Salud mental

Entrevista laboral: cómo demostrar tus virtudes y hablar de tus defectos

El momento de enfrentarte a una entrevista laboral puede generar ciertos nervios que pueden hacer que no salga tal y como tenías planeado

  • Entrevista laboral: cómo demostrar tus virtudes y hablar de tus defectos. -

Una entrevista laboral puede ser el momento clave que haga que obtengas o no un determinado puesto de trabajo. Se pueden sentir ciertos nervios e incluso algo de estrés cuando tenemos que ser ‘examinados’ por alguien que no nos conoce y eso puede llevarnos a cometer algunos errores que se pueden evitar si hacemos las cosas con algo de preparación y tranquilidad. 

A la hora de ir a una entrevista laboral, lo primero que tienes que hacer es prepararte para la entrevista. No significa que lleves cosas de memoria y las sueltes como si estuvieras en un examen de Historia, sino que te informes sobre la empresa a la que vas a optar, sobre el trabajo que ofertan y sobre cómo es el mercado, si es que es nuevo para ti. Es importante también que lleves tu currículum fresco en la cabeza para poder contarle al entrevistador cuál es tu experiencia y poder así destacar tus puntos fuertes ante cualquier pregunta que pueda surgir durante la charla. 

Interésate por la empresa también durante la entrevista laboral. Sé proactivo y no tengas miedo a preguntar las dudas que te puedan surgir sobre la cultura empresarial de la compañía, los objetivos que tendrían marcados para ti en el caso de resultar elegido para ese puesto de trabajo, las responsabilidades que se te encargaría o las funciones concretas que tendrías que llevar a cabo en tu día a día.

El encargado de la entrevista o la persona de recursos humanos busca al candidato ideal pero eso no significa que tengas que ser perfecto. Si tienes alguna carencia, intenta que se convierta en un punto fuerte asegurando que tienes gran capacidad de aprendizaje y que estás dispuesto a asumir nuevos retos. La positividad suma.

El lenguaje corporal también es importante. Siéntate recto, con las manos sobre la mesa y mira a tu interlocutor a los ojos. Salúdale con un apretón de manos contundente. También antes de irte, sé educado, agradece el tiempo dedicado, despídete amablemente y pregunta cuánto tiempo tardarán en darte una respuesta y por qué método lo harán (por teléfono, por mail…).

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En una entrevista laboral debes cuidar tu lenguaje corporal y oral.Pixabay

Qué no deberías hacer

Ahora ya conoces algunos puntos que deberías preparar y llevar a cabo en una entrevista laboral para tener más éxito, pero también hay algunos detalles que nunca deberías hacer si lo que quieres es dar una buena impresión al reclutador de recursos humanos:

- Llegar tarde. Si has quedado a una hora, sé puntual e incluso si llegas cinco minutos antes, mejor. Asegúrate de saber el tiempo que tardas en llegar y piensa que puede haber algún imprevisto, como un atasco o un retraso en el metro, así que sal antes de lo habitual de casa. Si llegas tarde dará la sensación de que no tienes demasiado interés y podrán pensar que siempre llegarás tarde en el caso de que te contrataran. 

- No tener buena presencia. Lo queramos o no, la primera impresión cuenta mucho también en una entrevista laboral, así que llega siempre bien aseado y bien vestido. Ir limpio es importante, así que si puedes, pasa antes por casa para darte una ducha y cambiarte de ropa. Dependiendo del tipo de empleo deberías vestir de acuerdo a lo que se espera. No es lo mismo trabajar en banca que en una empresa de publicidad o de internet. Tenlo en cuenta. También es clave haber dormido bien la noche antes y llegar fresco y con una sonrisa. 

- Descuidar tu forma de hablar. Piensa que una entrevista laboral es algo serio y no una charla entre colegas en un bar. Usa un vocabulario correcto, evita coletillas y sé lo más formal posible. Sé educado y no interrumpas a tu entrevistador cuando él esté hablando. Haz las preguntas que consideres pero sin cortarle. Igual que hay cuidar el vocabulario, también debes cuidar tu forma de moverte y no comer caramelos ni chicles durante la entrevista.

- No saberte tu currículum. Puede que hayas olvidado algunos trabajos que hiciste hace años pero que aparecen en tu currículum. Prepárate bien para la entrevista tanto sobre tu experiencia pasada como sobre la empresa en la que vas a ser candidato. Por supuesto, nunca mientas sobre tu experiencia o cualidades como trabajador.

- No apagar el teléfono. Como aconsejan los expertos de Infojobs, antes de sentarte ante tu entrevistador, pon el móvil en modo silencioso o apágalo por completo. No se te ocurra sacarlo durante la entrevista o mirar la hora, eso demostrará desinterés por tu parte.

- Hablar mal de tu actual trabajo. Nunca sabes a quién tienes delante. No hables mal de tu actual empresa ni de otras en las que hayas podido trabajar. Si has tenido alguna experiencia negativa, transfórmala en algo positivo que te hizo crecer y aprender. Sé positivo.

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Nunca llegues tarde a una entrevista laboral.Pixabay

Preguntas trampa de una entrevista laboral

Existen algunas preguntas que podrían hacerte durante una entrevista laboral y que debes prepararte bien antes de llegar a la charla con la persona que te va a analizar. Estas son las cuatro más frecuentes. 

¿Cuánto quieres ganar?”. El entrevistador pretende saber si tú eres conocedor del mercado, de cómo se paga un puesto similar al tuyo en otras empresas, si estás seguro de tu valía y también si eres flexible. Documéntate sobre los salarios en otras empresas del sector y en personas que tengan una experiencia parecida a la tuya. Lleva en la cabeza una franja salarial concreta, realista y anual (mejor que mensual) que esté acorde a tus expectativas.

“¿Qué conoces de la empresa?”. “Más allá de recitar a qué se dedica la empresa, lo que el entrevistador quiere descubrir es tu interés por la misma y si eres una persona alineada con su identidad y valores. Es muy recomendable entrar en la web  y consultar todo el contenido para poder hacerte una idea general de a qué se dedican, cuáles son sus áreas de negocio, así como sus valores más característicos”, recomiendan desde Fundación Adecco.

“¿Por qué quieres trabajar aquí?”. El objetivo de esta pregunta no es solo saber tu compromiso con la posible nueva empresa, sino qué puedes aportar tú a la misma. Deja claro que tú podrías aportar mucho a la organización y cuáles son tus cualidades para hacerlo. No basta con hacer ‘la pelota’ a la organización y decir que te parece estupenda.

“¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles?”. Una entrevista laboral es una oportunidad para demostrar lo que vales en pocos minutos. Tienes que tener claras cuáles son tus aptitudes y por qué eres la persona adecuada para ese puesto de trabajo. Cuando hables de tus puntos fuertes, explica cómo los has aplicado a tu trabajo con ejemplos concretos. Sé claro y honesto, no intentes vender algo que no eres porque al final eso nunca sale bien. No es malo hablar de lo que vales y de cuáles son tus competencias, al contrario, darás una sensación de seguridad en ti mismo. Pero hazlo siempre desde la humildad. 

Si hablamos de los puntos débiles, trata también de convertirlos en fortalezas. No se trata de que cuentes todo lo que no sabes o no eres capaz de conseguir sino de “identificar debilidades que no interferirían demasiado en el desempeño de tu puesto. Ante todo, es importante que destaques que son debilidades que estás dispuesto a entrenar para poder superar, pues esto denotará  que eres  una persona resolutiva y con ganas de seguir aprendiendo cada día”, afirman los expertos en relaciones laborales de la Fundación.

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