Un vampiro emocional es una persona que hace que tu energía disminuya o se vea realmente afectada. Este tipo de personalidades pueden aparecer en cualquier momento de nuestra vida, ya sea en forma de compañero de trabajo, de amigo o incluso en una relación de pareja. Alguien que te roba la energía y que te quita un pedacito de tu felicidad, no debería estar en tu vida, por lo que te mostramos cómo identificar a este tipo de personas tóxicas y cómo poder alejarte de ellas.
Entre los rasgos comunes de todo vampiro emocional se encuentra su capacidad para hacer que el otro se sienta agobiado, agotado mentalmente e incluso deprimido y triste. Además suelen ser personas narcisistas que necesitan que siempre les estén diciendo lo bien que hacen todo y para conseguirlo harán todo lo que sea necesario, incluso mentir o exagerar sobre sus logros y aptitudes.
A esto hay que sumarle que suelen cambiar de humor con frecuencia y les cuesta enfrentarse a retos o cambios en su vida de una manera constructiva y siempre ven el lado positivo de las cosas, haciendo que los que están cerca vayan consumiendo poco a poco su energía hasta ver todo de la misma manera negativa.
El disfraz de vampiro emocional
Un vampiro emocional puede tener muchos disfraces, es decir, hay varios tipos de personas que pueden robarte la energía sin que tú ni siquiera te des cuenta y afecta sin duda a la salud mental. Estas personas tóxicas no deberían estar cerca y lo mejor es alejarse de ellas cuanto antes mejor.
- El quejica. Quizá es el que más fácil se reconoce. Seguro que alguna vez has tenido algún compañero de trabajo o un amigo al que todo le parece mal, que ve la vida y el trabajo con negatividad y que no encuentra motivación en nada. Se queja por todo y nunca ve el lado bueno de nada. Su actitud negativa le lleva a convencer a los demás de que está todo mal, que no hay salida, que hasta cuando ocurre algo bueno él lo convierte en algo negativo.
- El catastrofista. Todo lo que le pasa es un drama, no es capaz de afrontar los retos o problemas diarios y hace ver a los demás que está rodeado de desgracias que le amargan la existencia. Siempre tratará de llamar la atención con sus supuestos males y eso hará que los que tiene alrededor se sientan agotados y comidos por problemas ajenos y que nada tienen que ver con él. Su malestar y enfado con la vida puede llevar a que los tenga alrededor se sientan igual, provocando un mal ambiente en el lugar de trabajo o en el grupo de amigos.
- El cotilla. Este tipo de personas necesita llamar la atención hablando de los demás. Delante de ti criticará a otros amigos o compañeros por lo que ¿por qué no hacer lo mismo contigo cuando esté con otras personas? Con ellos hay que ser muy cauto a la hora de contar intimidades puesto que pueden airearlas o difundir incluso rumores falsos. Se convierten en el centro de atención por hablar de los demás y llevarse así a otros a su propio terreno.
- El envidioso. Cuando alguien solo critica lo que ve en otra persona, piensa que algo falla. El vampiro emocional puede ser también una persona envidiosa que solo ve el lado malo de los demás para así ensalzar sus propias virtudes. Incluso esos comentarios puede que no sean ciertos o que sean en un tono malicioso. Logra minar la energía de los que tiene cerca hablando mal de otros.
- El interesado. A veces hay personas que se aprovechan de la bondad o ingenuidad de los demás. En un entorno laboral puede ser alguien que te dice que hagas cosas que no te corresponden y en el grupo de amigos alguien que tal vez siempre haga lo que él quiere, cómo quiere y dónde quiere porque a ti ‘te da igual’. Al final, consigue su objetivo: hacer las cosas a su manera. Además, si un amigo solo te llama o se acuerda de ti cuando necesita pedirte algo, es que no es tu amigo.
- El que tiene aires de superioridad. Como decíamos, un vampiro emocional es una persona narcisista que necesita que le doren la píldora y llamar la atención. Después de ganarse tu confianza, esta persona tratará de llevarte a su terreno para manipularte y hacerte ver que él es el que tiene la ‘verdad absoluta’.
Esto puede llevarte a sentirte agotado, sin ganas y, sobre todo, puede hacer que tu autoestima se vea tocada porque intentará hacerte sentir inferior ante él. Además, suelen ser personas controladoras y decir a los demás cómo actuar o sentir. Ellos siempre saben cómo tienes que hacer o actuar y tratarán de imponértelo. Eso puede ocurrir también en una relación de pareja tóxica de la que hay que huir sin dudarlo.
Síntomas que provoca el vampiro emocional
Cuando un vampiro emocional se cuela en nuestra vida, lo mejor es tratar de alejarse de él en cuanto notemos algún síntoma de que nos está robando la energía. Además, puede ser bueno acudir a un psicólogo que nos ayude a superar esa situación.
Agotamiento físico y mental. Cuando tenemos cerca a una persona que nos roba la energía, nos podemos sentir verdaderamente agotados tanto a nivel físico como mental. Nos deja sin fuerzas, ni motivación ni alegría y hace que nuestro estado de ánimo se resienta y no nos sintamos tan bien como antes. Esto puede afectarnos también físicamente notando dolor muscular, dolor de cabeza y una falta de vitalidad y de fuerza que nos hace sentir que nuestra salud está tocada.
Bloqueo emocional. Que alguien te meta en su bucle de negatividad puede llevarnos a un bloqueo emocional y psicológico del que nos cueste salir. Nos sentimos incapaces de dar respuesta a los problemas o de actuar para solucionar algún conflicto. Puede surgir una sensación de angustia, ansiedad y malestar mental que nos lleve a no saber reaccionar con normalidad.
Aparece la desmotivación. No tener ganas de ir a trabajar, sentir que nada va a hacernos feliz y que todo a nuestro alrededor es negativo para nosotros es una de las consecuencias que puede tener un vampiro emocional en nuestro día a día. Te roba la energía pero también la alegría y eso nos puede llevar a estar más irascibles y de mal humor de manera constante.
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Vampiro psíquico, vampiro nacido y vampiro no muerto. Éstas son las tres clases de vampiro