprovechar al máximo todas las etapas de la misma.
Cuando hablamos de envejecimiento no lo hacemos solo de vernos con más o menos arrugas en la piel, sino de todo lo que tiene que ver con una mejora de la salud general a cualquier edad. Se habla entonces de hábitos saludables, de adoptar una alimentación saludable y equilibrada, de hacer ejercicio de manera regular y de llevar a cabo actividades sociales que nos ayuden a desarrollarnos también como seres humanos y nos permitan seguir aprendiendo y creciendo a cualquier edad. El objetivo es envejecer lo mejor posible.
Con el antiaging se hace referencia a tratamientos o estrategias para retrasar, prevenir o revertir los efectos del envejecimiento en nuestro cuerpo. Aquí se engloban los tratamientos cosméticos, los de terapias hormonales o algunos procedimientos médicos como la cirugía estética. Suelen ser métodos que proporcionan resultados a corto plazo pero no a largo y algunos podrían tener ciertos riesgos también para la salud. Por eso, siempre se recomienda ponerse en manos profesionales que nos aconsejen lo mejor para nuestro caso y lo que queremos conseguir.
Sin embargo, el pro-aging es un enfoque mucho más completo e integral que se centra sobre todo en la salud y el bienestar general más que en la apariencia física o en una búsqueda de parecer más jóvenes a pesar de ir cumpliendo años. Mientras que el antiaging persigue evitar y retrasar el envejecimiento, el pro-aging se basa en cuidarse y sacar el máximo partido a la edad que se tenga.
Pro-aging y salud digestiva
Una buena alimentación y una correcta salud digestiva son imprescindibles también al hablar de pro-aging para mejorar la calidad de vida a largo plazo, es decir, vivir más y mejor. Por ello, el equipo de ProAge by LFL nos da algunos consejos para mejorar el bienestar digestivo y empezar a practicar el pro-aging desde ya:
-Reducir el exceso de tejido adiposo: Este produce moléculas inflamatorias causantes de la mayoría de enfermedades metabólicas. Perder grasa manteniendo y reforzando la masa muscular es imprescindible para mantener un estado de salud óptimo y mejorar el sistema inmunológico.
-Eliminar alimentos inflamatorios e irritantes de nuestra dieta como la lactosa, el gluten o la carne roja. Por el contrario, incluir proteína vegetal en nuestra alimentación diaria permite detoxificar el organismo y mejorar la salud digestiva.
-Ingerir alimentos ricos en antioxidantes con frutas como las naranjas, arándanos o fresas; verduras como el boniato, las espinacas o la col rizada; semillas y frutos secos; huevos o infusiones. El consumo de estos productos retrasa el envejecimiento celular y ofrece beneficios ante enfermedades cardíacas.
-Incluir suplementos de alta calidad. Siempre bajo supervisión médica y asesoramiento profesional, se puede complementar la alimentación con compuestos antioxidantes que ayudan a equilibrar la salud digestiva y potenciar el metabolismo como el Ubiquinol, el DHA y la Vitamina D.